En el mundo de la moda es importante tener una entrada impactante y Chanel lo está logrando con su bono inaugural de 600 millones de euros (US$700 millones). Ha optado por emitir deuda vinculada a metas de sostenibilidad ambiental; el bono incluye una multa si la compañía no cumple con sus objetivos ecológicos.
La famosa marca de lujo francesa, con sede en Londres ahora, pone al descubierto a su rival británico Burberry y su bono sostenible denominado de la semana en libras esterlinas cuya emisión fue de un verde común. Ese no incurrirá en ninguna multa por no alcanzar sus objetivos ambientales.
Al agregar ataduras verdes a sus bonos, Chanel sigue el ejemplo establecido el año pasado por la empresa italiana Enel SpA y más recientemente por Novartis AG, una farmacéutica suiza. El tramo de cinco años pagará al 100,5% del valor nominal al vencimiento si para entonces la compañía no depende totalmente de la electricidad renovable. El tramo de 10 años pagará al 100,75% si Chanel no cumple con sus metas de emisiones de gases de efecto invernadero.
La compañía merece aplausos por evitar críticas de “lavado verde” que sí han podido recibir otros llamados bonos sostenibles. Obtuvo el estatus de “neutral en carbono” el año pasado como parte de sus esfuerzos por apoyar el acuerdo de París sobre el cambio climático.
Chanel es interesante porque no tiene una calificación crediticia y probablemente no será elegible para los gigantescos programas de compra de bonos del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra (la compañía tiene su sede fuera de la eurozona y, sin embargo, la deuda fue emitida en euros). Tal como están las cosas, los bonos emitidos por Chanel en el Reino Unido tampoco se beneficiarán del plan del BCE que consiste en comenzar a comprar bonos vinculados a la sostenibilidad el próximo año. No obstante, logró reducir el cupón en oferta durante el proceso de venta, y de todos modos aseguró una fuerte demanda. El apetito por cualquier tipo de rendimiento sigue siendo feroz entre los inversionistas en deuda, y Chanel es un nombre preciado para el debut de una venta de bonos.
Si bien el coronavirus ha cobrado un precio en la industria del lujo, Chanel está en la primera división de la moda con más de US$12.000 millones en ventas netas en 2019, algo que el mercado de bonos ha recompensado. El precio de los vencimientos a cinco y 10 años se redujo en 25 puntos básicos a 95 y 125 puntos básicos sobre sus respectivos índices de referencia, lo que otorga una calificación implícita que se encuentra cómodamente dentro del rango de grado de inversión. La demanda de los bonos fue respetable, casi triplicando el tamaño de la negociación.
Habiendo dependido previamente de deuda privada y créditos bancarios, Chanel llega a los mercados públicos para refinanciar parte de los 600 millones de libras (US$765 millones) en préstamos covid que ha reembolsado al Banco de Inglaterra. Así que probablemente no debemos interpretar demasiado sobre lo que dice el debut del bono sobre los planes de control de la familia Wertheimer para la compañía. Se ha especulado (negado por los Wertheimer) sobre una venta u oferta pública inicial. Incluso si esa no es la intención, no cae mal tener un perfil en los mercados de deuda.