El Gobierno municipal de Pekín propuso una inversión en Didi Global Inc. que le daría el control de la mayor empresa de transporte privado del mundo a compañías estatales, según personas familiarizadas con el asunto.
Según la propuesta preliminar, Shouqi Group —parte de la influyente empresa estatal Beijing Tourism Group— y otras empresas con sede en la capital adquirirían una participación en Didi, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas discutiendo información privada. Los escenarios que se están considerando incluyen que el consorcio tome la llamada “acción de oro” con poder de veto y un asiento en la junta, agregaron.
Las acciones de Didi se dispararon, y subían cerca de un 10% en las primeras operaciones en Nueva York. No está claro el tamaño de la participación que pretende la ciudad y si su propuesta será aprobada por altos funcionarios del Gobierno. Didi actualmente es controlada por el equipo directivo del cofundador Cheng Wei y el presidente Jean Liu, que recibió un poder de voto agregado del 58% tras la oferta pública inicial de la compañía en Estados Unidos. SoftBank Group Corp. y Uber Technologies Inc. son los mayores accionistas minoritarios de Didi.
Representantes de Didi no respondieron a una solicitud escrita de comentarios. La oficina de prensa del comité municipal del partido de Pekín no respondió a una solicitud de comentarios enviada por fax, mientras que las repetidas llamadas a un número de teléfono proporcionado por el personal de Shouqi no obtuvieron respuesta. Y Beijing Tourism Group no respondió a una solicitud de comentarios enviada por fax a un número de la oficina general entregado por una recepcionista.
Los Gobiernos locales tradicionalmente han tenido una gran influencia en la reestructuración de las empresas en su territorio, y la solución prevista encaja con las prioridades de Xi Jinping de redistribuir la riqueza y frenar la influencia del sector de internet. La propuesta de la ciudad podría implicar tomar una parte considerable de Didi o una participación nominal acompañada de una acción de oro y un asiento en la junta, dijeron las personas. Este último modelo sería similar a una inversión anterior del Gobierno en la unidad china de ByteDance Ltd., que otorgó a la entidad estatal derechos de veto sobre decisiones importantes.
La propuesta de adquisición se suma a una serie de sanciones que la Administración de Xi está estudiando para el líder del transporte privado del país, que debutó en Nueva York en junio a pesar de las objeciones de la Administración del Ciberespacio de China (CAC, por sus siglas en inglés). El supervisor de la industria de internet considería que la decisión era un desafío a la autoridad del Gobierno central y funcionarios de la CAC, el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio de Seguridad del Estado y varios otros organismos iniciaron una inspección in situ en las oficinas de Didi en julio.
Desde entonces, la empresa se ha visto envuelta en investigaciones sobre la seguridad de los datos y el trato que da a sus millones de conductores. Muchas de las opciones que Pekín está sopesando implican reafirmar el control estatal sobre una empresa que tradicionalmente ha operado en una zona gris legal, según informó Bloomberg News. Estas opciones incluirían conseguir que Didi entregue la enorme cantidad de valiosos datos a un tercero y dejar de cotizar en las bolsas estadounidenses.
Qué dice Bloomberg Intelligence
Las turbulencias regulatorias de DiDi podrían terminar si los reguladores chinos implementan un plan gubernamental para invertir en la empresa de viajes compartidos, tener derechos de veto sobre las decisiones clave y aplicar una dura multa, según informó Bloomberg News. Los ingresos de la OPI de DiDi y la posible inversión estatal podrían apoyar su gestión de una gran multa, mientras que otras medidas podrían ayudar a aliviar la incertidumbre. Seguimos pensando que una salida de la mayoría de los mercados internacionales reforzaría la rentabilidad.
- Matthew Kanterman y Tiffany Tam, analistas
El objetivo principal de la propuesta del Gobierno de Pekín es recuperar el control de una de las mayores empresas de la ciudad, en particular de los datos que obtiene diariamente de cientos de millones de usuarios, una fuente considerada vital para la economía y la estabilidad social. El Gobierno chino ha propuesto crear una empresa conjunta con empresas de internet que supervise ese tipo de información, un proyecto liderado por el Banco Popular de China, según informó Bloomberg News.
Shouqi, que en 2015 creó un servicio de transporte compartido conocido como Shouqi Yueche y que cuenta con más de 100 millones de usuarios en todo el país, contribuirá a ayudar a operar a su rival más grande. La empresa es uno de los activos más importantes deBeijing Tourism Group, que gestiona una cadena de agencias de viajes, centros comerciales, restaurantes y hoteles en toda la capital.
Además, los reguladores chinos están considerando la posibilidad de imponer duras sanciones a Didi, que van desde una multa hasta la suspensión de ciertas operaciones, informó Bloomberg News. También es posible una exclusión o retiro forzoso de la cotización de las acciones de Didi en EE.UU., aunque no está claro cómo se desarrollaría esta opción. La exclusión de la bolsa y la privatización de Didi sigue estando sobre la mesa en caso de que el Gobierno central dé luz verde al plan previsto por el Gobierno municipal de Pekín, dijeron las personas.
Cualquiera que sea el resultado, es probable que Pekín imponga sanciones más duras a Didi que a Alibaba Group Holding Ltd., que recibió una multa récord de US$2.800 millones después de una investigación antimonopolio de meses de duración y acordó implementar medidas para proteger a comerciantes y clientes, informó Bloomberg News
Didi, que en su día fue aclamada por derrotar a Uber en China, se ha convertido ahora en un caso de prueba para un esfuerzo más amplio del Gobierno chino por frenar el poder de los titanes de internet. La Administración de Xi, deseosa de promover su visión de compartir la riqueza o “prosperidad común”, ha puesto en el punto de mira un sector de Internet que ha acumulado una enorme riqueza operando al margen de la ley, acuñando un número sin precedentes de multimillonarios y enriqueciendo a inversionistas locales y extranjeros en el proceso.
Su controvertida OPI del 30 de junio fue el detonante de un nuevo ataque a los gigantes de internet que se expandió más allá de la competencia desleal en el comercio en línea para abarcar todo, desde la educación privada en línea hasta las redes sociales, y en un momento eliminó más de US$1 billón del valor de mercado de las acciones chinas. Esa campaña está en su undécimo mes, una montaña rusa que está llevando a los inversionistas a reflexionar sobre las ramificaciones a largo plazo de una ofensiva contra las empresas, desde Ant Group Co., deJack Ma, y Alibaba hasta el gigante de reparto de alimentos Meituan.
No está claro qué le espera a Didi, que ha perdido un tercio de su valor de mercado desde que recaudó US$4.400 millones a través de la segunda mayor oferta pública inicial de una empresa china en EE.UU.. El debut, que siguió a años de enfrentamientos con los reguladores después de que un par de asesinatos en su red provocaran una dura reacción del público, convirtió al cofundador Cheng en un multimillonario y recompensó a los antiguos patrocinadores SoftBank, Tiger Global Management y Temasek Holdings Pte.
Didi sigue dependiendo de un gran número de conductores y vehículos sin licencia técnica para ofrecer unos 25 millones de viajes diarios. El jueves, el Ministerio de Transporte asustó a los inversores al advertir que Didi y sus rivales deben presentar planes para solucionar estas infracciones antes de diciembre, la última de una serie de advertencias a los gigantes de la economía colaborativa.