Fitch Ratings rebajó la calificación de Petróleos Mexicanos aún más hacia territorio de basura, citando la falta de apoyo del gobierno para una compañía que se ve afectada por una deuda de más de US$100.000 millones y los bajos precios del petróleo.
La empresa redujo la calificación un nivel a BB y mantuvo la perspectiva negativa, lo que indica que es posible una nueva reducción. La decisión sigue a una rebaja de S&P Global Ratings en marzo que llevó la evaluación crediticia de la compañía a BBB, dos niveles por encima de la basura.
“La revisión a la baja de la fortaleza del vínculo entre las calificaciones de Pemex y las del soberano refleja el retraso y la incertidumbre de un apoyo excepcional por parte del gobierno a la empresa”, escribieron los analistas de Fitch Lucas Aristizábal y Velia Patricia Valdés Venegas en un comunicado.
Son posibles acciones de calificación adicionales si no hay un apoyo gubernamental proactivo y extraordinario para Pemex frente a los precios del petróleo persistentemente más bajos, dijo Fitch. Los inversores esperan más rebajas en la calificación de los bonos de Pemex, incluida una de Moody’s Investors Service que marcaría su segunda rebaja a basura.
Fitch rebajó la calificación de Pemex a basura por primera vez en junio pasado. La petrolera importante más endeudada del mundo, que enfrenta 15 años de disminución de la producción y una deuda de más de US$100.000 millones, se considera una de las productoras de petróleo latinoamericanas más vulnerables a la actual crisis de precios.
Las firmas de calificación han sido escépticas de que la política energética más nacionalista del presidente Andrés Manuel López Obrador restaure las reservas menguantes del país y resuelva los perennes problemas de Pemex, que él colocó en el centro de sus ambiciones de anular tres décadas de políticas neoliberales.
Pemex ahora tiene el mandato de construir una nueva refinería de US$8.000 millones en el estado natal de López Obrador. El gobierno canceló las subastas de petróleo y gas, y los contratos de empresas conjuntas con Pemex que permitían a la perforadora estatal compartir la carga financiera y técnica del desarrollo del vasto territorio petrolero de aguas profundas, en su mayoría inexplorado.
México ve los precios del petróleo en US$24 por barril este año y US$30 el próximo, y ha reducido sus estimaciones de producción en un 5% a 1,85 millones de barriles diarios, en comparación con un pronóstico anterior de 1,95 millones.
El ingreso petrolero de la nación está protegido por la cobertura soberana de petróleo más grande del mundo, que este año ofrece cobertura total a un promedio de US$49 por barril, según la Secretaría de Hacienda. Pemex tiene una cobertura separada, que cubre aproximadamente una séptima parte de su producción.