Viajar al espacio está dejando de ser algo exclusivo para astronautas o multimillonarios excéntricos. Space Adventures, Virgin Galactic y Rocketplane son algunas de las empresas que ya reservan lugares para los tours suborbitales que comenzarán a realizar a fines de 2008. Incluso Jeff Bezos –fundador del exitoso Amazon.com– está abocado a un proyecto con el fin de popularizar cada vez más los viajes espaciales.
A diferencia del vuelo orbital, que cuesta US$ 25 millones, el ticket para un vuelo suborbital saldrá unas 100 veces menos: entre US$ 100.000 y US$ 250.000. El tour incluirá una vista de la Tierra a 100 kilómetros de altura y la infaltable sensación de gravedad cero. En total, el viaje durará un promedio de dos horas e incluirá un entrenamiento previo de tres días.
Pioneros. La primera empresa que ofreció viajes comerciales al espacio fue la estadounidense Space Adventures, junto a la Agencia Espacial Rusa. En 2001, llevó al primer civil, Dennis Tito, a la Estación Espacial Internacional (a 360 kilómetros de altura). Le siguieron Mark Shuttleworth, Gregory Olsen y la primera mujer civil, Anousheh Ansari. En marzo, le toca el turno al multimillonario húngaro Charles Simonyi (ex programador de Microsoft y uno de los creadores del Word y el Excel).
“El costo de volar al espacio en el futuro dependerá de la demanda del mercado de vuelos espaciales. El objetivo de esta empresa es hacerlos más accesibles para los ciudadanos privados”, destacó a Perfil el CEO de Space Adventures, Eric Anderson, que también planea ofrecer vuelos suborbitales.
Hasta ahora, la nave utilizada por los primeros turistas espaciales es el cohete ruso Soyuz. Sin embargo, están surgiendo otras opciones. Es el caso del modelo SpaceShip, que llevará a quienes elijan volar por Virgin Galactic. Esta nave marcó un hito en la historia del turismo espacial en 2005, cuando el ingeniero Burt Rutan y Paul Allen (cofundador de Microsoft y financiador del proyecto) ganaron el Ansari X Prize por su diseño innovador.
Innovación. Richard Branson vio el negocio que ofrecía este nuevo tipo de nave estilo Guerra de las Galaxias, y no dudó. Así fue como se alió con Burtan y Allen para darle una nave a Virgin Galactic. El físico Stephen Hawking ya anunció que viajará al espacio por Virgin, al igual que otros famosos como la actriz de Alien, Sigourney Weaver, y el actor de Startrek William Shatner. Brad Pitt, Angelina Jolie y Paris Hilton tampoco se lo quieren perder.
“Antes, sólo los astronautas de la NASA o Rusia podían soñar con viajar al espacio. Hoy es algo más posible dentro de un ámbito privado y comercial. Los vuelos suborbitales son mucho más económicos que los orbitales, y así se amplia el número de potenciales interesados”, señaló a este diario Pablo de León, el ingeniero argentino que lidera el desarrollo del Vehículo Espacial Suborbital Argentino (VESA), bautizado “Gauchito”.
De León, que ahora trabaja en dos simuladores del cohete argentino, pronosticó que los precios de los vuelos espaciales privados tardarán en bajar. Sin embargo, los tiempos en que sólo podían volar algunos privilegiados ya están cambiando. Incluso hay concursos que ofrecen al ganador un tour espacial, como el anunciado por Rocketplane.
Ya se lo dijo a Perfil el tercer turista espacial, Gregory Olsen: “A las personas que sueñan con viajar al espacio, les digo que no se rindan. En el futuro, estos viajes serán más accesibles (...) El espacio es para todos y no sólo para individuos selectos”.
De la música al cosmos
Aunque el dueño de Virgin Galactic, el inglés Richard Branson, es nuevo en el rubro espacial, nadie le puede negar su vasta experiencia en el mundo de los negocios. Su primera empresa fue una revista, luego fundó una firma de discos y más tarde una línea aérea. Siempre, con la marca Virgin. Con sólo 56 años, su fortuna asciende a los US$ 3 mil millones, y sus aventuras incluyen una empresa de trenes, una de celulares y otra de gaseosas.
Multifacético como pocos, Branson se animó a actuar en series como Friends, Baywatch y en el poco exitoso reality show El millonario rebelde. Incluso se lo pudo ver en la película Superman regresa en 2006 (hace de piloto de un nuevo tipo de nave).
Lo cierto es que, a partir de su alianza con los creadores de la nave SpaceShip, Branson parece tener la nueva gallina de oro de los vuelos privados suborbitales. En noviembre, presentó el modelo a escala del SpaceShip2, que podrá llevar a ocho pasajeros al espacio. Habrá que esperar hasta 2009 para ver su nuevo negocio en acción.
Un proyecto top secret
Hasta hace pocos meses, el secreto era total. Por eso, cuando el propio Jeff Bezos anunció que habían realizado la primera prueba de lanzamiento del proyecto Blue Origin en su campo de Texas, Estados Unidos, sorprendió a todo el mundo. Bezos, de 43 años, es un empresario multimillonario experto en informática. Y es el fundador de Amazon.com (la primera compañía de venta de libros por Internet).
“Estamos trabajando paso a paso, para bajar los costos del vuelo espacial para que mucha gente pueda viajar y así los humanos podamos continuar mejor la exploración del Sistema Solar”, declara Bezos en el sitio de Blue Origin.
Cuando Perfil buscó saber más del tema, el equipo de Bezos respondió que por ahora no habrá más información.
Lo que se ve en Internet es un video con el primer vuelo del prototipo de su nave –llamada Goddard–, realizado el 13 de noviembre de 2006.
Es una especie de mini-cohete (aunque su tamaño es superior a un camión de carga) que despega y aterriza de manera vertical. La nave final se llamará New Shepard, y promete ser más accesible que los demás tours espaciales.