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ilusiones

La víspera

16-4-2023-Logo Perfil
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Es el comienzo de una ilusión para aquellos que a la justicia social la tienen por despreciable. Es el comienzo de una ilusión para aquellos que a la inequidad la dan por hecho consumado, natural, indiferente, y no piensan que en lo colectivo haya que hacer algo al respecto.

Es el comienzo de una ilusión para aquellos que no ven en la necesidad un derecho, ni un límite que hay que resolver para que una libertad verdadera encuentre su real posibilidad de existencia. Es el comienzo de una ilusión para aquellos que no consideran que las necesidades básicas deban ser atendidas y garantizadas; que es problema de cada cual, que se las tiene que arreglar cada uno. Y si no se las arregla, irá a la quiebra como va a la quiebra cualquier empresa en el mercado, pues qué otra es la vida sino una especie de mercado y qué otra cosa es una persona sino una especie de empresa (y cada uno, el empresario de sí mismo).

Es el comienzo de una ilusión también para aquellos que están convencidos de que las palabras que se profieren no importan. Y que por más que lo anterior haya sido en efecto dicho, al igual que tantas otras cosas no menos categóricas y significativas que se dijeron también, es preciso pasarlas por alto y hasta echarlas en el olvido, como exabruptos que alguien profirió, desencajado, al igual que los insultos y los improperios que bramó algo fuera de sí.

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Pero, ¿qué pasa cuando los exabruptos del desencajado llegan a ser todo un rasgo de estilo, e incluso un recurso político convocante en su violencia? ¿Cómo hacer para pasarlos por alto, cómo echarlos en el olvido? ¿Hay que apostar entonces a que el desencajado se calme y que, al calmarse, no haga lo que dijo que haría, no cumpla lo que prometió? Es el comienzo de una ilusión para aquellos que se esperanzan con que alguien no sea quien es, tal y como se mostró. Rara esperanza que no consiste en confiar en que haya dicho la verdad, sino en confiar en que haya mentido.

Entre las tantas cosas que se han dicho y no encuentro para nada convincentes, hay dos que a mí sí me parecen verdad. Una es que “un país distinto no es posible con los mismos de siempre”, pero ya ha sido claramente traicionada. La otra es “estanflación”.