Este viernes 15 de mayo es el día 57 de cuarentena por coronavirus en la Argentina, pero el pico de contagio se va superando día a día, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires., Por ejemplo, el jueves 14 se registraron 24 víctimas en 24 horas.
En el último reporte matutino, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, indicó que la zona del AMBA (Ciudad de Buenos Aires y los partidos del conurbano) concentra el 70 % de los casos positivos por coronavirus desde el inicio de la pandemia.
De esta forma, el área que contabiliza 14.800.000 habitantes, el 13 % de la población total de país, es el foco de atención que se intenta contener desde el Gobierno nacional, provincial y el de la Ciudad.
Las provincias avanzan hacia la fase 4 bajo esquema de liberación gradual según su curva
La pregunta que hoy todos se hacen, mientras la ciudad recupera su ritmo y la cantidad de autos y gente en las calles asusta a los más conservadores sobre la flexibilización del aislamiento es si la Argentina puede llegar a dar marcha atrás y volver a la cuarentena estricta.
Mientras los números generan mil preguntas y mucha incertidumbre, nuestro fotógrafo Néstor Grassi nos ofrece una galería de imágenes del día 1 al de hoy que, como dice la remanida frase, dicen más que mil palabras.
Inolvidable es la foto de aquel primer momento de cuarentena estricta, el 21 de marzo, cuando las palomas de Plaza de Mayo nos regalaban una imagen impensada, descansando sobre el asfalto escaso de migas. Si son el símbolo de la paz, esa mañana ellas lo sintieron en su propia piel.
O aquella de las sillas levantadas sobre las mesas en los restaurantes más emblemáticos ya cerrados, los mismos en los que antes no encontrabas lugar donde sentarte.
Luego, como una luna cambiante, llegaron la fase 2 (aislamiento administrado), la fase 3 (segmentación geográfica), y, desde el lunes 11, la fase 4 (reapertura progresiva) que hoy vive casi todo el país a excepción del AMBA, porque la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano de la Provincia de Buenos Aires permanecen en fase tres por ser las regiones más golpeadas en cuanto a contagios y fallecidos.
La vista progresiva de la ciudad en cuarentena tiene un paisaje que manda y, como ya contamos semanas atrás en otra nota, está pintado de rojo, naranja y amarillo y bicicletas de los chicos y chicas del delivery con sus uniformes de colores: la figurita más repetida en las calles desde que el covid-19 llegó para quedarse.
"Modo delivery": historias, miedos y anécdotas de un servicio esencial de la pandemia
Por allá, vemos a los taxistas, que hablan entre ellos pero todos con su tapaboca obligatorio colocado. Y más acá, los trabajadores de la limpieza se confunden con enfermeros, vestidos con sus cofias y uniformes de prevención.
Ya de noche, en blanco sobre negro una imagen que duele: la cantidad de gente sin techo que duerme en las calles sacando provecho de esa soledad oscura agigantada por la pandemia. Silencio en la noche, ya todo está en calma, como dice el tango Silencio. Y allí están ellos, los ciudadanos olvidados que cuando cae el sol pueden descansar sus huesos en cualquier rincón disponible sin que la policía los moleste.
La cuarentena de los indigentes sin techo, la otra cara del coronavirus
Las iglesias cerradas aún siguen igual, y los creyentes rezan en la puerta, donde la señal de la cruz se repite incesantemente en el ir y venir de la gente, que cada día es más...
Los perritos, en tanto, privilegiados desde la primera hora con el derecho a los paseos, hoy mueven la cola más que nunca de alegría, porque a veces los llevan a dar “la vuelta al perro literal” en pareja, Y para las mascotas, nada como salir con sus dos padres humanos.
También vemos los locales de comida, que antes solo hacían delivery y ahora suman el take away: vení, comprá y llevalo a casa, que el #quedateencasa no se terminó. Y los cartoneros, que ya cargados con su botín, parten a destino, ese lugar donde alguien les va a comprar lo que recogieron.
Estas y tantas otras imágenes que la cuarentena nos dejó desde aquel 20 de marzo le suman alma a la frialdad de los números, necesarios, sí, pero duros. Porque al menos para el AMBA, no pintan nada bien.Y la cuarta y quinta fase de esta luna, en la city porteña, están lejos de poderse ver...
M.T.
Fotos: Néstor Grassi