Levantando la mano desde su banca del Senado para autorizar sus propios allanamientos, Cristina Kirchner se prepara ahora para lo que se viene en los próximos días: el seguro procesamiento que firmará en su contra el juez federal Claudio Bonadio por encontrarla, nuevamente, jefa de una asociación ilícita. Esta vez, será por una banda que complotó junto a ex funcionarios y empresarios para recaudar sumas millonarias a través de los negocios con la obra pública. El procesamiento no solo alcanzará a la ex mandatario, sino también al ex ministro de Planificación Julio De Vido y su mano derecha, Roberto Baratta, señalados como organizadores, y a los empresarios que habrían sido parte de la maniobra.
Aunque habrá que esperar los detalles de la resolución sobre la que ya se está trabajando, el fallo incluirá entre los procesados a los empresarios arrepentidos. Es que, con su confesión, los hombres de negocios sellaron la asunción de su responsabilidad en los hechos, más allá de las explicaciones, señalaron fuentes judiciales. Desde el ex presidente de la Cámara de la Construcción Carlos Wagner hasta el primo de Mauricio Macri, Angelo Calcaterra, todos saben que recibirán malas noticias. Pero esta vez el fantasma de la cárcel está más lejos.
Datos. A 23 días de que estalló el caso que nació con los cuadernos del chofer Oscar Centeno, la causa ya tiene 32 cuerpos con valiosa documentación, que registran lo recolectado en 70 allanamientos y 52 indagatorias. Se detuvo a 26 personas, aunque once ya están en libertad. De los imputados, 17 pidieron ser arrepentidos, pero solo a 15 se les “homologó” el acuerdo.
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Bonadio, además, ya tiene secuestradas sumas millonarias: 37 millones de pesos y cuatro millones y medio de dólares solo en obras de arte. A eso se le agregan una gran cantidad de autos de alta gama. Además, hay sumar lo que Leonardo Fariña dio a conocer como “el físico”: $6.350.000, U$S 1.245.000 y $ 235.000, junto a billetes en reales, pesos chilenos y uruguayos. Pese a eso, los investigadores creen que hay una ruta del dinero que seguir y mucho más por encontrar.
Semáforo en verde. El fallo que dictó esta semana la Cámara Federal terminó de respaldar a Bonadio en su camino. Los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia rechazaron las excarcelaciones de un grupo de ex funcionarios y de empresarios que –a diferencia del resto– no pudieron o no quisieron arrepentirse. “El escenario procesal está conformado por conductas ilícitas desarrolladas por altos funcionarios de distintas áreas del Estado que podrían haber implicado un millonario menoscabo a las arcas públicas”, dijo Irurzun, tras señalar que eso solo fue posible por “la facilitación y la cobertura brindada desde las más altas jerarquías” de poder. Bruglia, por su parte, habló de los riesgos procesales para recuperar la plata que se habría robado y de las “obligaciones asumidas por el Estado” en materia de lucha contra la corrupción.
Allanamientos. Esa resolución llegó apenas un rato antes de que comenzara el debate en el Congreso sobre el postergado pedido de allanamiento a las tres casas de CFK. El jueves, efectivos federales ingresaron al departamento del edificio de Uruguay y Juncal, de Recoleta, donde no faltó el show, con las facturas que repartió el abogado Gregorio Dalbón a los periodistas y la expulsión del penalista Carlos Alberto Beraldi del procedimiento.
Ayer, Beraldi denunció a Bonadio por “abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”. La causa recayó en manos del juez Sebastián Casanello, con la intervención de fiscalía de Carlos Stornelli, precisamente el encargado de investigar la causa de los cuadernos y motorizar los allanamientos.
El segundo escenario fue en Santa Cruz. El jueves en Río Gallegos y ayer en El Calafate, en la residencia donde falleció Néstor Kirchner. Pasadas las 15.30, una veintena de agentes de la Policía Federal entraron a la residencia de la familia de la ex presidenta, con scanners y perros detectores de billetes. También había sido convocada una delegación de la AFIP. El allanamiento continuará hoy.
Mientras tanto, Bonadio avanza: homologó el acuerdo con el ex secretario de la Obras Públicas José López y sigue analizando los aportes que hizo el financista Ernesto Clarens.
Recluida y en silencio
Un video con su exposición en el Senado de la Nación, en medio del esperado debate por los posibles allanamientos a sus domicilios, es lo último que Cristina Kirchner posteó en su cuenta oficial de Twitter. Después de eso, se recluyó en la casa de su hija Florencia, sobre la calle San José, en el barrio porteño de Constitución, y se llamó a silencio.
Desde el miércoles a la noche que la ex mandataria también evita mostrarse en público. Ese silencio que eligió tras la aprobación de la medida en la Cámara alta, contrasta con la actividad que la ex presidenta mostró días antes de que se apruebe el pedido del juez Claudio Bonadio y en los que hizo muchos posteos sobre el caso de los cuadernos de las coimas, que ahora la deja a las puertas de un nuevo procesamiento.
Recoleta, Río Gallegos y su “lugar en el mundo”, como definió a su casa de El Calafate, son los tres puntos allanados por orden del magistrado y que se convirtieron en un duro golpe para la ex mandataria. Las imágenes de decenas de efectivos de las fuerzas de seguridad entrando y saliendo de sus casas, por orden de Bonadio, es parte del escenario que la ex presidente buscó evitar de todas las formas posibles.
