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Cultura inutil

Leyenda inspiradora

La leyenda de Orfeo y Eurídice fue también inspiradora de varios pintores y escultores, pero fue el cine el que contribuyó a difundir popularmente a esos dos personajes.

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Marpessa Dawn. | Cedoc perfil

El Teatro Colón ofreció este mes cuatro funciones de la ópera Orfeo & Eurídice, del compositor Christoph Willibald von Gluck, con libreto de Raniero di Calzabigi, basada en la conocida leyenda de la mitología griega. Además de los magníficos cantantes que interpretaron los tres roles principales de Orfeo, Eurídice y Amor (Daniel Taylor, Marisú Pavon y Ellen McAteer), se lucieron especialmente los bailarines que intervienen en varias escenas y el coro dirigido por Miguel Fabián Martínez.

La leyenda de Orfeo y Eurídice fue también inspiradora de varios pintores y escultores, pero fue el cine el que contribuyó a difundir popularmente a esos dos personajes a partir de la película Orfeo negro, del director francés Marcel Camus, filmada en 1959 en Río de Janeiro durante el Carnaval. El argumento estaba basado en la obra de teatro Orfeu de Conceiçao, de Vinicius de Moraes, estrenada en 1956, y la banda de sonido incluía los temas La felicidad, de Vinicius y Antonio Carlos Jobim, y Mañana de Carnaval, de Luis Bonfá, que luego se convirtieron en clásicos. Con la idea de que esa leyenda interpretada por artistas negros y trasladada al Carnaval de Río, considerado uno de los más impresionantes espectáculos del planeta, sería un anzuelo para atraer espectadores al cine, Camus convocó a la bailarina y cantante norteamericana Marpessa Dawn, con poca experiencia en la actuación, y a Breno Mello, un futbolista a quien Camus descubrió caminando por las calles de Río, y les propuso actuar en esa película, y así consiguió formar la pareja protagónica.

Eurídice en la película era una joven que huye a Río de Janeiro para escapar de un acosador a quien rechaza, y conoce a Orfeo, un muchacho que maneja un tranvía. Los dos se enamoran, pero el hombre que persigue a Eurídice, disfrazado de la muerte, logra encontrarla y la asesina. Orfeo, en la morgue, logra que Eurídice resucite con ayuda de los rituales de la Macumba, pero finalmente la historia desemboca en un desenlace trágico. La película ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Oscar a la mejor película extranjera. Una parte de su encanto (además de la historia de amor de los protagonistas) era que mostraba como jamás se había hecho la vibrante atmósfera del Carnaval de Río con sus deslumbrantes disfraces y su maravillosa música, y el misterioso mundo de las favelas y la Macumba, que era desconocido para la mayoría de la gente, aún para los que vivían en esa ciudad.