DOMINGO
Prensa gráfica

El poder de la imagen

16-4-2023-Logo Perfil
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En apenas un cuarto de siglo, entre los años 1880 y 1905, la prensa periódica latinoamericana vivió una profunda transformación. Nuevos diarios y revistas de circulación masiva irrumpieron en el creciente mercado lector con maquinarias de nueva generación y servicios inimaginables pocos años antes. Algunos diarios preexistentes, comprados por nuevos inversores o reconvertidos a partir de inversiones de capital y nuevas técnicas de gestión comercial, fueron prácticamente reinventados durante ese período histórico. (...)

La era del fotograbado de prensa arranca, pues, en el año 1900. Es notable cómo al principio no hay referencias explícitas al avance, probablemente porque aún no se había logrado la publicación regular y los fotograbados provenían de fuentes externas.

Por otra parte, en ese año, el grabado a partir del dibujo y de la estilización de orlas alegóricas y abstractas se hallaba en su apogeo, con la publicación de las páginas literarias y diversas páginas especiales ricamente ilustradas con un criterio de diseño orientado a dar unidad, armonía y belleza al conjunto de la página. Ambos diarios celebraban mucho más los logros en ampliación de servicios por medio del grabado que aquellos avances con la imagen fotográfica directa. Es probable que esto se debiese al hecho de que el fotograbado aún no estaba plenamente desarrollado, no era habitual en el diario y su calidad distaba mucho de la calidad visual de una fotografía, incluso de una publicada en revistas.

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No es el caso, para esta época, de la fotografía en revistas y diarios ilustrados estadounidenses.

Si fuese este el caso, la falta de fanfarrias ante el logro puede tener que ver con el hecho de un inicio “atrasado” en comparación con otros países, mientras que el grabado mostraba una gran vitalidad por su impacto y belleza en la composición de numerosas páginas. Al principio, el diario La Prensa incorpora el fotograbado para registrar retratos de delincuentes y de policías heridos en cumplimiento del deber, en imágenes que ocupan el ancho de una columna. El 5 de agosto de 1900, al registrar “El filicida Ampuero”, incorpora el plano americano.

La Nación incorpora su primer fotograbado el 24 de octubre de 1900, cuando se publica en la portada el retrato del presidente del Brasil, Dr. Manuel Ferraz de Campos Salles, con motivo de su visita al país iniciada ese día. La línea inicial de priorizar altos dignatarios de Estado para los primeros fotograbados continúa a comienzos de 1901 (enero 22) con la imagen de medio cuerpo de la fallecida reina de Inglaterra (aunque en la cobertura de la coronación del rey, el 9 de agosto, vuelve a predominar el retrato dibujado en la composición).

Como puede observarse, los primeros ensayos son tímidos, limitados al retrato de rostro y busto, prácticamente sin fondo, y con tamaños que caben dentro del formato columna o lo exceden por muy poco (aunque la imagen de Campos Salles se enmarca en un fondo blanco que totaliza tres columnas, para destacar su presencia en la parte superior de la portada). En el caso de La Prensa, el empuje inicial de esta nueva práctica es protagonizado por la imagen policial, en tanto que en La Nación este empuje lo es por figuras de Estado.

Las imágenes fotograbadas se hacen desde entonces más regulares, pero se nota un brusco salto de calidad y cantidad en abril de 1901, salto que es protagonizado por todas las formas de visualidad: planos, facsímiles, dibujos, fotograbados y, novedosamente, combinaciones de ellos en un solo conjunto significante. El 1° de abril de 1901, por ejemplo, al celebrar el centenario del primer periódico rioplatense, se publica su facsímil. Al día siguiente, el folletín se publica con dos grabados que ilustran la historia y embellecen la armonía visual de la página, siguiendo la estética de la ilustración de libros. Con pocos días de diferencia, puede observarse retratos hechos en dibujo (Tomás de Saboya, La Prensa, abril 12) y fotografía (Constantino Gaito, abril 16) o, el 18 de abril una composición visual combinando tres fotograbados y un grabado a mano, narrando visualmente momentos de la expedición de la fragata Sarmiento a los mares del sur. Desde ese mes, las composiciones visuales para cubrir espectáculos e inicios de temporada de ópera y canto lírico pasan a ser predominantemente fotográficas. 

Este gran avance de abril de 1901 se sostiene, aunque con algunos altibajos, a lo largo del resto del año y primer semestre de 1902. Pero en el segundo semestre de este último año se produce una verdadera revolución, alcanzando plena habitualidad la imagen fotográfica, las composiciones integradas entre texto escrito y fotografía (notas y crónicas ilustradas), las composiciones entre distintos elementos visuales (fotografía, dibujo, tipografía estilizada, orlas) y la extensión de la fotografía hacia el registro de paisajes, retratos y animales del ámbito agropecuario. Del mismo modo que no hay comentarios ni celebración en torno a los primeros fotograbados, tampoco los hubo ante las notables mejoras de abril de 1901 y del segundo semestre de 1902. Solo en un mínimo comentario en la edición del 4 de enero de 1904, se hace referencia a que fue un momento decisivo de mejoras e incorporación sistemática de imágenes: “... Hoy en día, la impresión de fotograbado con máquina rotativa, que hace algo más de dos años era un problema más difícil, es un punto resuelto”.

*Dibujando la Nación, editorial El Colectivo. (Fragmento).