Fuentes de distintas entidades de la salud aseguraron a PERFIL que la escasez de divisas para la importación de insumos, equipamiento médico y la remarcación de precios por parte de proveedores, están generando graves inconvenientes para el abastecimiento en aspectos más que sensibles, enfocados en diagnóstico médico, atención de tratamientos y urgencias quirúrgicas.
Advirtieron a su vez que, de continuar esta situación, "el desabastecimiento se va a dar muy pronto" ya que, "si no entra materia prima, y el país debe producirlo en 60 o 90 días, en los próximos meses van a existir faltantes en productos oncológicos y aquellos de mayor complejidad".
También explicaron que puede generarse, por mencionar, stock de endoprótesis o de bombas de insulina y comercializarse en el cortísimo plazo, en unas 96 horas como máximo. Sin embargo, hay productos farmacéuticos que tras su fabricación nacional,dependen de una evaluación del ANMAT, lo que demora su circulación por al menos tres meses.
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Esto toma lugar en medio de un panorama más que complejo respecto a la moneda estadounidense, con unas reservas del Banco Central en números rojos, la volatibilidad cambiaria producto de esta situación, además de las limitaciones al acceso y uso de moneda extranjera, y las restricciones a las importaciones consecuentes. Todo esto es un "caldo de cultivo" que está afectando a muchos sectores, aunque uno de los que más está sufriendo el golpe es el de la salud.
Una problemática que tiene todos los indicios de estar agravándose con el transcurrir de los días, en un sistema tan sensible como el sanitario.
"Pagamos a precios más caros que en cualquier país del mundo"
Juan Manuel Ibarguren es titular de la Cámara de Medicina Oftalmológica, un sector cuyo 40% de insumos necesarios para operar requieren importación. Según detalló en diálogo con PERFIL, actualmente los precios "están dolarizados al tipo de cambio informal, o Blue" ya que "los proveedores aducen no tener certeza de cuál es el costo de reposición debido a que no han podido girar, según ellos, los pagos correspondientes a los últimos ocho meses".
Esto es significativo si consideramos que, la semana pasada, la Secretaría de Comercio de la Nación, a cargo de Matías Tombolini, y el Ministerio de Salud, liderado por Carla Vizzotti, se reunieron con asociaciones y cámaras del sector, a quiénes les prometió la habilitación del equivalente al 10% de la importación anual del sector, lo que equivale a un aproximado de U$S 390 millones, para pagos pendientes y saldo de deudas.
Según cifras del Gobierno Nacional, con esto se autorizaron el 100% de los pagos de SIRAs solicitados, por un total de U$S 3.903 millones. "Esta mesa permite empezar a ver cómo resolver las tensiones. También da la posibilidad de escuchar, dialogar y reconocer qué cosas tenemos que hacer mejor y qué cosas están hechas", afirmó Tombolini. Aunque el dato divulgado posterior a esta "mesa de diálogo" entre el Gobierno y el sector choca con el panorama denunciado.
"Nuestros costos se han disparado a un nivel casi inabordable. Y, en simultáneo, no tenemos respuesta por parte de las prepagas y obras sociales, que no nos reconocen, ni en tiempo ni en forma, la realidad que atravesamos", sostuvo el referente de CAMEOF.
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En línea, afirmó que "mientras a nosotros los proveedores nos han acortado los tiempos de pago, y nos han obligado a hacerlo al contado, las prestadoras nos siguen pagando con plazos insostenibles", lo que está afectando no solo a los empresarios y comerciantes, sino también a los trabajadores de la salud, que, por la faltante que esto ocasiona, han tenido que "recurrir a marcas con menos calidad que no les da garantías de seguridad ni para ellos ni para el paciente".
"Ese problema, ese riesgo empresario, se traslada al prestador de salud, que tiene que asumir los costos absolutamente inflados en dólares, porque hoy estamos pagando algunas prótesis o elementos necesarios para la cirugía con precios más caros que en cualquier lugar del mundo. Nosotros tenemos contactos con Estados Unidos y Europa y algunas lentes intraoculares y sustancias necesarias para abordar desmembramientos de retina tienen precios un 30% mayor que en Londres o en Chicago, lo que es descabellado porque tienen valor internacional", reveló.
Estas declaraciones se dieron mientras, en simultáneo, el Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires alertó, por medio de un comunicado, que cientos de comercios ya no atenderán con obras sociales y prepagas, interrumpiendo las ventas de medicamentos con descuentos por "la emergencia por la que está pasando el sector".
Esto acontece por las mismas causas que produce la falta de insumos: la dificultad en el acceso a divisas, y su escasez, además de la capacidad de respuesta de las prestadoras, cuyos aumentos están congelados hasta diciembre por el Gobierno Nacional y que no estarían compensando las necesidades de la salud.
Pasan los meses y el panorama sigue siendo crítico
Todo esto estaría agudizando la crisis del sector denunciada en agosto, cuando el propio Ibarguren enfatizó en que "la situación es crítica" y aseguró que, de no haber solución alguna, "está en riesgo el sistema de salud" ya que "esto es, prácticamente, llevarlo a la quiebra".
En aquel momento, el panorama era similar, aunque con principal enfoque en la habilitación de importaciones. A finales de dicho mes, tras varias semanas de reclamo y luego de un contacto con la Mesa de Asistencia Sanitaria de la ADUANA, se liberaron 40 SIRAs por lentes intraoculares y materiales necesarios para las cirugías de cataratas. Esto, tras una promesa del Ministerio de Salud, del Banco Central y de la Secretaría de Comercio, en conjunto, de "ordenar lo que haga falta" para que no se vuelva a demorar el ingreso de esos insumos al país.
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"Ya ni alcanza con esas gestiones porque las SIRAs se convirtieron en un reflejo del problema. Hoy no hay un control para saber si el proveedor me está diciendo la verdad o si está especulando. Lo que sí es una realidad es que no están pudiendo girar pagos al exterior y evidentemente no tienen capacidad de reposición, algo que terminan trasladando a los precios", dijo.
Y de cara al futuro, y más específicamente a un 2024 con nuevo gobierno a definirse vía balotaje, Ibarguren aseguró que el panorama no es alentador. "Argentina tiene un problema estructural y ninguno de los dos candidatos presidenciales tiene alguna propuesta al respecto", concluyó.
Esto último, relacionado, sobre todo, con el cepo al dólar, un tema que tanto el actual titular del Palacio de Hacienda como el referente de La Libertad Avanza no solucionarían, al menos de manera integral, según aseguraron en reiteradas oportunidades, durante el próximo año.
LR