El Economista Jefe de JP Morgan para el Cono Sur y Los Andes, Diego Pereira, sostuvo en diálogo con PERFIL que, aunque "las proyecciones de cara al 2024 son muy dependientes del resultado" del balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, además de las medidas que pueda llegar a tomar el también Ministro de Economía, y que puedan "comprometer el déficit fiscal", "la inflación seguirá siendo muy alta, sobre todo en la primera mitad del año".
En diálogo con PERFIL, el economista uruguayo, recibido en la Universidad de la República (UdelaR) y con extensa trayectoria en la materia, desempeñándose como investigador en el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CESES), como consultor externo en el Bank of América y como docente de la Universitad Pompeu Fabra de Barcelona, realizó un análisis micro y macroeconómico del país a pocas semanas de la definición electoral.
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En mediados de agosto, luego de las PASO, el banco más grande de Estados Unidos, además de una de las mayores empresas financieras del mundo, publicó un duro pronóstico sobre la economía argentina para lo que resta del 2023.
A través de un documento, difundió un IPC interanual para diciembre del 2023 del 190%, con una suba del 40% en comparación a la anterior publicación a raíz de lo que denominaron el "Milei-Quake", nombrada así a la incertidumbre provocada por el incremento en la popularidad del candidato de La Libertad Avanza, así como la devaluación del 22% impuesta por el Gobierno el lunes 14 de agosto y los efectos consecuentes de la misma.
Sin embargo, y a menos de 20 días para conocer el nombre del nuevo Presidente de la Nación, la entidad renovó sus estimaciones. En el nuevo escenario base, la suba de precios proyectada a diciembre, a nivel interanual, es del 210%, con una caída en la actividad económica de alrededor del 3% y unas reservas brutas del Banco Central en U$S 18.000 millones, seis mil millones menos que las registradas por el organismo en la última actualización, el 24 de octubre.
Las proyecciones económicas en medio de la definición electoral
Es en este contexto tan volátil que Pereira no dudó en enfatizar en que "las proyecciones 2024 son muy dependientes del resultado de la elección presidencial", a partir de las diferentes ideologías y propuestas entre Sergio Massa y Javier Milei.
Por mencionar, mientras uno resalta el rol del Estado asegurando que "cumple con aquello que al mercado no le interesa satisfacer", el otro se pasea con motosierras por las calles, en caravana, subrayando su postura de reducir el gasto público a partir de diferentes recortes en diversas áreas, como la educación y la salud, además de la asistencia socioeconómica a los sectores vulnerables. Esto, sin considerar el plan de dolarización que plantea llevar adelante de arribar con sus valijas a la Quinta de Olivos.
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"Sin embargo, sí adelantamos otro año de contracción del Producto Bruto Interno, a pesar de la recuperación en la producción agrícola", agregó. Esto último, en base a las estimaciones del sector de una mejora en los niveles de cosecha y exportación luego de dejar atrás la sequía histórica de los últimos años, y que se intensificó en el vigente, en medio del alivio provocado por el fenómeno climático de "El Niño" y sus características predominantemente húmedas.
A su vez, sostuvo que "la inflación seguirá siendo muy alta, sobre todo en la primera mitad del año", sin importar quién se imponga en las urnas el próximo 19 de noviembre. "De hecho, el promedio de inflación el año que viene se espera sea mayor al de este año, independientemente de quien gane las elecciones", resaltó.
Cabe señalar que, en septiembre, la variación mensual del IPC fue del 12,7%, de dos dígitos por segundo mes consecutivo en un hecho inédito desde la última hiperinflación, en finales de los 80' e inicios de los 90'. A su vez, el acumulado anual es del 103,2% y el interanual, del 138,3%.
Esta proyección de JP Morgan de cara al 2024 va en línea con la expresada por otras entidades financieras globales, como puede ser la calificadora de riesgo Moody's, quién fue mas allá y sostuvo que la suba de precios el próximo año será del 350% anual, con variaciones mensuales en el IPC de más de 25 puntos a lo largo de todo el 2024.
Respecto al dólar, el Economista Jefe espera una corrección cambiaria, con el que "las reservas deberían mejorar, con el Banco Central siendo capaz de comprar por no más de cinco o seis mil millones de dólares". En la actualidad, el tipo de cambio oficial está delimitado por la entidad, fijado a $350, mientras que el Contado con Liquidación se posiciona en $855 y el Blue a $980, con brechas del 144,2% y del 180%, respectivamente.
En este sentido, dijo que "la incertidumbre política repercute en un menor valor de la moneda debido a dos factores: el factor expectativa, y el fundamental".
"El primero, porque los agentes económicos perciben que se enfrentan a una disyuntiva: por un lado, continuismo en lo asociado a controles de capital, distorsiones macrofinancieras y baja expectativa de implementación de políticas que eleven la productividad y el crecimiento potencial; y, por el otro, discontinuidad en cuanto a instituciones monetarias y financieras, sobre todo si se mantiene la idea de la dolarización. Esta disyuntiva alienta la caída en la demanda real de dinero, lo que implica menor valor del peso", afirmó.
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Solucionar el déficit fiscal en medio de falta de divisas y acceso al crédito
A su vez, relacionó la erosión del peso con el déficit fiscal, uno de los principales ejes de los candidatos presidenciales durante la campaña. Respecto a este tópico, estimó un déficit primario del 3% del PBI este año, casi el doble del 1,9% acordado con el Fondo Monetario Internacional, y fue contundente: "El déficit fiscal es simplemente demasiado elevado para un país con ahorro doméstico muy bajo, y sin acceso a los mercados privados de deuda externa".
Esto último podría justificar el gran interés del Gobierno Nacional en ingresar a los BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que representan el 23% del PBI y el 18% del comercio internacional. Esto considerando que, en 2015, crearon el Nuevo Banco de Desarrollo, presidido por la exmandataria brasileña Dilma Rousseff, con quién se reunió en los últimos días el presidente Alberto Fernández para entregar una carta formal y cumplir con el primer paso del proceso de incorporación.
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Éste se autoproclama como una mejor alternativa que instituciones como el FMI al apoyar proyectos de desarrollo e infraestructura sin condicionalidad, lo que lo diferencia de los otros organismos financieros internacionales y por lo que Argentina podría recibir líneas de financiamiento aún en el contexto en el que se encuentra el país.
Y respecto al Fondo Monetario Internacional, Pereira sostuvo que "independientemente de quien gane la elección, Argentina deberá negociar con el FMI un nuevo programa". Esto, en medio de tensas relaciones entre el Gobierno Nacional, que la acusa de ser responsable de la crisis económica, y el organismo, que ha apuntado en tiempos recientes contra las últimas disposiciones económicas de Sergio Massa, afirmando que "exacerban las dificultades del país".
"Debido a los incumplimientos de este año, es esperable que el nuevo programa sea más ambicioso sobre la corrección fiscal necesaria para situar al país en una trayectoria compatible con alta probabilidad en cuanto a la sostenibilidad de la deuda", manifestó.
Los principales desafíos económicos, sea Sergio Massa o Javier Milei el próximo presidente
Por último, y sobre los principales desafíos a los que se enfrenta la economía argentina en la actualidad y en horizonte cercano, aseguró que "son múltiples y desafiantes" pero que "la prioridad debe ser estabilizar la macroeconomía para elevar niveles de vida, crecimiento y bienestar".
En este sentido, agregó: "El corregir los desbalances cambiarios, además de la hoja de balance del Banco Central, y el dar credibilidad a las políticas monetarias y cambiaria deben ser enfrentadas con toda decisión en un programa de estabilización".
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"Y para ser sostenible, ese programa de estabilización debe ser acompañado de un ajuste del gasto público importante. Argentina no necesita un déficit cero, sino un superávit primario por encima del 2.0% del PBI. Y ese ajuste debe ser sostenible en el tiempo. Si hay dudas sobre la sostenibilidad del compromiso fiscal, los planes de estabilización tarde o temprano fracasan", concluyó.
LR CP