Hay un denominador común de preocupación en los potenciales aspirantes de la oposición a ocupar el sillón de la Casa Rosada a fin de este año: el nivel de endeudamiento tomado durante la gestión macrista. Así lo plantean los referentes económicos de los principales postulantes. Este un breve panorama de qué recetas proponen para salir de la crisis
En encuentros con inversores que reveló el periodista Claudio Zlotnik, el ex ministro de Economía de CFK asegura:
Que el objetivo del superávit fiscal fijado con el FMI es “inalcanzable”, y que “los pagos, como se diseñaron, son incumplibles”.
Por eso, en esas reuniones sostiene que “habrá que renegociar duro; al Fondo no le conviene que a la Argentina le vaya mal, y por eso se va a sentar a renegociar”.
Además, planteó que “acá lo más importante es que, gane quien gane, gobernará sin mayorías parlamentarias. Para sacar a la Argentina de la crisis, solo no se podrá. Se van a necesitar acuerdos amplios”.
El ex ministro de Economía de las gestiones presidenciales de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner (entre 2002 y 2005) diagnostica que “pasados estos cuatro años, la economía ya no está estancada, sino que está cayendo, la tasa de inflación se disparó, y tenemos US$ 277 mil millones de deuda que antes no teníamos” y será “un problema en profundidad para la Argentina”.
Sobre el acuerdo con el FMI, afirmó que “cualquier gobierno que asuma deberá renegociar porque es claro que no se cumplirá”. Indicó que “hay que pagar en 2021 y 2022 entre US$ 43 mil y 50 mil millones”, y contó que en su reunión con los técnicos del FMI “les pregunté si ellos creían que Argentina iba a poder pagar eso. Con realismo, me contestaron que no. En su momento habrá que renegociar”
Plan: Alega que “si el gobierno de turno, sea quien sea, no llama a un pacto social, y no trata de formar un gobierno de unión nacional, es muy difícil salir”. Propone “un plan de movilización de recursos”, lo que “significa modificar los precios relativos en Argentina, tiene que subir el salario, el tipo de cambio tiene que ajustarse a esa nueva situación, bajar la tasa de interés que está destruyendo lo que queda de la economía argentina, tienen que estabilizarse donde están hoy las tarifas”.
El ex presidente del Banco Central Aldo Pignanelli es el referente económico, y algunas de sus propuestas elaboradas para ese espacio son:
Acuerdo de precios y salarios con los sindicatos, el Estado y los empresarios.
Renegociación firme con el FMI redefiniendo los plazos de obligación de pago para la Argentina para usar esos recursos para la reducción de impuestos.
Promover crédito para pymes, economías regionales y personas físicas con un seguro de tasa. Transformación de las Leliqs en crédito para la producción financiera.
Evitar la fuga de capitales a través de un sistema de control de capitales (no es el cepo) es información con anticipación. Evitar la bicicleta financiera exigiendo límites en los plazos. No permitir extraer en menos de un año.
Reforma impositiva con reducción de impuestos a pymes, a empresas exportadoras y a sectores del mundo del trabajo. Aumento de impuestos a dinero ocioso de argentinos en el exterior.
El ministro de Economía de Salta, Emiliano Estrada, evalúa que “Argentina tiene problemas estructurales de crónico déficit fiscal, inflación e inestabilidad macroeconómica que hacen imposible el desarrollo de un crecimiento sostenido, y a eso se suma lo que hizo este gobierno en términos de la deuda sin haber generado un impacto en el aumento de la productividad de la economía argentina”. Planteó que “Argentina necesita un modelo de desarrollo económico integral a las cinco regiones distintas que tiene”.
“El primer día hay que mostrar el plan financiero 2020 y 2021, junto con el programa fiscal. Argentina necesita colocar US$ 25 mil millones nuevos en 2020. El FMI representa el 15% de la deuda, el otro 85% es el problema porque está atomizado, por eso cuando asumís hay que dar señales de cuál es tu programa para que te preste el mercado. Con el FMI hay que sentarse a explicarle cuál es nuestra mirada de la economía, mostrarle que un programa económico solo enfocado en lo fiscal y monetario no va a ser la solución; si no tiene un programa de desarrollo económico atrás todo será inútil”.
Criticó “haber dolarizado el tema combustibles” porque “genera inflación constante, por los desmanejos del tipo de cambio”. Propone “trazar una política tarifaria de mediano y largo plazo que sea conocida y acorde a una proyección de inversiones. Las inversiones que vinieron al sector energético quieren recuperar la inversión en cuatro años, y eso hace que explote el cuadro tarifario. Necesitás que las inversiones se repaguen a lo largo de diez años, eso hace un sistema mucho más estable”. Según su análisis, “el esquema tarifario va a ayudar a recomponer el consumo interno, que ayudará a mejorar la recaudación, y contribuirá a cerrar la brecha fiscal”.
La ex ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires Silvina Batakis dictamina que “la preocupación más urgente que tendrá cualquiera que asuma serán los pagos de deuda por el endeudamiento vertiginoso en este gobierno”.
“Creo que en el FMI son conscientes de que Argentina no tiene chances de pagar el volumen de vencimientos de los próximos años, y que va a haber que hacer una renegociación”.
“Se necesita una administración del tipo de cambio. El cepo fue necesario en su momento pero no es lo que tenemos que instrumentar a futuro. Tiene que haber un tipo de cambio diferenciado. Argentina necesita dólares para generar trabajo, no para que una parte se vaya de vacaciones al exterior. Que puedan comprar para irse afuera pero con un tipo de cambio mucho más alto que el promedio de la economía. Hay que hacer una administración de comercio inteligente. Que los exportadores giren las divisas cuando lo necesita el país y no que especulen. Que el capital especulativo no ingrese a Argentina con la libertad que tiene ahora. En Chile tiene que tener un estacionamiento mínimo de dos años”.