ECONOMIA
ECONOMISTA DE LA SEMANA

Los primeros cien días de Milei

20240323_milei_alberto_fernandez_cuarterolo_g
Mando. Milei asumió la presidencia con una economía destruida y arrancó haciendo lo opuesto a Macri. | Pablo Cuarterolo

Esta semana se cumplieron los primeros cien días del gobierno del presidente Javier Milei, y en este artículo quiero hacer un resumen de cómo llegamos al 10 de diciembre último, qué pasó desde entonces y qué nos depara el futuro.

Milei asume la presidencia con una economía destruida. En diciembre último, el EMAE se ubicó un 4,5% por debajo del nivel alcanzado en el mismo mes de 2022, con una tendencia a la baja que comenzó hace 18 meses y se fue acelerando desde entonces. La caída en el nivel de actividad afectó fuertemente a sectores mano de obra intensivos como la industria (-11,9%), la construcción (-5,2%) y el comercio (-8,5%). La administración pública, por su parte, se expandió en diciembre un 2,8% con respecto al mismo mes del año anterior. La recesión comenzó mucho antes de que Milei llegara al poder.

A la brutal recesión con la que llegamos al 10 de diciembre se le suma una inflación feroz. La suba de los precios viene acelerándose desde diciembre de 2020, cuando la economía se abrió nuevamente después de la pandemia. En 2020 cerramos con un 36% de variación interanual en el IPC. Un año después estaba en el 51% y a fines de 2022 alcanzó el 95%. En diciembre último, la variación interanual en el IPC fue del 211%. La inflación mensual ya se había desbocado arriba de los dos dígitos desde la devaluación mal implementada por el ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, luego de las PASO de agosto pasado.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

La situación del BCRA recibida por el actual gobierno también era calamitosa. A fines de 2022 las reservas brutas eran US$ 44.600 millones. El 7 de diciembre de 2023, último día hábil del triunvirato Fernández-Fernández-Massa, las reservas brutas estaban en US$ 21.200 millones y las netas estaban en rojo por US$ 11 mil millones. Los pasivos remunerados en pesos (Leliq y Pases) totalizaban $ 21 billones (12 ceros) y devengaban una tasa del 255% (efectiva anual). Los intereses que se pagaron sobre estos pasivos totalizaron más de $ 16 billones en 2023, un 381% más que en 2022 y un 1.112% más que en 2021.

BCRA
BCRA.

Para concluir con la pesada herencia, repasemos los datos fiscales. En 2023 el resultado primario del sector público nacional no financiero fue deficitario en $ 5,5 billones. El resultado financiero cerró con un rojo de $ 8,7 billones. Esto representa un déficit primario del 2,9% del PBI y un déficit financiero del 4,6%. En diciembre último, las prestaciones de la seguridad social representaban $ 2,1 billones de pesos y eran un 134% más altas que en diciembre de 2022. Mientras que las remuneraciones de los empleados públicos superaron el billón de pesos y se incrementaron un 246% con relación a diciembre de 2023. El ajuste al gasto social ya estaba en marcha, pero el gasto de la política seguía gozando de excelente salud. El esquema de congelamiento de tarifas hizo explotar la cuenta de subsidios económicos, que se incrementaron en un 507% interanual. Este desastre fiscal se enmarca en un contexto de nulo acceso al mercado de capitales internacionales y se complementa con el déficit cuasi fiscal del BCRA que discutimos previamente.

Milei arrancó haciendo todo lo opuesto a Macri en 2015. El día uno comenzó exponiendo frente a la sociedad el estado calamitoso en el que recibió el país. Incluso podríamos decir que exageró un poco, como cuando anualizó las tasas diarias de variación de precios registradas en los primeros días del año como para justificar que estábamos a punto de caer en una hiperinflación. No prometió una lluvia de inversión y no dijo que teníamos que “pasar el invierno” solamente porque estábamos en diciembre.

En materia fiscal arrancó con un fuerte ajuste en las cuentas públicas logrando dos meses consecutivos de superávit financiero (primera vez que ocurre desde 2011) poniendo al fisco en verde por un 0,2% del PBI. Sí, licuó. Menem lo hizo y Duhalde también. No recuerdo experiencia en la Argentina en la que se haya hecho una corrección fiscal sin la licuadora. El único que se animó a intentarlo fue López Murphy en 2001 y duró al frente del Palacio de Hacienda menos que Batakis. Milei subió impuestos sin cortarse un brazo y seguramente está aumentando la deuda flotante al pisar pagos a Cammesa y proveedores varios. Nada nuevo bajo el sol. ¿O me van a decir que Massa no pisaba pagos? ¿Cayeron las jubilaciones en términos reales? Sí, pero eso es con la fórmula de ajuste actual que votaron los miembros del Congreso años atrás.

2023_02_25_dolar_milei_cedoc_g

En el frente monetario y cambiario también se observa un giro de 540º con relación al comienzo de la gestión macrista. En lugar de liberar “el cepo” y flotar, lo sostuvo. Devaluación mediante, mantuvo el crawling peg. Se habla de que recién levantarían el cepo a mediados de año. En 2015, Sturzenegger subió las tasas para alentar la demanda de pesos y planchar el dólar. En diciembre de 2023 Bausili bajó las tasas del 255% al 171%, y hace una semana las volvió a bajar ubicándolas en el 122%. O sea, bajaron a la mitad la emisión de nuevos pesos para pagar los intereses de los pasivos remunerados. A pesar de la baja de tasas y la suba de más del 100% en el dólar oficial, los dólares libres se mantuvieron prácticamente “inalterados” desde entonces. Con subas y bajas en el medio, el CCL comenzaba la era Milei en mil pesos y ahora, cien días después, cotiza a menos de $ 1.100. O sea, el dólar libre subió un 10% en tres meses con una inflación acumulada superior al 50%, devaluación y fuerte recorte en las tasas de interés. Sí, desde la tribuna me hubiera gustado que levantaran el cepo o que por lo menos aflojaran más con muchas de las regulaciones que limitan el normal funcionamiento de los mercados de cambio.

Todas estas medidas no son gratis. La devaluación y las expectativas de un nuevo salto cambiario alentaron la suba de precios y los ingresos se desplomaron. El salario real en enero de 2024 se encuentra en niveles similares al piso de la crisis de 2002. La caída en las ventas es brutal y es de esperar que la recesión y el desempleo empeoren. A los problemas económicos se les suman los problemas políticos. “La casta” defiende con uñas y dientes sus privilegios. Ya le voltearon la ley Bases, mientras que el mega-DNU tambalea en el Congreso. Sin embargo, hay luz al final del túnel. La inflación está bajando rápidamente. El BCRA acumuló reservas brutas por más de US$ 7 mil millones y las netas crecieron en casi US$ 10 mil millones. Obviamente, sigue habiendo cepo, pero tengamos en cuenta que el gobierno anterior tampoco les daba libre acceso a la divisa a los importadores y perdía reservas. Los bonos suben y el riesgo país se desploma. El Merval se mantiene en torno a los US$ 1.000 a pesar de la recesión. Si Milei logra resistir a los embates de la política, no comete errores y sostiene la corrección fiscal, la economía lo va a acompañar con buenos resultados y en 2025 podría hacer otra elección histórica que le dé un Congreso más amigable para aprobar sus reformas. Solamente entonces la Argentina podrá comenzar realmente un camino de crecimiento sostenido. Quiero creer.

* Director de la licenciatura en Economía de la Ucema.