El Personal Fest Buenos Aires tiene este año, como uno de sus nombres más convocantes, a Robbie Williams. El cantante inglés actuará el 10 de noviembre en el Club Ciudad Buenos Aires. En 2004 había hecho una visita promocional y había pasado por ShowMatch. Dos años después, en River dio su primer concierto. Desde entonces, los fans locales esperaron esta nueva ocasión para reencontrarse con el cantautor que los complace, que sabe cuáles son sus hits y los hace coincidir con sus preferencias personales: “De las que he escrito, mi canción favorita es Feel –le cuenta a diario Perfil–, porque el día en que escribí esa letra fue un gran día. Y Angels es también una gran canción para mí, tiene un lugar especial en mi corazón”.
Williams sabe de éxitos. En los 80 integró el grupo Take That. Desde los 90 es solista. Su reciente disco, The heavy entertainment show, que fue lanzado en noviembre de 2016, estuvo 23 semanas en el tope de la lista de álbumes en Inglaterra y se convirtió en su duodécimo disco en lograr este récord, con lo que desplazó de ese podio a Elvis Presley, el cantante que más discos número uno había logrado en ese país. Williams cataloga sus creaciones de pop-rock como llenas de “grandes coros, letras universales, melodías universales”. Hombre de escuetas palabras, con lances de típico humor inglés, así sigue la conversación:
—¿Qué recuerdos tienes de cuando estuviste en la Argentina?
—Recuerdo al público más afectuoso y maravilloso del mundo. Fue un momento increíble. El intercambio de energía que se produjo va a permanecer conmigo por el resto de mi vida. Algunas imágenes de la multitud quedaron en mi memoria y nunca se van a borrar. Recuerdo a la multitud moviéndose como un mar. No sé cuánto espacio hay en ese estadio, pero sé que es enorme. La gente se movía como una marea. No había visto eso en otras partes del mundo.
—¿Qué se ha ido transformando en tus shows a lo largo de estas décadas de trayectoria?
—Estoy más lento y más gordo, je. [Pero] los shows no han cambiado mucho. Soy el mismo intérprete, aunque hay nuevas canciones.
—¿De dónde tomas inspiración para tus canciones?
—No lo sé, es algo que simplemente sucede. No depende de dónde esté ni de lo que haga. La inspiración a veces viene y a veces se va. No tengo un proceso para lograr inspiración. Solo tomo fragmentos de todo lo que me rodea.
—Para escribir tus letras, ¿hay lecturas que te nutran?
—No, no tengo. No leo.
—¿Escuchas música por placer personal?
—Habitualmente estoy escribiendo y tratando de ver cómo corregir mis letras. Solo pocas veces escucho música como entretenimiento.
—¿Te gusta estar de gira todo el tiempo?
—En realidad no. Me gustan los shows y el público, pero no me gusta no dormir por la exigencia de las giras, que ocupan la mayor parte de mi tiempo.
—Fuera de los compromisos profesionales, ¿qué hacés ?
—Escribo canciones; me gusta jugar al fútbol con mi computadora, me gusta pasar el tiempo con mi familia. Y necesito moverme, porque soy muy sedentario.
Rock sin alcohol
—¿Qué hay de la mítica asociación entre rock and roll y excesos?
—Realmente no lo sé. Soy un hombre de 44 años que no ha bebido en los últimos 18 años. Sé que hay muchos artistas que buscan notoriedad, pero yo no tengo conocimiento al respecto. En todo caso, esta pregunta había que hacérsela al que busca ser noticia por este tema. De mi persona, solo puedo decir que el día que no esté sobrio voy a morir :no bebo.
—¿Y qué hay de la otra mítica, y tensa, relación entre artistas del rock y compañías discográficas?
—No sé lo que hace la compañía discográfica en la que grabo. Solo conozco a las personas con las que trabajo durante las promociones. Sin presiones.
—¿Cuándo sentiste por primera vez que te habías vuelto un cantante famoso?
—La semana que viene, je. No lo sé... Recuerdo un día que paré en una estación de servicio en una ruta y, al recorrer el lugar, vi que todas las revistas tenían las fotos del show donde había actuado. Pero en realidad nunca hubo un momento donde sentí “¡Guau! Soy famoso”, porque esto es como una película que trata de progresar y de avanzar. Además, nunca me doy cuenta de lo que pasa en el momento.
—¿Qué soñabas ser cuando eras niño?
—Soñaba con ser actor. Nunca pensé que podría cantar.
—¿Qué hizo que cambiara el destino?
—Tuve suerte. Hice una audición para una banda de niños: así que actué como cantante.
—Entonces, ¿sos un actor en el escenario?
–Absolutamente. En el escenario no soy yo. Actúo para el público que va a ver el show.
