A la hora de hablar de su universo musical considerando su participación en el megaevento Pride, donde cantó ante un millón de personal, y el lanzamiento del single “Tik Tak”, DJ Mami da conecta de sus coordenadas: “No sé si lo puedo definir, me cuesta mucho definir las cosas. Sí sé que es un universo de por sí muy amplio. al ser DJ desde hace varios años, al ser conductora de eventos que tuvieron un montón que ver con los musical, y hoy al hacer mis propias canciones, se genera un espectro amplio donde moverme y donde crear. Describirlo es raro, porque es muy oscilante. A veces mi faceta como DJ está en primero plano, por otros momentos las canciones son las que mandan, y lo más importante. Pero, sin dudas, la música es lo más importante de mi vida”. Y suma: “Siento que desde chica descubrí eso. No tuve la suerte de contar con una familia melómana digamos. Mi gustos eran bastante acotados de chica, pero mis ganas de investigar y pasear por el universo musical eran muy grandes. Entonces comencé a escuchar de todo. Imaginate que a los 11 años escuchaba a los Redondos, Prodigy y Marilyn Manson. Así se fue dando un camino de ida, y a los 11 descubrí el dance hall. Cuando me hice DJ empecé a pasar Dance Hall, que es música jamaiquina muy bailable, y reggaetón, que en esa época era mala palabra. Una mujer DJ pasando reggaetón era algo que no veía. Me costó mucho. Pero esos géneros eran tan bailables, tan divertidos, tan expresivos que siempre les puse muchas fichas y aquí estamos”.
—¿Cómo vivís entonces hoy el vínculo con los géneros urbanos, ahora que están de moda como nunca?
— Los vivo de manera muy presente. La fiesta que creé, El club del sodeado, estuvo siempre cerca del boom. Por esta fiesta pasaron muchos artistas del género urbano en Argentina, muchos artistas del género tropical. Es como que siempre lo he vivido muy de cerca. Y a la hora de componer me siento parte de ese género y no de otro.
—Sos parte de un generación de artistas que logró salirse de los canales tradicionales para comenzar a triunfar ¿te sentís parte de un movimiento muy libre a la hora de las influencias?
—Creo que eso se da porque no hay precedentes de este género que hablamos. Arrancó muy fresquito, muy clean. Esas mañas a las que estamos acostumbrados de trazar una línea y delimitar, acá no se pudo aplicar. De repente, empezó a sacudir con intensidad. Todos creyeron, o muchos, que era una moda. Ahora el urbano argentino es un rubro internacional. ¿A dónde va? Siento que va a profesionalizarse cada vez más. y a dejar a presente en la historia de la música popular argentina. Va a dejar un precedente, habrá un antes y un después de esto que arrancó en 2017. Todavía sigue dejando una estela esa explosión, y todavía sigue explotando.
—¿Qué te conmueve del crear?
—Me conmueve el dub, me conmueven que colegas se hagan grandes poetas contemporáneos y que sean la voz de una generación, y esas voces son cada vez más escuchadas y comprendidas. Te hablo de Duki y de Cazzu, por ejemplo. Me conmueve la gente bailando feliz en mis sets para tener un momento de colección.