En su debut como conductor en la televisión por internet, el líder opositor venezolano Henrique Capriles Radonski busca llegar a sus seguidores ante la pérdida de su principal tarima mediática, el canal Globovisión, que tras su venta ha sorprendido a su audiencia entrevistando a líderes chavistas.
En un pequeño y sencillo estudio en el este de Caracas, Capriles transmite los martes al mediodía su programa Venezuela somos todos por la web Capriles.tv. “Creamos esta ventanita a través de la cual nos puedan ver porque el objetivo que tiene el gobierno es hacernos invisibles”, explicó el ex candidato presidencial. “Hoy no existe una pantalla de televisión, como había antes, que con libertad podía informar lo que teníamos que decir”, agregó.
El gobernador del estado de Miranda lanzó este espacio luego de que Globovisión, que confrontó históricamente con el gobierno de Hugo Chávez y que daba amplia cobertura a la oposición, fuera vendida en mayo y de que sus nuevos dueños anunciaran un giro al “centro” en la línea editorial.
Globovisión dejó de transmitir en directo a Capriles, redujo la cobertura de la oposición y ha entrevistado a destacados dirigentes chavistas luego de más de una década sin tener en su set a figuras del gobierno. Los funcionarios se negaban a acudir argumentando que el canal apoyó el fallido intento de golpe de Estado contra Chávez en 2002.
La señal consiguió incluso una exclusiva con el presidente de la Asamblea Nacional y número dos del chavismo, Diosdado Cabello. “Antes, la ausencia (en Globovisión) era natural porque nos sentíamos agredidos”, se excusó Cabello, al tiempo que aseveró que ahora el canal “tiene mucha más objetividad”.
Según la socióloga venezolana Maryclen Stelling, Globovisión tiene hoy una “programación más equilibrada”, en parte por las reuniones que tuvo Maduro con dueños de medios al iniciar su gobierno y luego de reconocer que “la confrontación mediática” afecta la convivencia en el país.
Para Luis Carlos Díaz, experto en redes sociales del Centro Gumilla, en Caracas, el canal busca “ganar credibilidad ante una audiencia más diversa”, aunque eso implique “un quiebre con un público opositor radical”. De acuerdo con Díaz, la entrevista a Cabello muestra que lo que era “la principal trinchera” de la oposición “definitivamente cambió”.