INTERNACIONAL
Europa del este

Cómo es y qué pasa en Transnistria, el único "país" que mantiene la hoz y el martillo en su bandera

Cómo funciona esta región "atrapada en la Unión Soviética" que se siente amenazada y pidió protección a Moscú.

Transnistria escudo
Transnistria escudo | archivo

Transnistria tiene ese nombre de tierra de fantasía, quien sabe de algún mundo de las galaxias, o sólo de un trabalenguas. Cuando alguien dijo que es un país "atrapado en la Unión Soviética", es decir en un concepto, probablemente acertó, porque lo que parece, sobre todo su capital Tiráspol, es un "museo a cielo abierto" en modesta escala de la inabarcable república socialista disuelta.

La estatua de Lenin, con la capa rígida de la talla en el mármol pero a la vez al viento, al frente del palacio de gobierno brutalista, el estilo de arquitectura que el mundo comunista adoptó para expresar su mensaje de poder; la hoz y el martillo en la bandera, la única en el mundo que conserva esos símbolos. En este "país que no existe", como lo llaman muchos, no faltan las calles con nombres de figuras comunistas o fechas importantes de la era soviética.

Por su silueta alargada parece un Chile de Moldavia. Pero no hay Cordillera en el medio y en realidad no se trata de dos países diferentes sino que uno (Transnistria) es una región del otro (Moldavia). Salvo para la propia Transnistria, que desde 1992 se considera una nación independiente y solo es avalada por un par de regiones que buscan lo mismo, Nagorno Karabaj y Osetia del Sur, ninguna de los dos reconocidas por Naciones Unidas.

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Transnistria Lenin

Transnistria es un vestigio físico de la URSS porque la integró, como parte de Moldavia, uno de los países del conglomerado soviético. Esa etapa se desarrolló desde 1940 hasta 1990, cuando el gigante se disolvió.

Ya un poco antes de eso había estallado un conflicto entre la recién independizada república moldava y los grupos separatistas de Transnistria, que pretendían mantener los lazos con Moscú. El enfrentamiento no fue muy largo pero dejó como herencia a los más de 1.500 soldados rusos que siguen en el lugar hasta el día de hoy.

Unión Soviética: la historia de su creación

Aunque para la mayoría de los países del mundo no signifique nada, Transnistria tiene su propia Constitución, su gobierno, sus fuerzas armadas, y también su moneda, por supuesto. Los habitantes no superan los 500.000 y aunque el pasaporte transnistrio existe, muchos tienen doble o triple nacionalidad, sea rusa, moldava o ucraniana.

Es un país/región de emigrantes, pobre respecto de la media europea y de la propia Moladavia: desde la independencia se fue un tercio de la población. Rusia suele ser el imán principal para ir a buscar trabajo.

Además de los monumentos, los símbolos, y ese "ambiente" general soviético, Transnistria es conocida porque aloja el mayor arsenal de la Guerra Fría, unas 20.000 toneladas de armas y municiones. Durante décadas se alentó el temor por una explosión infernal (las famosas cuentas sobre la posible cantidad de "hiroshimas" a las que se arriesgaba la zona). Pero muchos expertos coinciden que son armas viejas y en desuso y que en definitiva se trata de un cementerio.

Transnistria

Ahora, ¿es Transnistria realamente un país comunista? En los aspectos cruciales, no. Lo rige una democracia multipartidaria donde los presidentes suelen ganar con mayorías abrumadoras. Por ejemplo, el actual jefe de Estado, Vadim Krasnoselski, triunfó en las elecciones del 2021 con un 87,04 % de los votos.

El dato es que, más allá de los resultados, todo el arco político defiende la independencia y en algunos casos promueve la adhesión a Rusia. Nadie en el círculo de poder quiere saber nada con Moldavia.

Transnistria: capitalismo de hoz y martillo

La economía de Transnistria es capitalista, con la particularidad de que hay una empresa que prácticamente hegemoniza la actividad.

El nombre parece acorde, se llama Sheriff, y la fundaron dos agentes de la KGB, Ilya Kazmaly y Viktor Gushan. Empezó como una empresa de seguridad, pero se transformó en un multirrubro que no deja ramo sin tocar: estaciones de servicio, supermercados, y hasta el mejor estadio de Moldavia, si contamos todo como un país.

Con sus estatuas, los tanques como monumentos, los retratos de Stalin que todavía cuelgan en algunas oficinas o los posters con motivos soviéticos que adornan algunos talleres mecánicos, pero también con su modo de intercambio capitalista, Transnistria es un sitio que vivió en un relativa paz durante estas décadas.

La guerra traspasó las fronteras ucranianas y llegó hasta una región prorrusa de Moldavia

Pero el desorden que generó la guerra entre Rusia y Ucrania despertó las alarmas, por la supuesta amenaza de una avanzada moldava. Entonces pidieron formalmente una protección rusa.

¿Cómo lo hicieron? A partir de un resolución del Congreso, que alegó que los 220.000 ciudadano rusos que viven en Transnistria deben ser custodiados frente a la "creciente presión" de Moldavia, que, según denuncian, está "dañando la economía" y "violando los derechos humanos y las libertades".

Alertas que la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, rechazó de plano, al explicar que lo que busca su gobierno "es dar pequeños pasos para la reintegración económica del país”.

Transnistria: qué está pasando ahora

En 2006 el Congreso unicameral de Transnistria llamó a un referéndum para la adhesión a Rusia. Más del 95 por ciento de los votantes lo apoyaron, pero ante la falta de reconocimiento internacional, y que además Moscú no respondió a la petición, pasó de largo.

Transnistria

Ahora se esperaba un nuevo intento en ese sentido, pero la intención se redujo al pedido de protección rusa.

Aunque el presidente Krasnoselskiy tomó distancia del pronunciamiento de los congresales y dijo que busca un "diálogo pacífico" con el gobierno de proeuropeo de Moldavia, los legisladores insisten ante los medios internacionales que con el bloqueo de importaciones y otras medidas, los vecinos desataron una "guerra económica" en su contra, para convertir a la región autónoma en otra cosa muy diferente: un gueto.

La semana pasada algunos legisladores se trasladaron a Moscú, y este miércoles llegó el mensaje público del gobierno ruso.  "Las personas que están en Transnistria viven en condiciones muy duras. Por supuesto, necesitan en gran medida ayuda. Rusia está abierta a esa ayuda, pero preferimos hasta el último minuto resolver cualquier problema mediante el diálogo, el diálogo político", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, durante una encuentro con estudiantes.

 

 

LT/ff