INTERNACIONAL

Condena internacional por el informe sobre torturas de la CIA

Diversos países y organismos internacionales rechazaron el reporte que blanqueó el maltrato a supuestos terroristas.

En total 119 personas fueron capturadas y mantenidas en prisiones secretas de la CIA en diferentes países, que podrían ser Tailandia, Afganistán, Rumania, Polonia y Lituania, entre otros.
| AFP

Mientras el Senado estadounidense continúa debatiendo la gravedad de las torturas proferidas por agentes de la CIA a supuestos terroristas detenidos por la agencia de inteligencia de ese país, la comunidad internacional expresó su repudio por las técnicas utilizadas, que ya eran un secreto a voces desde 2007.

En total 119 personas fueron capturadas y mantenidas en prisiones secretas de la CIA en diferentes países, que podrían ser Tailandia, Afganistán, Rumania, Polonia y Lituania, entre otros, aunque no fue confirmada oficialmente la localización de estos centros secretos. Si bien el presidente Barack Obama abolió el programa secreto de interrogatorios de la CIA en 2009, el escándalo salpica también a su administración.

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“Asumimos nuestra responsabilidad por este periodo horrible y debemos estar orgullosos de ser capaces de hacerlo”, justificó el secretario de Estado John Kerry.

Métodos. Si bien el dossier no utiliza la palabra “torturas”, refiere e “interrogatorios reforzados”, para los cuales se habrían utilizado diferentes formas de presión sobre los detenidos, consideradas por movimientos de defensa de Derechos Humanos como simples vejaciones. Entre ellas, se destacan:

  • Submarino. El simulacro de ahogamiento (por inmersión o asfixia) es similar al que utilizaran las fuerzas de seguridad argentinas en la última dictadura. Según apuntó la agencia AFP, Jaled Cheij Mohammed, presunto cerebro de los atentados del 11-S fue víctima de esta técnica en 183 oportunidades. En marzo de 2003, sufrió ahogos cinco veces durante 25 horas. El "submarino" le provocó vómitos y convulsiones. Años atrás, el exvicepresidente Dick Cheney defendió su utilización y hasta reconoció que él dio la orden para aplicarlo en algunos casos.
  • Rehidratación rectal. Al menos cinco hombres detenidos por la CIA fueron alimentados a través del recto. El informe señala que no había una necesidad médica para someter a los prisioneros a esa práctica.
  • Walling. Sumada a las bofetadas y golpes en el área digestiva, la "técnica de la pared" consiste en ubicar a la persona detenida frente a pared; el interrogador la atrae hacia él y luego la lanza violentamente contra la pared.
  • Privación del sueño. Los presos podían pasar despiertos hasta un máximo de "alrededor de 180 horas", en posiciones incómodas: "de pie, con las manos al nivel o sobre la cabeza", encadenados y atados al techo.
  • Aislamiento y confinamiento. De acuerdo con el informe, entre junio y agosto de 2002, Abu Zubaydah fue "aislado durante 47 días sin ser interrogado". Zubaydah fue colocado en una suerte de caja del tamaño de un ataúd durante 266 horas, más de 11 días, y en otra todavía más pequeña durante 29 horas, mientras se lo interrogaba. En un centro secreto de detención, identificado con el nombre de "Cobalt", "pozo de sal" de la CIA en Afganistán, un prisionero podía ser mantenido en medio de una oscuridad total, de pie, con las manos atadas sobre su cabeza y por lo general desnudo. En las celdas únicamente había un cubo para guardar sus desechos.
  • Amenazas psicológicas. El reporte presentado al Senado estadounidense asegura que estas son algunas de las técnicas más usadas. A los detenidos se les proferían diversas advertencias vinculadas a sus familias, como degollar a sus padres, hijos, violar a sus esposas, etc.

Condena internacional. Si bien los cuestionamientos a nivel internacional se repiten, para Estados Unidos se trata de un tema cerrado.

En Kabul, el presidente afgano Ashraf Ghani se dijo "indignado", al denunciar que "no hay justificación" para la "tortura inhumana en el mundo de hoy", mientras el canciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, dijo que las acciones de la CIA son "una grave violación a los valores liberales y democráticos".

De su lado, la Unión Europea estimó que las revelaciones "plantean cuestiones importantes sobre la violación de los derechos humanos por parte de las autoridades estadunidenses".

"Los responsables de esta conspiración criminal deben ser presentados ante la justicia", reclamó el relator de la ONU para los Derechos Humanos, Ben Emmerson.

Centradas en la responsabilidad estadounidense, las miradas europeas no hicieron mención alguna sobre la colaboración de diversos países que habrían albergado a los prisioneros. El exmandatario polaco Aleksander Kwasniewski confirmó por primera vez que la agencia había llevado a cabo interrogatorios violentos en su país y aspiraba a que los responsables sean castigados.

A su vez, la presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, afirmó que su país estaba listo para "asumir su responsabilidad", en momentos en que la fiscalía investiga la presencia de estos centros de la CIA en territorio lituano.