El gobierno de Barack Obama volvió a darle la espalda al pedido argentino de elevar el conflicto con los fondos buitre a la Corte de La Haya. El gobierno norteamericano ratificó su postura de que el máximo tribunal internacional "no es el mecanismo idóneo" para que Argentina lleve sus conflictos de deuda.
Es la misma posición que Estados Unidos adoptó hace 10 días y quedó hoy ratificada por los voceros del Departamento de Estado luego de que el cancille Héctor Timerman le pidiera una "respuesta formal" a Obama.
El funcionario argentino abrió el paraguas ante una posible negativa del mandatario estadounidense y sentenció: "No esperamos que el Estado norteamericano acepte La Haya como jurisdicción, pero deberá elegir otra vía para resolver este conflicto". Sin embargo, del otro hemisferio del continente llegaron malas noticias.
Los voceros del gobierno de Obama fueron tajantes con Timerman. "Urgimos a la Argentina a que se comprometa con sus acreedores para resolver las cuestiones pendientes con los tenedores de bonos en default", afirmaron. Más aún, le dijeron al canciller que su pedido de "respuesta oficial" no es necesaria ya que la posición de ellos es no ir a La Haya por este conflicto.
En esa línea, en declaraciones recogidas por el diario La Nación, los voceros explicaron que "sí es necesario que ambas partes den su consentimiento expreso en el caso de que acuerden presentarse ante el tribunal". "Como no es este el caso, la norma aceptada es no dar respuesta formal por la negativa", lanzaron.
El intercambio comenzó a primera hora del martes, cuando Timerman acusó al juez Griesa de cometer "actos ilegales" por frenar los pagos a bonistas reestructurados. Por eso, el canciller le pidió a la Casa Blanca que se haga responsable por las medidas del juez y acepte el pedido argentino de llevar el litigio a La Haya.