AFP
Bagdad
Las fuerzas iraquíes arrebataron al grupo Estado Islámico (EI) la mayor parte de Fallujah, y los yihadistas ya sólo controlan una “pequeña parte” de la ciudad, afirmó ayer el primer ministro iraquí, Haider al Abadi.
“Les prometimos la liberación de Fallujah y la retomamos”, dijo Abadi en una breve alocución a la televisión estatal.
“Nuestras fuerzas de seguridad controlan la ciudad salvo pequeños reductos que serán limpiados en las próximas horas”, añadió.
Poco antes, el ejército iraquí había anunciado que sus fuerzas habían entrado en el centro de Fallujah y ocupado el cuartel general del gobierno de los yihadistas.
En su avance hacia el centro de este bastión yihadista situado a 50 kilómetros al oeste de Bagdad, las fuerzas de élite del contraterrorismo (CTS) y otras unidades militares se enfrentaron a una limitada resistencia de los yihadistas, que se replegaron hacia el oeste de la ciudad.
Coalición. Desde el arranque el 23 de mayo de la ofensiva para recuperar el control de Fallujah con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, soldados, policías y milicianos iraquíes lograron cercar totalmente la metrópoli y reconquistar los barrios periféricos.
“Las unidades del CTS y las fuerzas de intervención rápida retomaron el complejo gubernamental en el centro de Fallujah”, declaró el general Abdelwahab al Saadi, comandante de la ofensiva.
Raed Shaker Jawdat, jefe de la Policía Federal, confirmó el avance de las fuerzas iraquíes, una importante etapa en la operación militar. “La liberación del cuartel general, principal complejo gubernamental de la ciudad, simboliza el restablecimiento de la autoridad del Estado”, añadió.
Débil resistencia. En su avance en dirección al centro, las tropas iraquíes recuperaron también varios barrios del sur y del este.
Las tropas “se toparon con una débil resistencia” de EI, dijo el comandante. Los yihadistas “huyeron en masa hacia el oeste. Aún quedan algunos núcleos que rastreamos en el centro de la ciudad”.
Según responsables de seguridad, varios miembros del EI lograron huir mezclándose con los civiles que se marcharon en los últimos días, en algunos casos sobornando a los militares.
“La mayoría de los principales jefes (de EI) ya no están, y los yihadistas que se quedaron atrás no son sus mejores combatientes”, indicó un responsable de la seguridad, que no quiso revelar su identidad.
En los barrios desertados por sus habitantes, las fuerzas de élite consolidaron posiciones y crearon reservas de armas y alimentos