Después de su marcha multitudinaria del jueves, en la que asegura haber reunido más de un millón de personas, la oposición venezolana afirma que se mantendrá movilizada hasta lograr la convocatoria del referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro.
“El próximo objetivo es el miércoles 7 de septiembre. Movilización en las 23 capitales de los estados del país a las oficinas del Consejo Nacional Electoral”, tuiteó ayer el líder Henrique Capriles. “Mientras sigan violando las leyes y la Constitución nos seguiremos movilizando”, advirtió.
Desafío. La oposición, nucleada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), enfrenta ahora el enorme desafío de lograr que su capacidad de movilización obligue a las autoridades a aceptar el referendo revocatorio contra Maduro.
“El reto más duro para la oposición es convertir su energía potencial en energía cinética. Porque esta marcha no cambia el control institucional”, opinó el analista Luis Vicente León.
Pero “una vez en la calle”, añadió, “la estrategia ganadora de la oposición es quedarse ahí: mostrar que es mayoría y recordar qué es lo que quiere esa mayoría y que no se quedará tranquila hasta conseguirlo”.
Según las encuestas de firmas como Venebarómetro y Datanálisis, Maduro enfrenta un nivel de impopularidad de alrededor del 75%, y ocho de cada diez venezolanos quieren cambiar el gobierno.
Denuncia. Por su parte, el gobierno denunció ayer que las fuerzas de seguridad habían desmantelado un intento opositor de provocar violencia durante la marcha del jueves.
“Gracias a la acción coordinada de los cuerpos de seguridad fue desmantelado el plan violento que tenían preparado. La acción preventiva del gobierno nacional desmanteló una masacre”, dijo la canciller Delcy Rodríguez, en rueda de prensa en Caracas.
Según Rodríguez, varios de los seguidores de la opositora de la MUD se sintieron decepcionados por no “lograr el golpe de Estado”.
Néstor Reverol, ministro de Interior, Justicia y Paz, dijo que se habían incautado armas, entre ellas “un fusil 556 para uso de francotiradores, con una mira telescópica de alta precisión y supresor de sonido”.
Ese fusil “iba a ser utilizado para asesinatos selectivos en la concentración del 1º de septiembre y modelar así un 11 de abril (2002) para provocar un golpe de Estado”, afirmó.
Detuvieron a un alcalde opositor
Delson Guarate, alcalde del municipio central Mario Briceño Iragorry, fue detenido ayer por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, la policía política del chavismo, indicó en su cuenta de Twitter su partido, Voluntad Popular, sin ofrecer más detalles. “Hemos decidido no salir corriendo. Hemos decidido dar la cara por Venezuela... no puede haber ningún tipo de amedrentamiento cuando lo que estamos buscando es la libertad de los venezolanos. Animo, fuerza y fe”, dijo Guarate poco antes de ser arrestado, en un video que se difundió en Instagram. Guarate es el tercer opositor detenido en menos de una semana. Los cuerpos de seguridad detuvieron el lunes a otro integrante de Voluntad Popular, Yon Goicoechea, y el martes a un miembro del partido Avanzada Progresista, Carlos Melo. Ambos fueron acusados de tener explosivos.