Ciudad del Vaticano
Fiel a su estilo, el papa Francisco celebró ayer sus 80 años junto a dos mujeres y seis hombres –uno de ellos peruano– “sin techo”, que viven en las calles de Roma, y a quienes invitó a desayunar.
Al recibir a los sin techo para el desayuno en Santa Marta, el Papa los saludó con afecto uno a uno y los invitados le entregaron tres ramos de girasoles, que el Papa hizo colocar en la capilla que tiene en su sencilla residencia.
Los sin techo que llegaron al Vaticano y visitaron la basílica de San Pedro eran de diferentes nacionalidades: cuatro italianos, un moldavo, dos rumanos y un peruano.
El desayuno consistió en café, te y jugo, acompañado de pastelitos y alfajores argentinos. El Papa y sus invitados conversaron animadamente, informó la Santa Sede.
Francisco también pidió que los pasteles se repartieran en numerosos comedores sociales de Roma y que se hicieran pequeños regalos para los huéspedes de los centros de acogida de la ciudad.
Vejez. Luego del desayuno, Francisco se trasladó a la Capilla Paulina para la celebración de la misa con los cardenales.
Tras recibir el saludo del cardenal Angelo Sodano, decano del colegio cardenalicio, Bergoglio agradeció el acompañamiento de los purpurados y confesó que “desde hace unos días me viene a la mente una palabra que parece fea: vejez”.
“Asusta, al menos asusta”, bromeó.
Pero luego rememoró que, pocos días después de ser elegido papa, en marzo de 2013, en su primer encuentro con los cardenales había destacado que “la vejez es arte de sabiduría”.
“Esperemos que también lo sea para mí”, afirmó, tras lo cual citó un verso del poeta alemán Friedrich Holderin: “La vejez es tranquila y religiosa”.
“Rezad para que la mía sea así: tranquila, religiosa, fecunda. Y también alegre, gracias”, pidió a los cardenales.
Saludos. Por su cumpleaños, el Papa recibió cerca de 50 mil mensajes de todo el mundo, principalmente a través de las direcciones de correo electrónico abiertas especialmente por el Vaticano en ocho idiomas.
También varios líderes mundiales le hicieron llegar sus felicitaciones (ver recuadro).
“La oficina del Papa está llena de dibujos de niños de todo el mundo para celebrar su cumpleaños”, tuiteó Antonio Spadaro, un teólogo jesuita próximo al pontífice argentino, junto a imágenes de dibujos donde se ve al Papa sonriendo con la Tierra en la cabeza o rodeado de niños y globos.
Excepto el desayuno con los sin techo y la misa con los cardenales, el Papa no previó nada especial para su aniversario, aseguró el Vaticano, que describió la jornada de ayer de Francisco como “normal, llena de obligaciones”.
Entre sus compromisos oficiales, el Papa celebró una audiencia con la presidenta de Malta, Marie-Louise Coleiro Preca, con varios prelados y con los miembros de Nomadelfia, una comunidad de laicos que intenta vivir como los primeros cristianos. Estos últimos entonaron un “Feliz cumpleaños” en italiano a su llegada.