Diecisiete rehenes fueron liberados el pasado domingo en el marco de la tregua entre Israel y el grupo palestino Hamas. Entre ellos se encontraba Roni Krivoi, un joven ruso-israelí que había escapado del grupo terrorista para ser capturado por ciudadanos gazatíes y devuelto a sus secuestradores luego de mantenerse oculto por unos días.
Krivoi, de 25 años y nacido en Israel, fue el único rehén que logró escapar de Hamas, aunque sea durante unos días. A pesar de no cumplir los requisitos para ser liberado por el acuerdo entre Israel y el grupo terrorista (se prioriza a las mujeres mayores y madres con niños), el hombre contaba con una particularidad: es ciudadano ruso.
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Justamente su ciudadanía le permitió recuperar su libertad. En ese sentido, fue liberado "en respuesta a los esfuerzos del presidente ruso, Vladimir Putin, y en aprecio a la posición rusa en apoyo a la causa palestina" frente a la ocupación israelí, informó la agencia estatal rusa TASS citando a fuentes de Hamas. De esa manera, tras 50 días de cautiverio, se convirtió en el primer hombre en ser liberado luego de ser tomado como rehén durante los ataques del 7 de octubre.
Krivoi estaba trabajando como técnico de sonido en el festival Trive of Nova cuando tuvo lugar la avanzada de los milicianos. Ante la ofensiva, intentó esconderse junto con un amigo, llamado Mor, sin éxito, siendo que a las diez de la mañana ya no había rastros de él. Su hermano Igor lo llamó por teléfono, pero contestó una voz masculina en árabe y luego no volvieron a tener respuesta del dispositivo.
Según su tía Yelena Magid, "Roni llegó al festival un poco antes" porque "su trabajo era desmontar el escenario y demás equipos". "En cuanto comenzó el ataque terrorista, él y su amigo comenzaron a huir. Corrían sin dirección. Pero en ese momento Ron decidió esconderse en un agujero y le dijo a su amigo que corriera más lejos", explicó. Algo similar contó su hermana Julia a medios israelíes, quien explicó que Krivoi consiguió escapar de los asaltantes en un primer momento escondiéndose en una fosa.
"El amigo se mantuvo en contacto con él hasta las 10:30, Ron le dijo que podía escuchar las voces de los terroristas. Y alrededor de las 10:40, cuando el amigo lo llamó nuevamente, alguien le respondió en idioma árabe, escuchó risas y colgaron. A partir de ahí la conexión se cortó por completo", continuó. Según el medio británico The Times, tomó una semana descubrir que había sido secuestrado.
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La mujer contó que los terroristas se llevaron a Krivoi y lo retuvieron en un edificio residencial en la Franja de Gaza junto a otros 230 rehenes. Sin embargo, la construcción se derrumbó por un bombardeo israelí, lo que permitió que el joven escapara de sus captores. "Tengo entendido que a causa de los bombardeos el edificio se derrumbó y él logró salir y escapar. Es una película todo esto", expresó Magid.
Una vez en libertad y a pesar de haber sido herido durante el bombardeo, el joven se mantuvo "unos días escondido (en Gaza), solo". "Había tratado de llegar a la frontera, pero como no tenía forma de saber qué camino tomar ni hacia dónde correr, simplemente se metió en problemas en el campo", indicó la tía a la emisora pública de Israel.
Estuvo cuatro días huyendo, sin dormir ni comer ni beber. Sin embargo, unos ciudadanos de Gaza lo descubrieron, por lo que lo capturaron y lo llevaron de vuelta con los milicianos. Según contó la mujer, su sobrino estaba paranoico ya que temía que fuera fácil que descubrieran que era un rehén fugado porque estaba harapiento, sangrando, con el pelo largo y rubio.
Tras recuperar su libertad el pasado domingo, Magid habló media hora con su sobrino cuando regresó a Israel. "Le pregunté hoy: '¿Cómo te sentís? ¿Tenés pesadillas?'. Él respondió: 'Sí, tengo pesadillas por la fiesta y el cautiverio, pero eso es bueno, significa que lo estoy llevando bien'", relató la mujer.
Respecto a sus heridas por el derrumbe (se lastimó la cabeza y otras partes del cuerpo), la tía explicó que "está siendo examinado" por médicos. "Tiene algunas otras lesiones; está bien. Los médicos se encuentran haciendo evaluaciones", indicó.
La liberación de Roni Krivoi: un posible acuerdo entre Hamas y Rusia
Krivoi fue liberado el pasado domingo junto a otros 16 rehenes de Hamas. Sin embargo, según The Times, se cree que su liberación fue parte de un acuerdo separado entre el grupo islamista y el presidente ruso Vladimir Putin, quien recibió a representantes del grupo terrorista en Moscú el mes pasado.
Incluso Hamas manifestó que lo liberó en respuesta a los esfuerzos de Putin y en "apreciación de la posición rusa en apoyo de la causa palestina". Dicha distinción resultó ofensiva para su familia. "No importa Putin o no Putin. Cada uno de los que ha sido (tomado) como rehén, si hay una oportunidad de salvarlo, no importa quién lo haga, tenemos que sacarlos a todos", afirmó la tía del joven.
El nombre del Krivoi fue publicado de manera separada de la lista de los 13 israelíes liberados el domingo, identificándolo como un ciudadano ruso a pesar de sus raíces israelíes. "La separación de la idea de que hubo 13 rehenes liberados y un ruso más no es correcta. Realmente no podía imaginar la separación de su rescate ayer. El niño nació aquí (Israel) y creció aquí toda su vida, apenas habla ruso", expresó Magid.
De esa manera, no fue llevado al lugar de reunión con representantes de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) después de ser entregado a la Cruz Roja. Lo separaron del resto de israelíes y lo llevaron al puesto de control de Rafah junto con tres ciudadanos tailandeses. Regresó a Israel a través de territorio egipcio, al igual que los rehenes liberados en la primera y segunda etapa del acuerdo.
Cuando se le preguntó cómo ayudó la ciudadanía rusa a su sobrino, Magid explicó: "La familia de Ron emigró de la Unión Soviética en 1992, y él nació en Israel en 1998 y creció aquí. Su lengua materna es el hebreo, su tierra natal es Israel. Sus padres, sus madres vivían en San Petersburgo y le dieron a Ron la ciudadanía rusa cuando era pequeño. Él es ciudadano israelí, y creo que esta división que se destacó en los medios (la de "13 secuestrados y uno más”) es inapropiada, nos duele a nosotros, los ciudadanos de Israel. Hemos estado viviendo en el país por más de 30 años, casi toda nuestra vida, nuestros hijos nacieron y crecieron aquí".
Roni, de una familia de tres hijos, nació en Israel en 1998. Su padre contó a la prensa que ya había sobrevivido a la caída en una alcantarilla y a dos accidentes de coche. A raíz de su experiencia, su testimonio será especialmente valioso para los hombres del Shin Bet, el servicio de seguridad interior de Israel. Esto se debe a que ningún otro rehén salió del túnel ni de la habitación donde lo retuvieron los terroristas.
MB / ED