INTERNACIONAL
DOBLE DISCURSO

Kim Jong-un, el estalinista que ama a Occidente

El dictador de Corea del Norte, que esta semana anunció la prueba de una bomba de hidrógeno, gobierna un país comunista pero es aficionado a íconos capitalistas: películas de Disney, la NBA y computadora Mac.

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Kim Jong-un sembró el pánico esta semana, al anunciar la prueba de una potente bomba de hidrógeno. En guerra con Corea del Sur y abierta confrontación con Occidente, el joven dictador no escapa a las contradicciones. Si bien dirige los destinos del régimen estalinista que heredó de su padre y su abuelo, ama a
Occidente. O, por lo menos, eso parece denotar su estilo de vida. Fue educado en exclusivos colegios en Berna, Suiza, donde aprendió inglés y alemán y tuvo su primer contacto con el capitalismo. Desde ese entonces, es un fanático declarado de la NBA, adora las películas de Hollywood y la Playstation.
En su niñez, Kim se deslumbró con los Chicago Bulls de Michael Jordan, al punto que se convirtió en hincha de esa franquicia. Tras suceder a su padre, Kim Jong-il, en la presidencia de su país, usó su poder para invitar a Pyongyang a Dennis Rodman, uno de sus ídolos. “Me importa una mierda lo que el mundo piense de Kim Jong-un, es mi amigo”, dijo en septiembre de 2013 el controvertido ex jugador. Incluso, el gobernante organizó un partido de ex estrellas de la NBA en Corea del Norte, que fue bautizado por la prensa internacional como “la diplomacia del básquet”.
En su adolescencia, su padre lo inscribió en los exclusivos colegios Liebefeld-Steinholzli y el Internacional de Berna, donde fue presentado como el hijo de un funcionario diplomático de su país. Tras varios meses, lo retiró de esos establecimientos, con la excusa de que estaba gastando mucho dinero y su desempeño educativo no mejoraba. The Sunday Times ofreció otra versión: Kim dejó Suiza porque se habría aficionado a un “estilo de vida occidental”.
Desde que llegó al poder, es habitual ver al jefe de Estado retratado frente a su computadora Mac o visitando casas de comidas rápidas “socialistas”. En julio de 2012 organizó un show de personajes de Disney, pese a no contar con la autorización de la compañía de entretenimientos. Mickey, Minnie y Winnie Pooh bailaron para un auditorio integrado por funcionarios y militares norcoreanos. Además, es aficionado a Moranbong, un grupo de pop norcoreano integrado por una decena de chicas que cantan consignas a favor del régimen.