INTERNACIONAL
Nicaragua

Un obispo detenido por el régimen de Ortega fue liberado, pero no quiere ir al exilio y volvió a la cárcel

Se trata del monseñor Rolando José Álvarez, quien fue condenado a 26 años de prisión por "traición a la patria", menoscabo a la integridad nacional y por "propagar noticias falsas".

Rolando Álvarez
El obispo Rolando Álvarez se encuentra recluido en la cárcel La Modelo. | NA

El obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez, volvió a ser encarcelado este miércoles tras negarse a abandonar Nicaragua. Su excarcelación a inicios de esta semana se había realizado en el marco de una negociación entre el Vaticano, el régimen de Daniel Ortega y la Conferencia Episcopal, pero el acuerdo por su liberación definitiva no prosperó.

Según informaron fuentes eclesiales y diplomáticas al medio nicaragüense Confidencial, el Vaticano envió a Managua un representante diplomático de su Secretaría de Relaciones Exteriores para negociar con el Gobierno la excarcelación y el exilio de Álvarez. En un principio, el obispo había sido liberado de su celda de máxima seguridad durante la noche del pasado lunes.

El Papa Francisco y Estados Unidos reclamaron la liberación del obispo condenado a prisión en Nicaragua

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Sin embargo, el prelado no aceptó los términos impuestos para su destierro. Por ese motivo, volvió a ser encarcelado en la mañana de este miércoles. Los medios locales informaron que el religioso, que presuntamente fue liberado por orden de Ortega, habría estado bajo custodia policial en instalaciones de la Conferencia episcopal nicaragüense en Managua mientras negociaba su futuro inmediato.

Una fuente vinculada a la Iglesia recordó al medio nicaragüense que desde agosto de 2022, cuando el régimen de Ortega impuso un cerco policial en la curia de Matagalpa, el obispo se negó a aceptar el destierro o el exilio que le pretenden imponer, siendo que reclama su libertad incondicional y la de todos los sacerdotes encarcelados. Por ese motivo, no aceptó el destierro que el Gobierno impuso a otros 221 presos políticos, entre ellos varios sacerdotes, el 9 de febrero.

"La única circunstancia en la que monseñor Álvarez aceptaría irse al exilio es si el papa Francisco se lo pide o se lo ordena, y eso no ocurrió antes, ni tampoco ha ocurrido en las pláticas que llevaron a cabo esta semana con un representante diplomático del Vaticano", explicó la fuente. En ese sentido, el obispo hondureño José Antonio Canales afirmó que "Monseñor Rolando Álvarez no quiere salir de Nicaragua. Quiere ser libre, sin condiciones, en su país".

Las versiones opuestas en torno a la liberación del monseñor Rolando José Álvarez

El obispo Rolando Álvarez, detenido en Nicaragua
En el marco de la persecución política contra el obispo Rolando José Álvarez, allanaron la casa de su hermana y cerraron los medios de comunicación de las dos diócesis que administraba.

A pesar de que los medios locales informaron que fuentes de la Iglesia confirmaron la liberación del obispo, otras versiones desmintieron este hecho. En ese sentido, en diálogo con ABC, fuentes cercanas al episcopado nicaragüense solicitaron prudencia y aseguraron que "no han podido confirmar la noticia de la liberación".

En sintonía con dichas afirmaciones, uno de los individuos que se pronunció al respecto y negó la noticia es el cardenal Leopoldo Brenes. En declaraciones con la prensa local, Brenes calificó como "pura especulación" la información de la excarcelación de Álvarez, afirmando que "él se mantiene en la cárcel La Modelo", donde el Arzobispo no ha tenido contacto con el obispo, aunque sí miembros de su familia.

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Por su parte, una fuente diplomática aseguró a EFE que el obispo había sido excarcelado desde la noche del lunes y que desde entonces se encontraba bajo resguardo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, en Managua. Su excarcelación, según esa fuente, había sido gracias a negociaciones entre el Gobierno, el Vaticano y el Episcopado, que luego discutieron el destino del alto jerarca.

En las conversaciones se trató la posibilidad de que el obispo Álvarez fuera enviado a Roma o al exilio. También se barajó que regresara a prisión en caso de negarse, lo que finalmente ocurrió. "Parece que la negociación no ha prosperado y que ha vuelto a La Modelo", comentó la fuente.

El encarcelamiento del obispo Rolando Álvarez

Monseñor Álvarez fue arrestado y trasladado a Managua durante la madrugada del 19 de agosto de 2022, tras permanecer dos semanas bajo arresto domiciliario en la Curia Episcopal de Matagalpa. De esa manera, se volvió el primer obispo de Nicaragua en convertirse en preso político.

En el operativo policial también fueron trasladados cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo que lo acompañaban. El religioso fue trasladado a Managua bajo arresto domiciliar, mientras que los demás fueron encerrados en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como "El Chipote".

Álvarez fue condenado a 26 años y cuatro meses de cárcel el 10 de febrero de 2023, en un juicio exprés realizado tan solo un día después de que el prelado se negara a abordar un avión que lo trasladaría a Estados Unidos junto a más de 200 excarcelados políticos que fueron desterrados. Sumado a esto, ese mismo día también fue desnacionalizado. Los cargos en su contra fueron "traición a la patria", menoscabo a la integridad nacional y "propagar noticias falsas".

El obispo Rolando Álvarez, detenido en Nicaragua
La última vez que se vio de manera pública al prelado fue en marzo de 2023.

A partir de su sentencia, el obispo fue trasladado al Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, conocido como "La Modelo", donde se encuentra en una celda de máxima seguridad denominada "El Infiernillo". Según las descripciones de algunos excarcelados políticos, el calabozo es de unos dos metros y medios de largo por dos metros de ancho, insalubre y sin ventilación.

Durante su reclusión, el régimen de Ortega mostró públicamente a Álvarez solo en dos ocasiones. La primera fue en diciembre de 2022 cuando lo trasladaron a los juzgados del Distrito Penal de Audiencias de Managua, donde fue acusado de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense.

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La segunda ocasión fue el 25 de marzo de 2023, cuando el Gobierno publicó a través de los medios de comunicación una serie de fotografías y videos de un encuentro que mantuvo el obispo con dos de sus hermanos. Las imágenes mostraron al prelado visiblemente delgado, pálido y canoso. Desde entonces, se desconoce su estado de salud o físico.

El encarcelamiento provocó llamados de solidaridad a nivel internacional. La última fue impulsada por el Parlamento Europeo y se pidió a las autoridades que "se demuestre que el obispo Rolando Álvarez está vivo". Los eurodiputados también reiteraron "su llamado a su liberación inmediata e incondicional y a la de todos los presos políticos". 

Monseñor Álvarez fue perseguido desde antes de su arresto. Al respecto, en mayo de 2022 tuvo que refugiarse en Managua luego de que la policía allanara la vivienda de su hermana. Asimismo, cerraron los medios de comunicación, de televisión y radio de las dos diócesis que administraba. Por su parte, el obispo demandó la liberación de todos los sacerdotes encarcelados y el descongelamiento de todas las cuentas de las diócesis de la Iglesia católica, peticiones que fueron rechazadas por el Gobierno.

La persecución a la Iglesia

El caso de Monseñor Álvarez no es la única acción contra la Iglesia que impulsó el régimen de Ortega. En ese sentido, en marzo pasado, el Gobierno de Nicaragua rompió las relaciones con el Vaticano horas después de que el Sumo Pontífice calificara al Ejecutivo como una "dictadura hitleriana", a la par que elogió al obispo encarcelado.

Sumado a esto, otras autoridades eclesiásticas se encuentran privadas de su libertad. Por ejemplo, los sacerdotes Leonardo Urbina y Manuel García están recluidos en la cárcel La Modelo, ambos condenados por presuntos delitos comunes. Asimismo, su par Jaime Montesinos fue encarcelado en el mismo establecimiento penitenciario, aunque en su caso lo imputaron por "menoscabo a la soberanía nacional".

Daniel Ortega
El régimen de Daniel Ortega encarceló eclesiásticos, prohibió actividades religiosas, asedió parroquias, expulsó del país a religiosos, congeló cuentas de la Iglesia católica y rompió relaciones con el Vaticano.

Otros dos sacerdotes Pastor Rodríguez y Leonardo Guevara, ambos asociados a Cáritas de Estelí, están detenidos en un "seminario por cárcel", mientras son objeto de una investigación financiera por presunto lavado de dinero. A través de esta causa, el régimen de Ortega mantiene congeladas todas las cuentas bancarias de la Iglesia católica.

Además, el Gobierno prohibió actividades religiosas, llevó a cabo asedios en las parroquias y expulsó del país al menos 84 religiosos, entre sacerdotes y monjas, incluidos el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez. En esa línea, según un monitoreo realizado por la investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina, se calcula que 44 religiosos y 40 monjas han salido del país en estos últimos cinco años, pero con mayor énfasis entre 2022 y el presente.

MB / ED