El papa emérito Benedicto XVI pasó la noche del miércoles asistido de manera constante por los médicos y por su secretario personal Georg Gänswein, según informaron fuentes vaticanas citadas por la prensa local este jueves 29 de diciembre
Personas cercanas al entorno de Joseph Ratzinger sostuvieron que "su estado de salud no ha cambiado desde ayer" y que "está grave pero estable". El expontífice se encuentra alojado en en monasterio Mater Ecclesiae ubicado en los jardines del Vaticano.
La agencia AFP se contactó con la oficina de prensa del Vaticano, pero desde allí se negaron a confirmar o a desmentir la información.
Una fuente del Vaticano declaró hace pocos días que la salud del papa emérito de 95 años "se deterioró hace unos tres días. Son sus funciones vitales las que fallan, incluido el corazón". En esa línea indicó que no está prevista la hospitalización de Ratzinger, ya que la residencia de Benedicto XVI cuenta con el equipo médico necesario.
El propio Francisco I visitó el miércoles a su predecesor, a quien se lo pudo más frágil y en silla de ruedas. Las fotos de su última visita al Vaticano, el 1 de diciembre, lo mostraban visiblemente debilitado.
En el último vídeo público de Benedicto XVI, difundido por el Vaticano en agosto, lucía delgado, con audífono y sin poder hablar.
"Que la gratitud, la conversión y la paz sean los dones de esta Navidad", pidió el Papa Francisco
El pedido de Francisco
Este miércoles 28 de diciembre, el papa Francisco pidió al final de la audiencia general "una oración especial" por el papa emérito Benedicto XVI quien "está muy enfermo", según las propias palabras del sumo pontífice.
"Quisiera pedirles a todos una oración especial, por el papa emérito Benedicto, que en silencio está sosteniendo a la Iglesia. Recordarlo – está muy enfermo – pidiendo al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final”, fue el pedido del máximo representante de la Iglesia al dirigirse en sus saludos a los peregrinos de lengua italiana congregados en el Aula Pablo VI del Vaticano.
El alemán Joseph Ratzinger, de 95 años, renunció al pontificado en febrero de 2013 y desde entonces vive en el convento Mater Ecclesiae en el interior de la Ciudad del Vaticano. En todo este periodo es asistido por las consagradas de la Asociación Memores Domini y su secretario personal, el monseñor Georg Gänswein, quien lo acompañó durante los últimos años.
Tal como explicó el secretario, la salud de Benedicto es muy frágil debido a su edad pero su mente aún funciona bien. Sin embargo, las declaraciones del Papa hacen pensar que sufrió un deterioro en el último tiempo.
En abril, mes en el que Ratzinger cumplió años, Gänswein declaró a Vatican News que el Papa emérito se encontraba “relativamente débil”, aunque “de buen ánimo”. En diálogo con la revista italiana Oggi explicó que el alemán estaba “débil en lo físico, pero la cabeza siempre le funciona muy bien”.
El papa Francisco condenó una "guerra insensata" en Ucrania e instó a "acallar las armas"
La cercanía de Francisco con Benedicto
En reiteradas ocasiones, Francisco habló del vínculo con su predecesor, a quien llamó "padre" y "hermano" en el Ángelus del 29 de junio de 2021, con ocasión del 70 aniversario de ordenación sacerdotal de Ratzinger. Asimismo, desde el inicio de su pontificado, el sumo pontífice ha iniciado la "tradición" de encontrarse con el Papa emérito, empezando por la primera visita histórica de Jorge Bergoglio, quien llegó en helicóptero a la residencia de Castel Gandolfo, donde Benedicto permaneció unas semanas antes de trasladarse al monasterio Mater Ecclasiae en los jardines del Vaticano.
En vísperas de las vacaciones de Navidad o Pascua, o con ocasión de los consistorios con los nuevos cardenales, Francisco nunca quiso perderse el gesto de cercanía y cortesía de acudir al monasterio vaticano para saludarlo y expresarle sus mejores deseos.
JP/ff