Tras su retirada del acuerdo que garantizaba la exportación de granos ucranianos por el mar Negro, Rusia atacó la región de Odesa (Ucrania) por tercera noche consecutiva. Según las autoridades ucranianas, los bombardeos rusos destruyeron 60 mil toneladas de granos destinados a la exportación y almacenados en el puerto de Chornomorsk.
"Necesitaremos al menos un año para reparar por completo las infraestructuras dañadas. En el puerto de Chornomorsk, fueron destruidas 60.000 toneladas de granos (...), que tendrían que haber sido enviadas al corredor cerealero hace 60 días", anunció el ministro de Agricultura ucraniano, Mikola Solski, en un comunicado publicado el miércoles en el portal de su cartera.
A 500 días de la invasión rusa, Ucrania resiste, pero su contraofensiva no despega
La Fiscalía general ucraniana indicó, a través de Telegram, que se trata del "mayor ataque" ruso en la región. En ese sentido, precisaron que "terminales de grano y petroleras fueron dañadas", así como "casas, infraestucturas agrícolas y coches".
A raíz de los bombardeos, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski acusó a Rusia de haber atacado "de manera deliberada" lugares utilizados por Ucrania para exportar granos. "Los terroristas rusos apuntaron de manera deliberada contra las infraestructuras del acuerdo sobre granos", denunció Zelenski en Telegram.
Además, el mandatario agregó que desea "reforzar la protección de las personas y de las infraestructuras portuarias", a la par que alertó que "todo el mundo se ve afectado por el terror ruso". "A todo el mundo tiene que interesarle llevar a Rusia ante la justicia por este terror", sostuvo.
"El ataque a las terminales de granos es un acto agresivo contra el mundo. El objetivo de las acciones rusas es interrumpir las rutas de suministro de granos a los mercados globales. Este estado terrorista no solo está en guerra con Ucrania sino también con los pueblos de África y Asia, para quienes este grano es una cuestión de supervivencia", indicó Oleksandr Kubrakov, Ministro de Desarrollo e Infraestructura de Comunidades y Territorios de Ucrania.
Y agregó: "Proteger el grano y la infraestructura portuaria es esencial para la paz y, sobre todo, para garantizar la seguridad alimentaria mundial".
La fuerza aérea ucraniana indicó que Rusia lanzó 38 misiles y drones contra la ciudades de Odesa y Mikolaiv. Mientras que las autoridades de Ucrania afirmaron que se destruyeron edificios y viviendas, el ejército ruso informó que solo atacó instalaciones militares. Sumado a esto, al menos dos civiles perdieron la vida.
En Mikolaiv, las autoridades de la alcaldía indicaron que "al menos cinco inmuebles residenciales resultaron dañados" y se halló el cuerpo de una persona. "¡Fue una noche de infierno para nuestro pueblo!", resumió el director del servicio ucraniano de emergencias, Serguiy Kruk. Por su parte, el gobernador de la región de Odesa, Oleg Kiper, precisó que "lamentablemente no es posible interceptar todos los misiles, en particular los misiles supersónicos Kh-22 y Onyx, que son muy difíciles de destruir".
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, repudió los ataques rusos y los relacionó con las consecuencias en los precios del trigo a nivel mundial. "Estos ataques están teniendo impacto mucho más allá de Ucrania. Ya vemos el efecto negativo en los precios mundiales del trigo y el maíz, lo que perjudica a todos, pero especialmente a las personas vulnerables del sur del mundo", indicó Guterres en una declaración de su portavoz, Stéphane Dujarric.
El fin del acuerdo cerealero y acusaciones cruzadas
El acuerdo de exportación de granos ucranianos expiró durante la noche de este lunes17, luego de que Rusia se negara a prorrogarlo tras un ataque ucraniano que destruyó parcialmente un puente que conecta su territorio con la anexionada península de Crimea. El tratado firmado en julio de 2022 bajo el auspicio de Turquía y las Naciones Unidas permitió la exportación de casi 33 millones de toneladas de cereales partidas de puertos ucranianos y alivió los temores de una crisis alimentaria mundial.
Tras varias prórrogas, la alianza expiró en la medianoche de Estambul después de que Rusia llevara varios días advirtiendo de que no veía motivos para prorrogarlo. "El acuerdo del mar Negro ha terminado de facto hoy", indicó a los periodistas Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin.
"Tan pronto como la parte [del acuerdo] relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales", añadió. Moscú lleva meses quejándose de que no se respetan los intereses rusos del pacto, que incluye levantar los obstáculos para exportar productos agrícolas y fertilizantes.
En esa línea, Vladimir Putin, presidente de Rusia, anunció este miércoles que prolongaría la alianza si se acepta la "totalidad" de sus demandas. "Consideraremos la posibilidad de reintegrarnos [al acuerdo], con una condición: que todos los principios bajo los cuales Rusia aceptó participar en el acuerdo se tomen en cuenta y se cumplan íntegramente", declaró Putin en una reunión con su gobierno, transmitida por televisión.
Sumado a esto, el mandatario ruso culpó a las potencias occidentales de usar el acuerdo como arma de "chantaje". "En lugar de ayudar a los países que realmente lo necesitan, Occidente usa el acuerdo cerealero con fines de chantaje político y como herramienta de enriquecimiento de multinacionales y de especuladores en el mercado mundial", afirmó.
La decisión del Kremlin encendió las alarmas a nivel mundial. Al respecto, Guterres, advirtió que millones de personas iban a "pagar el precio" de esta decisión, que según él, "afectará a las personas más pobres en todo el mundo". Sumado a esto, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, consideró "inadmisible" la decisión de Rusia y le reprochó usar "la comida como una arma".
La negativa de Moscú reaviva los temores a una crisis alimentaria. El precio del trigo blando reaccionó a esas incertidumbres, con un aumento 8,2% durante la jornada en los mercados europeos.
Por su parte, Zelenski, declaró que su país está dispuesto a mantener las exportaciones de grano. "Incluso sin Rusia, se debe hacer todo lo posible para que podamos utilizar ese corredor (para las exportaciones) en el mar Negro. No tenemos miedo", insistió. Sin embargo, desde el 27 de junio no se ha aprobado la participación de nuevos buques para exportar granos, informó en un comunicado el Centro de Coordinación Conjunta (CCC), que supervisa el acuerdo.
Horas después de su expiración, las autoridades ucranianas anunciaron la activación de los sistemas de defensa antiaérea en la región costera de Odesa, punto de partida de la mayoría de estas mercancías.
Rusia considerará como posibles blancos a cargueros que naveguen hacia Ucrania
La retirada del acuerdo también implicó que Rusia comenzara a considerar como posibles blancos militares a los navíos que se dirijan hacia Ucrania. Al respecto, el Ministerio de Defensa ruso declaró que a partir del jueves "todos los buques que naveguen en aguas del mar Negro con destino a puertos ucranianos serán considerados buques potencialmente portadores de carga militar". "Los países de bandera de estos buques serán considerados parte del conflicto", añadió.
Consultado sobre la voluntad manifestada por Ucrania de seguir exportando sus cereales por el mar Negro, el portavoz ruso afirmó que no hay más "garantías de seguridad" tras expirar el acuerdo. "A falta de garantías de seguridad adecuadas, se plantean algunos riesgos", declaró, Peskov, recalcando que si "se prepara algo sin Rusia, se deben tener en cuenta esos riesgos".
Sumado a esto, el funcionario acusó a Ucrania de utilizar "con fines militares" el corredor del mar Negro. "Ya no es ningún secreto para nadie, es un hecho evidente que el régimen de Kiev utiliza esta zona con fines militares. Es un aspecto muy importante que tampoco hay que olvidar", manifestó.
Enfatizando la posición del Kremlin, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, manifestó a su homólogo turco, Hakan Fidan, que el fin del acuerdo significaba "la retirada de las garantías de seguridad de navegación", lo que convierte de nuevo el noroeste del mar Negro, por donde circulaban los cargueros, en "una zona provisionalmente peligrosa".
Tras amenazas similares de parte de Moscú, Ucrania advirtió este jueves que todos los buques que naveguen el mar Negro hacia Rusia y zonas ocupadas por las tropas de Moscú podrán ser considerados "como transporte de mercancías militares con todos los riesgos asociados".
MB CP