INTERNACIONAL
Violencia obstétrica al extremo

Un bebé murió en Serbia luego de que un médico insultara y golpeara a su madre durante el parto

El obstetra de la ciudad de Sremska Mitrovica fue detenido y el hospital aprobó una medida para que las mujeres puedan designar a una persona de su elección para que las acompañe en el parto. Organizaciones luchan para que se nacionalice la medida por los altos índices de violencia. El gobierno pidió que no haya "caza de brujas" contra los médicos.

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Familia | Unsplash | Seif Eddin Khayat

Un escandaloso caso de violencia obstétrica en Serbia, en el que un médico insultó a una mujer romaní por su etnia y la golpeó en el vientre durante el parto, ocasionando la muerte de su bebé, generó un pedido urgente a las autoridades para que regulen estos espacios inseguros. En primera instancia, se solicitó que se permitiera un acompañante en la sala de partos. 

La semana pasada se conoció la denuncia de la mujer romaní que acusó a su ginecólogo de "saltar sobre su estómago" e insultar su origen étnico mientras estaba en el parto. El bebé murió más tarde, por lo que el médico de la ciudad de Sremska Mitrovica, al noroeste del país balcánico, fue arrestado bajo la acusación de poner en peligro la salud de una persona, confirmó la policía. 

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La sobreviviente dijo este martes a los medios locales que un informe post mortem simplemente concluyó que la muerte de su bebé fue causada por un "parto violento". Como medida inmediata, la junta directiva del Hospital General de la localidad aprobó nuevas medidas que permiten a las mujeres designar a una persona de su elección para que las acompañe en el parto, siempre que puedan pasar los controles médicos habituales.

Tras el desgarrador incidente, se destapó la olla de la violencia obstétrica y las redes sociales se inundaron de testimonios similares sobre abusos durante procedimientos ginecológicos y personal médico que presuntamente agredía a pacientes en Serbia. Sin embargo, un informe publicado en 2022 por las abogadas Marina Mijatović, Ivana Soković Krsmanović y Jelena Stanković ya había revelado que unas 200 mujeres en Serbia experimentaron 16 tipos diferentes de violencia a manos de ginecólogos y personal médico durante el parto. 

 

Luchan para que se nacionalice el permiso de un acompañante y la ministra de Salud pidió que no haya “una caza de brujas” 

En Serbia y en todos los Balcanes, una combinación de valores patriarcales y un sistema legal débil permitió que varios tipos de violencia contra las mujeres a menudo no se controlen ni se denuncien, informó DailyMail. Las activistas afirman que las mujeres en la región han enfrentado tratamientos médicos abusivos durante décadas, donde las discusiones sobre estos temas son a menudo tabú.

Kreni-Promeni, una agrupación independiente que lucha por el ambiente, la educación, los derechos humanos y democráticos y la atención médica, juntó más de 190.000 firmas en una petición que pide reformas nacionales que permitan a las mujeres embarazadas estar acompañadas por su pareja durante el parto. La petición fue entregada esta mañana al Ministerio de Salud serbio. 

"Este es un llamamiento para proteger a todas las futuras madres, para que puedan sentirse más seguras y traer a sus bebés al mundo en un entorno mejor y menos estresante", afirmó Marina Pavlic, directora ejecutiva de Kreni-Promeni, en un comunicado.

Danica Grujicic ministra de Salud de Serbia 20240123
Grujičić: “Si la caza de brujas comienza ahora, dentro de cinco años nadie querrá ser ginecólogo u obstetra”

En respuesta al duro caso que trascendió la semana pasada, la ministra de Salud Danica Grujičić declaró: “La violencia obstétrica es inadmisible. Debemos prestar especial atención y cuidar a las mujeres embarazadas y en trabajo de parto. Trabajaremos para mejorar la educación de nuestros colegas y protegeremos a las madres y mujeres embarazadas en todos los sentidos”, prometió. 

A pesar de ello, la ministra advirtió contra un descrédito masivo hacia los médicos: “Si la caza de brujas comienza ahora, dentro de cinco años nadie querrá ser ginecólogo u obstetra”, opinó y agregó: “Las complicaciones ocurren en todas partes del mundo dentro de un cierto porcentaje; necesitamos alcanzar ese porcentaje permitido”. 

Una encuesta de 2015 mostró que el 10% de las mujeres serbias no quiere tener otro hijo después de las traumáticas experiencias hospitalarias con su primer embarazo. Además, más del 60% de las encuestadas dijeron que no se sintieron protegidas durante el parto, y muchas denunciaron que no se las mantuvo informadas sobre lo que hacían los médicos durante los procedimientos.

ML / ds