El presidente Alberto Fernández viajará este fin de semana a Alemania, para participar de la cumbre del G7. Fue invitado hace un mes por el canciller alemán Olaf Sholz y será el único mandatario norteamericano invitado al foro que reúne a los siete países más poderosos del mundo, sin la presencia de China y Rusia. El eje del evento estará enfocado en la guerra que azota a Ucrania y contará con la presencia de su presidente Volodimir Zelenski.
Fernández ya se pronunció contra la invasión de Rusia a Ucrania, pidió el cese del fuego y que las partes se sienten a negociar. Los pronunciamientos le permitirán afrontar las presiones que pueda impulsar Estados Unidos para endurecer las sanciones contra el gobierno ruso, presidido por Vladimir Putin. El mandatario argentino deberá hacer equilibrio ante ese escenario caliente, pero su agenda estará concentrada en la razón principal por la que fue invitado.
Llegará a Baviera como representante de Argentina, pero también como titular temporario de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC). Con ese objetivo llevará los planteos comunes de los 33 países y volverá a insistir con un llamado a la paz, pero al mismo tiempo buscará profundizar en dos temas que interesan mucho a Buenos Aires: la posibilidad de que Argentina pueda transformarse en un proveedor de gas y de alimentos para un viejo continente que está buscando sustituir las importaciones energéticas que profundizan su dependencia de Moscú en medio de una guerra cuya finalización no aparece en el horizonte cercano.
Antes de partir para Alemania, Fernández participará en forma virtual de la 14a cumbre del BRICS, el bloque regional que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Ese grupo de países está analizando el ingreso de Argentina y la participación de Alberto va en ese sentido, pero con la atención puesta en Sudáfrica, el único país de ese conglomerado que todavía no se pronunció sobre la inclusión de Argentina al BRICS.
Mientras Fernández se conecte en forma virtual para participar de ese encuentro, el canciller Santiago Cafiero partirá hacia Nueva York para participar de la sesión anual del Comité de Descolonización de la Organización de Naciones Unidas. Viajará a acompañado por una comitiva que contará con representantes oficialistas y opositores del Congreso. Todos llevarán el reclamo argentino de soberanía de las Islas Malvinas a 40 años de una guerra que los países del G7 mantienen en el olvido. Un silencio que contrasta con el despliegue que tienen previsto para respaldar a Ucrania y condenar a Rusia.
JL PAR