MODO FONTEVECCHIA
DISPUTA OFICIALISTA

Alejandro Catterberg: "El Presidente avanza una pieza y pone incómodo al kirchnerismo"

Para el titular de la consultora Poliarquía, el peronismo podría hacer una de las peores elecciones de su historia y aún así ser competitivo, porque los votos que pierde no van a Juntos por el Cambio. "Hay un humor social equivalente al de julio del 2001", afirmó en Modo Fontevecchia.

Alejandro Catterberg
Alejandro Catterberg | Captura de video

Alejandro Catterberg analizó la encrucijada electoral en la que se encuentra el peronismo, entre ir a una interna feroz, o la posibilidad de unificarse detrás de un candidato de consenso. "Si el peronismo logra evitar confrontación y unificarse, eso abre la puerta a una elección más competitiva en provincia de Buenos Aires". La disyuntiva del Gobierno, el descontento creciente con la política y la emergencia del fenómeno Milei, en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).

¿El pedido de la mesa del Frente de Todos de que Cristina Kirchner sea candidata es para quedar bien con el kirchnerismo o realmente piensan que ella podría ganar en segunda vuelta?

Primero, algunas conclusiones de la reunión de ayer. Se minimizan las chances de que el Frente de Todos se quiebre previo a las elecciones. Hace poco tiempo atrás la vicepresidenta hablaba de la posibilidad de reeditar "Unidad Ciudadana". La idea de que podía haber un quiebre y el kirchnerismo podía presentar una candidatura pura propia que radicalizara el discurso político como lo viene haciendo ella, pero también radicalizara el discurso económico (eso no lo viene haciendo la Vicepresidenta, pero sí su hijo), era una chance factible. Pareciera que esa chance se va disipando, ese es el primer dato revelador. 

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El Frente de Todos está tratando de buscar un mecanismo para evitar un quiebre previo a las elecciones.

El segundo dato es cómo resolver las tensiones internas feroces que hay. Al posicionamiento de Alberto Fernández diciendo que lucharía por su reelección aunque tenga que ir a las PASO, el kirchnerismo responde reeditando la posibilidad de que Cristina Kirchner sea la candidata.

Al interior del votante duro del Frente de Todos, Cristina Kirchner sigue siendo la figura más convocante, por amplia diferencia.

Si Cristina fuese a unas primarias a enfrentar a cualquier otro dirigente del peronismo, tendría altas probabilidades de ganar. Lo que pareciera intuirse es que ella no quiere participar, pero tampoco quiere que Alberto participe. El presidente usa como herramienta de negociación la idea de que él tiene todo el derecho legítimo a presentarse e ir por su reelección para condicionar las decisiones y negociaciones.

La discusión no es sólo quién va a ser candidato a presidente, porque supongo que saben que sus chances de ganar están bastante disminuidas, pero hay muchas otras candidaturas que discutir, senadores, gobernadores, intendentes, legisladores locales. Hay mucho poder que se va a repartir y que el peronismo va a retener, en menor o mayor medida. 

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¿Creés que lo más probable es que ni Alberto ni Cristina sean candidatos? 

Lo que está en el fondo no es la candidatura presidencial, sino el posicionamiento y las condiciones de donde se negocia el resto de las cosas que hay para negociar. 

El Presidente avanza una pieza y pone incómodo al kirchnerismo, que tiene que responder diciéndole que si se presenta a una interna, también Cristina tiene que jugar. En ese juego de amenazas, Alberto sabría que no puede derrotar a Cristina en unas PASO. Ahí entra un tercer actor, que es Sergio Massa, que espera que su candidatura se produzca como una salida natural a encontrar un equilibrio entre ambas posiciones enfrentadas. 

Supongamos que Alberto y Cristina se anulan mutuamente, y ninguno termina siendo candidato. Fuera de ellos, por el lado del kirchnerismo estarían Wado de Pedro y Kicillof. Por el Frente Renovador estaría Sergio Massa. Por el lado del peronismo no kirchnerista... ¿te imaginás algún gobernador como candidato? ¿Jorge Capitanich? ¿Daniel Scioli? ¿Te imaginás que se termine dando algún tipo de competencia, como por ejemplo Scioli contra Massa?

No. No por el lado de que Scioli no sea candidato, sino que no me imagino que Sergio Massa vaya a una interna.

Acá hay dos hipótesis, la de un acuerdo o una confrontación. Si hay una confrontación, yo veo una confrontación entre el kirchnerismo y un sector del peronismo alineado atrás del presidente.

¿Por ejemplo que Massa no compita y haya alguien del kirchnerismo como Wado de Pedro o Axel Kicillof? ¿Y del lado del peronismo no kirchnerista quién podría ser?

Algún gobernador. Scioli, un intendente cercano al presidente, podría ser Juan Manzur, Agustín Rossi, podría ser el propio presidente, Alberto Fernández, no lo veo como escenario pero podría ser.

Me cuesta pensar que Massa participe en un proceso donde no haya consenso. Creo que la candidatura de Sergio Massa podría ser más competitiva en el caso de alinear al peronismo detrás suyo.

Lo que tiene Sergio Massa para ofrecer es que su candidatura empuje una cierta cantidad de diputados y senadores que otras candidaturas no. Si el peronismo logra evitar confrontación y unificarse, eso abre la puerta a una elección más competitiva en provincia de Buenos Aires.

¿Ve la posibilidad de que Scioli pueda cumplir el mismo papel de Massa en ser un candidato de consenso?

Hoy Scioli no tiene el nivel de popularidad y activos electorales que tenía hace años atrás. Por otro lado, Massa tiene una centralidad que no entiendo por qué él no ocuparía ese sector si hay un acuerdo y un consenso entre los sectores de la economía.

¿Y si la economía no da el resultado esperado?

Ahí lo que va ampliarse son todos tipos de tensiones internas.

Las elecciones son en octubre, pero las decisiones trascendentales van a ser dentro de sesenta días. El 14 de junio es el vencimiento para presentar las coaliciones, y unos días después las principales candidaturas. Eso quiere decir que entre fines de abril y mayo vamos a tener un panorama mucho más claro del cuadro de situación en la política argentina

Hablamos de incógnitas en el Frente de Todos, pero también las hay en Juntos por el Cambio. Para irse a un extremo, no podemos descartar que esto termine en una confrontación entre Cristina y Mauricio Macri, como tampoco se pueden descartar que lo sea entre los candidatos moderados de cada coalición, y termine siendo una puja entre Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta.

Dependiendo de como se configuren esas candidaturas va a cambiar la dinámica política y económica de lo que queda del año.

¿Cambió algo para que hoy el peronismo crea que puede ser competitivo? ¿Cuánto de esto que cambió es mérito del Gobierno y cuánto es por errores de la oposición?

Hay un mérito, pero en el sentido negativo, del Gobierno, que tiene que ver con el grado de descomposición de la situación económica y social del país. Según las encuestas que realizamos, estamos frente al peor humor social en más de 20 años. Te diría que estamos con un humor social equivalente al de julio del 2001, pervio a las elecciones del "que se vayan todos".

El nivel de descreimiento de la sociedad en la clase política, la falta de confianza en las instituciones, la pérdida de confianza en la democracia, son temas que he hablado con mi socio Fidanza muchas veces.

Hubo un cambio este último año y medio. Hace más o menos 12 años que estamos acostumbrados a "la grieta". A entender la sociedad como un continuo en el que permanentemente hay, en un extremo, un 20 o 25% de kirchneristas, y en el otro extremo un 20 o 15% de macristas, o anti kirchnersitas, otro 20% que es históricamente peronista, de clase baja, y un 20% de clase media o media alta antiperonista, y en el medio los ni/ni. Dos minorías intensas dominando la agenda y el control de las coaliciones.

Eso cambió, no hay más dos polos, ahora hay tres. A la grieta se le sumó la fractura. Hay un 30% que les da lo mismo Macri, Cristina, Larreta, Massa... es un "que se vayan todos", descreen de todo el sistema político, descree de la clase política y alimenta una tercera opción que está surgiendo con mucha fuerza, Javier Milei.

Después veremos si toda esa bronca y descontento se termina canalizando en Milei, si resulta o no ser un candidato efectivo, o Milei resulta ser un mal candidato y la gente termina votando a "Clemente" o "una feta de jamón".

La fractura hace que, aunque el gobierno esté muy golpeado,  a pesar de encaminarse a una de las peores elecciones del peronismo en su historia, esos votos no vayan a Juntos por el Cambio. Tienen 15 puntos menos que en 2019 cuando sacaron 48. La pérdida de votos se canaliza a una figura nueva, que no para de crecer, y que hace que la elección termine más competitiva.

En el caso de la elección nacional hay un ballotage, que al Gobierno le representa una barrera muy difícil de superar. Pero en el caso de las elecciones en las que no hay ballotage, esa situación abre puertas.

Todos los presentes en la mesa electoral del Frente de Todos

La fragmentación favorece al más débil de la grieta... 

Termina favoreciendo al Gobierno, que en unas condiciones como éstas, debería aspirar a conseguir muy poco. El peronismo sufrirá un golpe duro, y seguramente se quede con la menor cantidad de diputados en su historia, quizás no llegue a los 100 diputados. Perdió la mayoría del Senado, y puede perder la primera minoría en la elección de este año si Juntos por el Cambio hace más o menos bien las cosas. El peronismo posiblemente pierda algunas administraciones provinciales, hay que ver que pasa en córdoba, qué pasa en Santa Fe, en Provincia de Buenos Aires.

El peronismo va a salir golpeado de esta elección, como consecuencia del desmanejo político y económico de esta gestión, pero, a pesar de salir golpeado, no está finalizado, porque todo el voto que pierde no va a la principal coalicion opositora.

Algunos integrantes del Frente de Todos dicen que, cada cinco votos de Milei, cuatro hubieran ido a Juntos por el Cambio y solo uno al peronismo. ¿Creés que es así?

No comparto ese análisis para nada.

Te hago una matemática simple. El Gobierno en 2019 sacó 48% y Juntos por el Cambio 40%. Hoy, en un escenario de PASO, Juntos por el Cambio tiene la posibilidad de retener un número similar, quizás 37%, mientras que el Gobierno perdió 15 puntos, ubicándose en un tercio del total. Milei tiene alrededor de un 20%... ¿de dónde vienen?

La mayoría del voto de Milei vienen de gente que votó al Gobierno, pero que no son kirchneristas, no son politizados, ni peronistas clásicos. Es gente común y corriente, trabajadores, que está desencantados y desilusionados, año tras año, ciclo político tras ciclo político.

Si hoy fuesen las elecciones y sólo votaran los menores de treinta años, Milei ganaría. Si solo votaran los hombres votaran los hombres menores de treinta años, Milei ganaría en primera vuelta.

En un balotaje en el que no esté Milei, ¿esos votos tendrían alguna tendencia hacia alguna de la dos coaliciones? 

No tenemos que seguir pensando identificaciones partidarias y políticas de votantes tan desamparados como a los que estamos acostumbrados. Son votantes que están profundamente enojados y desilusionados, quieren que alguien les de alguna ilusión de futuro.

No es lo mismo un candidato que exprese el pasado que un candidato nuevo, sea del lado que sea.

Lo natural sería que gente que está enojada con un Gobierno y no lo vota en primera vuelta, tampoco lo vote en segunda. Ahora, estamos yendo a una elección en el que la gente va a optar por el "menos feo", por el que consideren "menos malo", porque los candidatos que generan entusiasmo, lo hacen en sectores minoritarios de la sociedad. 

BL FM