La sociedad del espectáculo, donde la imagen prevalece sobre el contenido, y cómo esto influye en la política. Milei y Cristina Kirchner como ejemplos de la espectacularización política. Diferencias y semejanzas de los discursos histriónicos entre ambos líderes. ¿A quién benefician más?
Día 141: Milei y CFK, mejores enemigos |
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La teatralización de la política o la política como espectáculo es un fenómeno que se viene analizando desde hace tiempo, pero parece exacerbarse en tiempos de redes sociales y polarización. La potenciación de esta característica hace que se distorsionen los debates y que adquieran una nueva forma. Por ejemplo, el último capítulo puede verse en los últimos discursos y reportajes de Javier Milei y de Cristina Fernández de Kirchner, señaló Jorge Fontevecchia en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
¿En qué medida el medio por el que transmitimos un mensaje modifica el mensaje mismo? Es decir, si damos un discurso político en forma escrita o por televisión, en un programa del prime time, el discurso que se transmite, ¿cuánto se altera? ¿Qué sucede si lo damos por Tik Tok teniendo en cuenta que lo debemos hacer en menos de un minuto? ¿O si lo hacemos en un hilo de Twitter, teniendo en cuenta que son 280 caracteres por mensaje?
Reformulando la pregunta, si tengo que adaptarme al medio por el que transmito un mensaje, ¿cuánto puede el mensaje conservar su contenido? Y vamos a hacer una pregunta aún más profunda. ¿En qué medida el medio por el que se transmiten los mensajes modifica la forma en la que recibimos y percibimos ese mensaje?
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Si los medios tienen mensajes cortos como Tik Tok o Twitter, ¿eso significa que la gente va a tener cada vez menos paciencia para recibir mensajes más largos? ¿Qué espacio tiene la racionalidad en ese vértigo? ¿Vivimos una era de emocionalidad, de emociones fuertes, que se transmiten a la política a partir de la tecnología en la que se emiten los mensajes?
La espectacularización de la política actual
Ya en 1967, el cineasta situacionista y teórico político Guy Debord publicó el libro “La sociedad del espectáculo”, un clásico que ha marcado la política del último medio siglo, en el que describe cómo el cine y la televisión habían modificado las relaciones sociales.
Según Debord, la sociedad del espectáculo se caracteriza por la primacía de la imagen sobre el contenido, donde "lo que es bueno aparece, y lo que aparece es bueno". En ese contexto, la realidad se ve moldeada y mediada por las imágenes y representaciones que consumimos a través de los medios de comunicación, desde la televisión hasta, podríamos agregar, las redes sociales en la actualidad.
En esta sociedad del espectáculo, la política, claramente sufrió modificaciones. Hay autores, como el propio Debord, que hablan de la espectacularización de la política o política como espectáculo para referirse a estas transformaciones.
Tal vez Javier Milei recientemente, pero también Cristina Kirchner, desde hace años, representen este fenómeno en nuestro país. ¿Cuánta densidad conceptual y profundidad se pierde en la espectacularización de la política? Es difícil saberlo. Sin embargo, es natural que la adaptación de la actividad política al medio, hace que parte de la forma se imponga sobre el fondo del mensaje político.
En las últimas apariciones públicas de Cristina Kirchner y Javier Milei, se pueden ver claros ejemplos. Por caso, este sábado, Cristina Kirchner dio un discurso en Quilmes y sostuvo que “te puede haber votado el 60%, pero si después la gente se caga de hambre ¿de qué sirve?”, se preguntó.
Posteriormente, se comparó con los modos y el histrionismo del actual jefe de Estado ya que en su momento ha recibido muchas críticas en ese sentido: "Al lado de este presidente, soy la condesa María Eugenia de Chikoff", ironizó e hizo referencia a la mujer que enseñaba modales por televisión, un elemento que evidentemente falta en la política actual.
Por su parte, luego de la marcha universitaria, Javier Milei demostró todo su histrionismo al colocarse en un lugar omnipresente. "Demuestra el miedo que me tienen, lo grande que soy frente a ellos, porque se tuvieron que juntar todos". A la vez, en Radio Rivadavia, repuso que “si juntas a Cristina, Massa, Kicillof, es una bolsa de gatos", remarcando las internas en el partido opositor. En ese mismo sentido dialéctico fue el discurso del Presidente en la cena de la Fundación Libertad, en donde se burló de varios políticos y analistas.
Las diferencias y semejanzas discursivas entre CFK y Javier Milei
Para subrayar las diferencias y similitudes entre las formas de construir sus discursos de Javier Milei y Cristina Kirchner, varios dirigentes políticos y analistas se hicieron eco de este debate. Por ejemplo el ex intendente de Hurlingham y ex ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta alentó a que haya discursos políticos más inclusivos que promuevan la empatía y la cercanía. “Dejan muy poco margen para los que piensan distinto”.
Facundo Cruz, analista político y coordinador general del Observatorio Pulsar de la Universidad de Buenos Aires, ponderó que durante los primeros discursos de Cristina Fernández como presidenta, hubo una confrontación marcada entre "ellos y nosotros", donde se buscaba un rival para polemizar, ya sean grupos o zonas específicas.
Sin embargo, Javier Milei, en su presidencia, va un paso más allá. A menudo recurre a ataques personales, desacreditando a sus oponentes no sólo en términos políticos, sino también a nivel personal. Este enfoque, que potencia la violencia política en sus discursos, representa un giro adicional comparado con la ex mandataria: “Los discursos polarizan a la política”, expresó Facundo Cruz.
Por último, Andrés Grillo, director de Opina Argentina, afirmó que la principal similitud entre los discursos políticos de Javier Milei y Cristina Kirchner radica en su naturaleza adversativa, donde delinean claramente quiénes son "nosotros" y quiénes son los adversarios del proyecto político.
Pero hay una diferencia notable en la intensidad y la demarcación de estas fronteras adversativas. “Mientras que Milei se asemeja más al estilo de Cristina presidenta en términos de intensidad y claridad en la demarcación, la posición actual de Cristina, influenciada por su experiencia en el gobierno de Alberto Fernández, presenta ciertas ambigüedades”, señaló el analista.
Entonces, a pesar de que son, en el caso de Zabaleta, de diferentes disciplinas y en el caso de Grillo y De La Cruz, de diferentes consultoras, se observa que todos tienen una apreciación bastante similar a la hora de comparar ambos discursos.
Por otro lado, el histrionismo de ambos va a acompañado de una determinada táctica que ambos adoptaron: la de confrontarse entre sí. Desde el punto de vista de la ex presidenta los motivos de esta jugada son evidentes: intentar limar el prestigio del presidente recién electo para que su espacio pueda volver a ser una alternativa.
En el caso de Milei, se cree que tiene que ver con una táctica un poco más elaborada. Si Cristina es quien encabeza la oposición, será muy poco probable que el campo opositor se pueda unir completamente. Hay personajes como Carrió, los radicales más progresistas y parte importante del PJ que no tolerarían encontrarse con Cristina en un mismo espacio opositor.
De esta manera el sistema político se volvería a jugar en los tres tercios. Por un lado La Libertad Avanza, por otro lado, los progresistas institucionalistas por así decirlo, y el kirchnerismo. Sin embargo, probablemente si la ex presidenta decidiera dar un paso al costado, tal vez la oposición lograra juntarse.
Los discursos internacionales más disruptivos
Un caso en el que la política del espectáculo sirvió para dirimir un duelo entre los dirigentes de dos espacios políticos ideológicamente antagónicos fue la elección de Brasil. A veces mirarse en el espejo de un país vecino es interesante para entender el desarrollo de los propios procesos.
Lula y Bolsonaro, durante el debate presidencial en 2022, se dispararon dardos pesados. “El pueblo te va a mandar a tu casa” le dijo el líder del Partido de los Trabajadores, a lo que Jair Bolsonaro respondió: “Sos un mentiroso, un ex presidiario, un traidor a la patria".
Tal vez, la diferencia entre Argentina y Brasil, es que Lula, siendo el dirigente del espacio opositor mayoritario, logró convocar a parte de las fuerzas republicanas que históricamente estuvieron enfrentadas a sus gobiernos y de momento la figura de Cristina Kirchner pareciera más traer división que ofrecer una síntesis.
Debate entre Lula y Bolsonaro en Brasil.
Un frente que incluya al peronismo junto a Carrió, Manes, el peronismo cordobés, el socialismo santafesino y el ala progresista del radicalismo, sería así como una suerte de cordón sanitario contra la extrema derecha.
Contra la forma agresiva de utilizar la teatralización en la política que tiene la extrema derecha a nivel mundial, Pedro Sánchez hizo un discurso en el que, además de asegurar que sigue frente a la presidencia de España, planteó la necesidad de establecer una suerte de piso moral de reglas de juego en la confrontación política. “Debemos rechazar el movimiento reaccionario mundial que promueve la difamación, el odio y el miedo, defendiendo la democracia con serenidad y firmeza, más allá de nuestras diferencias ideológicas. Me comprometo a liderar este proceso con determinación”, aseguró el mandatario.
“El fenómeno representado por Milei es particularmente pronunciado en Argentina, donde, como Borges observó, la hipérbole es una característica arraigada. Aunque Pedro Sánchez señala que este fenómeno se observa a nivel mundial, es importante destacar que el estilo de Cristina Kirchner no reflejaba necesariamente una tendencia global. Sin embargo, Milei existe porque existió ella. La polarización política en Argentina parece ser una lucha perpetua, como la de Sísifo, con la teatralización de la política persistiendo mientras las soluciones a los problemas tardan en materializarse”, analizó el conductor del ciclo para finalizar.
