Hace un año, Cristina Kirchner ocupaba la escena y un enorme acto repudiaba el intento de magnicidio que conmocionó el escenario político. ¿Qué se sabe de lo que ocurrió aquel 1 de septiembre?
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“Hoy se cumple el primer aniversario del intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, un hecho que conmocionó a todo el arco político”, afirmó Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), del viernes 1° de septiembre de 2023.
Ayer, la organización política La Cámpora lanzó un documental donderepasa los días previos y posteriores al atentado, y parte de la pieza audiovisual está musicalizada, casualmente, con la canción que elegimos para amenizar esta apertura, Esperando el milagro, de Las Pelotas.
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Titulamos esta apertura “El año del ocaso de CFK”, y vamos a hacer un repaso de lo que ocurrió a lo largo de este año, y el contraste entre el volumen político y el lugar ocupado por Cristina hace un año, con el acto realizado en repudio al atentado, rodeado de su militancia en un feriado nacional, y su situación actual, prácticamente ausente de las apariciones públicas, llegando incluso a circular versiones de que había estado de viaje, fuera de Argentina, descansando en alguna playa tropical.
¿Qué se sabe a un año del intento de magnicidio? Hay tres detenidos: Fernando Sabag Montiel, quien intentó disparar contra la Vicepresidenta, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo.
Además de ellos tres, eran también parte de la llamada “Banda de los Copitos”, Miguel Ángel Castro Riglos, Sergio Orozco, Leonardo Volpintesta y Lucas Acevedo. El periodismo les puso ese nombre porque tenían un carro de copos de azúcar que usaban como fachada para acercarse al domicilio de la Vicepresidenta.
A un año del atentado, la querella, la jueza y el fiscal no tienen una comprensión común de lo que hay detrás de este hecho.
Para la jueza María Eugenia Capuchetti, el caso no tiene una mano política detrás. La misma posición terminó teniendo el fiscal Rívolo. Por esta razón, los abogados de Cristina Kirchner, encabezados por Juan Manuel Ubeira, decidieron pedir que se aparte a la jueza y al fiscal de la causa. La Justicia se opuso en ambos casos.
Hagamos un repaso de los planteos que hacen los abogados de Cristina Kirchner para plantear que hay una motivación política detrás del intento de magnicidio.
La pista Milman
En la última semana, Carlos Telledin, abogado de Brenda Uliarte, una de las detenidas por el intento de asesinato a CFK, contó que su defendida le relató como Gerardo Milman le pagó a personas para que realicen manifestaciones en contra de la Vicepresidenta en frente de su casa.
Estas manifestaciones opositoras habrían sucedido luego de que Cristina Kirchner fuera condenada por el juez Mola a instancias del fiscal Luciani en la causa Vialidad.
El abogado de Brenda Uliarte agregó que, según su defendida, Milman no pagó para que mataran a la Vicepresidenta, sino que lo que buscaba la mano derecha de Bullrich era montar provocaciones en la puerta de su casa. Agregó que Uliarte piensa ampliar su declaración en la próxima citación en quince días.
El 30 de agosto del 2022, Jorge Abello, asesor del diputado oficialista Marcos Cleri, dijo que le escuchó decir a Milman en el bar Casablanca, ubicado en frente del Congreso, la frase “cuando la maten voy a estar en La Costa”. Gerardo Milman se encontraba acompañado de dos de sus colaboradoras, Carolina Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz.
Gómez Mónaco y Bohdziewicz declararon que no recuerdan haber estado ese día en Casablanca. Luego, en el juzgado le mostraron las imágenes de ellas ingresando en el café y ellas lo confirmaron. La querella pidió que les secuestren los celulares y la jueza María Eugenia Capuchetti se negó.
Meses después Ivana Bohdziewicz amplió su declaración. Contó que, cuándo Jorge Abello declaró ante la justicia, ellas fueron a unas oficinas de Patricia Bullrich y se juntaron con Gerardo Milman y un perito, para borrar el contenido de sus celulares y el del propio Milman.
El 25 de noviembre, casi tres meses después de lo pedido, La Cámara Federal porteña ordenó el secuestro de los celulares de las asesoras, pero no se pudo recuperar el contenido del aparato.
El fiscal federal Carlos Rívolo pidió enviar a juicio oral a Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo, sin hacer lugar al pedido de la querella que apuntaba a posibles conexiones con sectores de la política.
La jueza María Eugenia Capucchetti elevó a juicio oral la causa contra Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo. Además, clausuró parcialmente la instrucción de la investigación que apuntaba contra la pista Milman.
Las cámaras revelaron que Milman estuvo presente en el bar junto a sus secretarias.
La pista Caputo
Revolución Federalera un grupo violento de extrema derecha que impulsó escraches a políticos vinculados al peronismo, atacaron a figuras ligadas a los derechos humanos y crearon grupos de spaces en Twitter, en los que comentaban sobre la necesidad de “pasar a la historia”, es decir, asesinar a Cristina Kirchner.
En una de sus manifestaciones participó Brenda Uliarte. Jonathan Morel, su dirigente puso una carpintería que tuvo un sólo cliente registrado: la familia Caputo. Según la investigación, 13 millones de pesos fue el montó que Morel recibió de Caputto Hermanos por muebles que, supuestamente, jamás fabricó.
Ubeira y el resto de los abogados de la Vicepresidenta plantearon que debían investigarse el financiamiento de Revolución Federal yel intento de magnicidio como partes de una misma causa, pero la jueza Capuccheti planteó que no había elementos suficientes para vincularlas. En la actualidad, ambas causas se investigan de manera separada.
Jonathan Morel, líder de Revolución Federal.
La panelista Delfina Wagner
Un día después del atentado, la panelista de Crónica TV, Delfina Wagner, le escribió un mensaje a Brenda Uliarte.
Wagner llamaba "Ambar" a Uliarte, el seudónimo que usaba en las redes sociales y con el que se había presentado en notas en ese canal.
"Estoy preocupada por vos", "te escribo más que nada para saber si te sentís a salvo", "Cualquier cosa que pueda hacer para ayudarte contá conmigo. Cuidate mucho", fueron los mensajes al otro día del atentado.
La querella de la Vicepresidenta pidió en la causa, a cargo de María Eugenia Capuchetti, que se investigue a Wagner, no sólo por su relación con Uliarte y Sabag Montiel, sino porque hallaron conexiones con otros personajes.
Una es con la organización Revolución Federal, y sospechan que pudo haber sido nexo de la pareja con Hernán Carrol, de la agrupación Nueva Centro Derecha, a quien, mediante un escrito, Sabag Montiel le pidió que le consiguiera un abogado.
Además, el 4 de agosto Wagner contó en La Nación+ que actualmente vive en la casa de Ximena Tezanos Pinto, la ex vecina del piso de arriba de donde vivía Cristina Fernández de Kirchner, que había recibido en su casa a dos integrantes de Revolución Federal en los días de las marchas a favor de la Vicepresidenta.
Los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal señalan que la panelista es la única persona que parece conocer a todos los actores sospechados, tanto en esta causa como en la que atañe a Revolución Federal. "Las coincidencias son demasiadas y es necesario investigarlas", explicaron.
Wagner se autodefine como “libertaria” y además fue candidata a legisladora porteña de la lista del partido Aptitud Renovadora de Juan Pablo Chiesa. A partir del pedido de la defensa de CFK para que investiguen a Wagner, la joven activista de derecha dijo que es una perseguida política y que esta situación “se parece a la de una dictadura”.
Delfina Wagner
Los días siguientes al atentado
Al día siguiente del atentado, le hacían un reportaje televisivo a Brenda Uliarte, que se presentó con varios otros de Los Copitos.
Durante la nota, Brenda afirmaba en nombre del grupo: “Nos están culpando de algo que no hicimos, dicen que somos un grupo terrorista y nosotros no tuvimos nada que ver”.
Ante la pregunta de cómo se enteró que Sabag Montiel, su novio, había estado implicado, la joven contestaba: “Me enteré por la TV, con mucho miedo, no pensé que iba a hacer algo así.
El día 7 de septiembre, Patricia Bullrich expresaba que “el hecho de violencia es absolutamente condenable, pero como conozco la forma de actuar del kirchnerismo desde hace muchos años, me pareció prudente esperar la palabra presidencial esperada por Cadena Nacional”.
“Cuando vi la bajeza del presidente planteando que había instigadores, que eran la prensa, la oposición y la justicia, justamente el carácter de la república, y llamó a un feriado nacional y a una marcha partidaria, desvirtuó completamente un momento que debería haber sido de unidad nacional y lo convirtió en una radicalización partidista autocrática”, decía la entonces presidenta del PRO.
El día 15 de septiembre fue la primera aparición pública de Cristina tras el atentado. En una charla en el Senado y ante curas y monjas de Opción por los Pobres, la Vicepresidenta expresó que consideraba que lo más grave era que “se rompió el acuerdo social que había desde 1983”.
“Recuperar la democracia fue recuperar la vida, que podamos discutir política erradicando la violencia, y lo que pasó el otro día fue una ruptura de eso”, reflexionaba Cristina Kirchner.
Casi dos meses después, en este programa, Gerardo Milman fue entrevistado en este mismo programa, y afirmaba: “Voy a presentarme ante la justicia para desarmar una operación berreta”.
Ante la pregunta por el testigo que aseguraba haberlo escuchado decir “cuando la maten voy a estar en La Costa”, Milman afirmaba que “no hubo ninguna discusión acerca de un posible atentado a Cristina, sí es cierto que al otro día me fui a Pinamar a hacer campaña pero volví antes de que ocurriera el atentado contra la Vicepresidenta de la Nación”.
La hipótesis del estrés postraumático
Tres meses después del atentado, durante el alegato de la causa Vialidad que la condenó, Cristina afirmaba “no voy a ser candidata a nada”.
Existe una hipótesis, que plantea que Cristina, después del atentado, quedó con estrés postraumático, como podría haberle ocurrido a cualquier persona que transita una amenaza de acabar con su vida, y que eso le pudo haber quitado las ganas de competir electoralmente.
“No voy a someter a la fuerza política que me dio el honor de ser dos veces presidenta y una vez vicepresidenta a que la maltraten, durante el periodo electoral, con una candidata condenada, con inhabilitación perpetua”, expresaba, conmocionada, la Vicepresidenta.
"No voy a ser candidata a nada", dijo Cristina Kirchner durante su alegato.
“El tiro no salió”
Entrevistado desde la cárcel en marzo de este año, Fernando Sabag Montiel se quejaba de que “el tiro no salió”.
“Yo lo hice por motuspropio, actué sólo, y tengo las pruebas, Brenda Uliarte no tiene nada que ver, lo hice por la situación del país”, afirmaba Montiel.
“Por los nervios, entre tanto tumulto, tiré la corredera para atrás, no salió el tiro”, explicaba el detenido. Y concluía, frente a la pregunta del periodista de si se arrepentía de haber intentado asesinar a la Vicepresidenta, con un seco “no”.
Esta semana, Carlos Telledín, el abogado de Brenda Uliarte, sembró expectativas en la causa, al anunciar que “Brenda va a decir lo que nunca dijo”.
“Lo más importante, en términos generales, es que Milman les pagaba para asistir a manifestaciones frente a la casa de Cristina Kirchner”, anticipó el letrado.
Brenda Uliarte y Sabag Montiel, posando con la pistola del atentado.
El acto en Plaza de Mayo
Un año atrás, en el marco del feriado nacional y la movilización convocada por el Presidente en repudio al intento de magnicidio, tomaba la palabra Alejandra Darín, presidenta de la Asociación Argentina de Actores.
“No hay manera de relativizar ni minimizar un intento de magnicidio”, expresaba, en un acto junto a algunas madres de plaza de mayo como Estela de Carlotto y otros referentes y dirigentes políticos, sindicales y de derechos humanos.
Hace un año, Cristina ocupaba la escena, lo que contrasta con la Cristina Kirchner de hoy, casi ausente del escenario político y la campaña electoral.
Vale la pena preguntarse: ¿qué pasará dentro de un año más, políticamente, con el kirchnerismo? Se abren distintas hipótesis.
Algunos dicen que la Vicepresidenta preferiría que gane Milei, ya que considera que no tendrá la capacidad para gobernar y, tras un periodo, abrirá la puerta para un regreso triunfal de su movimiento, mientras que, si gana Sergio Massa, podría quedar en las sombras del peronismo, opacada por el actual ministro de Economía, que se podría comportar como Alberto Fernández, ignorando sus sugerencias.
Para eso, tendría que ganar la Provincia de Buenos Aires. Desde ese bastión, el kirchnerismo tendría la posibilidad de recomponerse. Pero, si Axel Kicillof perdiese la provincia de Buenos Aires frente a Grindetti, el kirchnerismo quedaría verdaderamente ante la posibilidad de su propia extinción.
El mismo planteo podría valer para Horacio Rodríguez Larreta. Si Juntos por el Cambio gana en provincia aunque Milei gane en la Nación, aún con las simpatías de Macri por su figura, podría volver a tener preponderancia una moderación representada por el actual jefe de Gobierno de la Ciudad.
En cualquier caso, llama la atención el contraste entre el lugar ocupado por Cristina hace un año y su rol actual. Un factor que no hay que dejar de tener en cuenta es cuánto puede haberla afectado el estrés postraumático de haber vivido un atentado contra su vida.
