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FUERTE SUBA

La canasta de alimentos aumentó 12 veces en cinco años

Según el “Changómetro” de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), para comprar la misma cantidad de alimentos que en diciembre 2017 se pagaba con $ 1.000, hoy cuesta $ 12.650.

 Aumentó la canasta básica
Aumentó la canasta básica | TÉLAM

Un nuevo golpe al bolsillo de los consumidores llego de la mano del anuncio del índice de inflación para el mes de marzo. Se registró en el tercer mes del año una nueva aceleración, con un 7,7% mensual, en tanto la cifra interanual alcanzó los tres dígitos con el 104,3%. Lo cierto es que la inflación registrada interanual se trata del peor índice interanual registrado desde septiembre de 1991, desbordando todas las expectativas y obligando a actualizar todas las comparaciones con años anteriores.

Con la actualización de los parámetros se puede tomar conciencia de la pérdida del valor del peso argentino y el nivel de deterioro de la capacidad adquisitiva del billete de $1000, que continua siendo el de mayor denominación actualmente, pese a que tenga una equivalencia de tan solo USD 2,50.

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En este contexto la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en forma periódicamente actualiza su “Changómetro”, una herramienta que toma un conjunto de alimentos, bebidas e indumentaria y analiza la variación del precio total de estos productos con el transcurso del tiempo.

Con este informe, FADA reflejó que en el caso de alimentos y bebidas, los mismos productos de la canasta alimentaria que en diciembre de 2017 podían comprarse con un billete de $1000, en la actualidad pueden adquirirse tras desembolsar $12.650, lo que representa un aumento del 1365% en 63 meses. “Esto es 12 veces lo que costaba”, explican los analistas de esa fundación.

Asimismo, el último relevamiento mostró que la diferencia es aún mayor en el caso del rubro ropa y calzado, con un aumento en el mismo periodo de tiempo de 1467,6%. Esto implica que lo que a finales de 2017 podía comprarse con $1000, en marzo de este año se puede comprar pagando $13.676. Es decir, que “las mismas prendas y calzados que comprábamos con $1000 hace poco más de cinco años, actualmente cuestan 13 veces más caro”, explican.

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Alimentos y bebidas

Dentro del dato publicado por el INDEC que reflejó el 7,7% de inflación para el mes de marzo, fue el rubro alimentos y bebidas el que más impulsó el indicador de los precios. En concreto, este rubro registró una suba promedio del 9,3%, ubicándose por encima de la inflación general, con una suba del 106,6%, según lo informado por el ente. Ello al margen del de educación por una cuestión de estar precisamente en los meses de compras escolares.

Cómo se elabora el “Changómetro”

Los parámetros medidos por el “changómetro” que mide FADA refleja los resultados de un cálculo realizado sobre la evolución de los precios medidos por el INDEC y que dan cuenta cierta de la pérdida del poder adquisitivo de la población.

David Miazzo, economista de FADA, señaló que “hoy necesitaríamos un billete de $13.000 para que tenga el mismo poder de compra que a fines de 2017. Con lo cual, el billete de $2000 de inminente puesta en circulación, ya llega tarde”. A su vez, el analista económico destacó que “el problema no son los precios sino los pesos”. El problema no es que suben los precios sino que pierde valor la moneda. Es decir, que se necesitan más pesos para comprar los mismos productos y el mismo dolar”, afirmó.

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Un problema mal diagnosticado

Un tema relevante que destacó el especialista, es que poder entender que el problema de base no son los precios sino el valor del peso, implica hacer foco en la existencia de un error en el diagnóstico de la inflación. “Si yo creo que el problema son los precios, aplico policías de control de precios o de congelamientos, etc. Por eso, vemos que la medida no tiene alcance”, advirtió Miazzo.

Cuando analiza las posibles salidas ante el problema señaló: "Mientras no se detenga la desvalorización del peso, a través de una política monetaria, fiscal y de confianza, lo que comprende dejar de lado la emisión de pesos, entonces se mantendrá la pérdida del valor de la moneda”. También puntualizó que “en una economía que no crece, es difícil que los salarios le ganen a la inflación".

Por su parte, Natalia Ariño, economista de FADA, también señaló que lo preocupante de las altas tasas de inflación es que no se dieron en un contexto donde hubo alta devaluación o fuerte aumento de tarifas con impacto directo en la inflación, como sucedió en otras épocas. Por el contrario, actualmente todavía existe una inflación contenida que repercutirá en periodos próximos, en función de ello no hay un parámetro que indique que la inflación bajará sino lo contrario, se espera según una proyección para el 2023 con un piso del 110%, que incluso podría alcanzar el 120%, si se piensa en un nivel promedio mensual del 7%”.

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Lo cierto es que la realidad indica que desde diciembre del 2017 hasta el mismo mes del 2022, se registró una caída promedio del poder de compra del 23%. Esta realidad a su vez, dista mucho de lo que sucede con los precios en el rubro alimentos en otros países del mundo.

Así mientras en Argentina los alimentos registran una suba casi a diario, en el mundo el índice de precios durante los últimos 12 meses, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tuvo una caída mayor al 20%.

MVB JL