¿Quiénes son los inversores? Se trata de los amigos y ahora también socios: los rugbiers Agustín Creevy, Facundo Gigena, Santiago García Botta y el exfutbolista Maxi López. Ahora unidos también por los negocios, este grupo de deportistas argentinos apostó en una inversión millonaria. Es el emprendimiento que, desde hace unos meses, decidieron llevar adelante juntos, el restaurante Vela Brasserie, en el corazón de Paddington, en Londres.
La suma invertida alcanzó unas 150.000 libras esterlinas, lo que equivale a cerca de $ 34 millones, destinados a refaccionar y poner en condiciones listo para la apertura al público, el restó que pretenden sea “un punto de encuentro” de argentinos.
En el mismo hotel propiedad de López, debajo del Hotel Stars, se encuentra el flamante restaurante que espera llenarse de comensales argentinos. Cabe recordar que el ex futbolista integra un grupo inversor que tiene bajo su titularidad y administración diferentes negocios.
La zona donde se ubica el local gastronómico es el barrio de Paddington, en la ciudad de Westminster, en el centro de Londres. La ubicación es inmejorable, en una zona muy cercana a la “pequeña Venecia” londinense y no muy lejos del Hyde Park.
La semilla que hizo crecer el negocio
La idea de origen para esta sociedad surgió del mismo Agustín Creevy, quien empezó a sumar inversores, porque al margen del grupo de deportistas argentinos además se agregaron a la sociedad dos compañeros del equipo de rugby, Adam Coleman y Curtis Rona. Creevy, hace tiempo lleva destinando recursos a proyectos gastronómicos. De hecho tiene en sociedad la hamburguesería Meatpacking en La Plata y otro negocio en Estados Unidos.
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Un menú bien “argento”
Creevy, amigo de Maxi López, dice que cuando llegó a jugar en Inglaterra, al poco tiempo se le instaló fija la idea en la cabeza: invertir en un restaurante con otros argentinos sería una muy “buena idea”. Por lo cual, cuando cerró el restaurante que estaba funcionando debajo del hotel propiedad de López, supieron entender que era la señal que indicaba que estaba “todo listo para hacerlo”.
“Soy un fanático de la comida argentina y andaba siempre buscando a dónde ir. Empezamos a diseñar de a poco lo que queríamos y conseguimos tenerlo a Leo Casaburro, un pastelero genial, el mejor”, agregó Creevy.
El pastelero de las delicias argentinas
Lo cierto es que se encargaron de que uno de los mejores pasteleros esté al frente de la cocina, para deleitar al público con las delicias argentinas. Casaburro, lleva cerca de nueve años radicado en Londres, y es un pastelero muy conocido por los argentinos y muy seguido por futbolistas, como Sergio “el Kun” Agüero y Cristian “Cuti” Romero.
Fue en 2020, a poco de declarada la pandemia, que inauguró su pastelería en un restaurante argentino en Marylebone. El emprendimiento fue todo un éxito. Y no es de extrañar, porque proviene de una familia de pasteleros, que atesoran consejos y tips de recetas, al igual que su hermano, dueño de una panadería en Villa Devoto.
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Creevy insiste en que, aún acostumbrados a moverse por distintos países, todos “extrañan” tener un “lugar de encuentro, de amigos, donde poder compartir unos tragos y comida bien tradicional.
En el local, brindan servicio de gastronomía argentina y algunos platos italianos. Pero ciertamente y como era de esperar son protagonistas las carnes, empanadas y pastelería con el toque distintivo y único de Casaburro. Además subraya que el rótulo de carnes argentinas es un gran atractivo para los extranjeros.
Entre milanesas “gigantes” y el flan con dulce de leche
“Milanesas gigantes, como las que hacemos en casa, flan con dulce de leche, medialunas y cañoncitos de dulce de leche. Hay propuestas que eran difíciles de conseguir con la calidad que tenemos”, señala Creevy.
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El local tiene 50 cubiertos y espacio para eventos con capacidad para cerca de 80 personas. De hecho, ya realizaron varios eventos, uno que reunió a los sponsors del equipo de Creevy, el London Irish, donde además organizaron un muy dinámico e interactivo juego de preguntas y respuestas, como una ingeniosa forma de hacer conocer un poco más la cultura argentina.
Disfrutar una cena o almuerzo en el restaurante de estos deportistas, amigos, y hombres de negocios, que saben resaltar el valor de los buenos platos argentinos, tiene un costo promedio por cubierto de unas 30 libras. Dentro de los valores acostumbrados en Londres para comer en un restaurante de similares características.
Para cerrar, Creevy agrega que la inversión hecha fue “moderada” porque el local no tuvieron que buscarlo ni comprarlo (propiedad de López), “lo más costoso fueron las habilitaciones y los permisos que se exigen para vender alcohol a determinadas horas y para abrir hasta tarde”, otra de las costumbres y hábitos bien argentinos, que se quieren conservar.
MVB JL
