Shila Vilker: "Muchas mujeres dicen 'Javier Milei me da miedo pero lo voto igual'"
La analista de opinión pública afirmó que "hay ciudadanos que tienen muy buen concepto de la educación y la salud pública y, sin embargo, eligen a Milei, descreyendo de las propuestas que el propio candidato dice que va a hacer".
Shila Vilker |
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Shila Vilker, directora de la consultora Trespuntozero, consideró que lo que ocurrió la última semana previo a la votación aceleró el crecimiento de Milei. “La dificultad es dónde se podría posicionar Bullrich”, resaltó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
El domingo de las elecciones, Timerman contaba que tu consultora y vos ubicaban a Milei casi con un 30% de los votos, independientemente de que además no consideraban una diferencia significativa entre Massa y la suma de Juntos por el Cambio. ¿Es correcto?
Sí. Nosotros teníamos una paridad entre oficialismo y oposición, y, lo que vimos la última semana antes de la elección fue un crecimiento de la candidatura de Milei. Efectivamente, se disparó la última semana. Por eso en una nota escribí que se votó “en carne viva”, en una semana llena de fuerte conmoción por la muerte de Morena y los otros casos de inseguridad.
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¿Si no hubiese sucedido eso hubieran empatado los tres alrededor de los 26 puntos?
Es una posibilidad. La foto que se terminó armando es una foto que da como ganador a Milei, pero están muy cerca, apenas un punto y medio entre el primero y el segundo.
Creo que lo que ocurrió la última semana, previo a la votación, aceleró el crecimiento de Milei.
Eso lo medimos, el tema también es si nosotros estamos dispuestos a confiar en los propios relevamientos, porque a veces se instalan una especie de “cárceles mentales”. Nos preguntamos “¿cuánto más arriba de 20 o abajo de 20 puede estar?”.
Hay un componente subjetivo, mediante el cual todo analista corrige las mediciones, evidentemente. Bajo esta visión, ¿se podría decir que el único derrotado fue Horacio Rodríguez Larreta?
Yo diría que lo que quedó en el medio fue lo derrotado. Tuvo una muy mala elección Larreta, pero también Lousteau y Schiaretti. Todo lo que no pudo desmarcarse y ocupar posiciones de definición claras tendió a quedar desdibujado.
Creo que ese riesgo, de alguna manera, hoy está afectando a Patricia Bullrich, que quedó atrapada en un nuevo centro. Me parece que es un momento en que la sociedad está pidiendo definiciones, cosas tajantes y claridad.
Hay cosas que se dan más allá de las intenciones, queda atrapada en relación a una serie de ofertas electorales, como en una góndola.
¿Que Patricia Bullrich quede atrapada en el medio, beneficia a Sergio Massa? ¿Eso le pude generar la posibilidad de pasar al balotaje en lugar de Patricia Bullrich?
A priori, pareciera que sí. La dificultad es dónde se podría posicionar Bullrich, porque si tiende a derechizarse, libera electorado para Massa, y si, por el contrario, se modera, libera electores para Milei. El problema es dónde pararse para no liberar electores.
Lo que estamos viendo es que el elector del medio es lo que se puede licuar más rápido.
Pareciera haber una distancia o cierta falta de sincronía entre la mayoría de la opinión pública y luego los resultados electorales. Cuando en el discurso pareciera que la mayoría de la sociedad se ubica en el centro, pero luego en las elecciones, quienes ganan están en los extremos, ¿es así?
Hay algo de eso, pero también hay un fenómeno que hay que desgranar mejor. Están pasando cosas locas. Por ejemplo, Milei logró una cantidad de adhesiones muy importantes que también están en el miedo, en el susto.
El otro día, en una serie de grupos focales, muchas mujeres decían ‘Milei me da miedo pero lo voto igual’. Una especie de atracción fatal, algo del orden de lo irracional.
Esto se ve también en torno a las propuestas de Milei. Hay una discusión muy fuerte en torno a sus propuestas por parte de sus propios votantes, pero al mismo tiempo hay una idea de que, bueno, no lo toman tan en serio que vaya a sacar la educación pública. Hay ciudadanos que tienen muy buen concepto de la educación y la salud pública y, sin embargo, eligen a Milei, descreyendo de las propuestas que el propio candidato dice que va a hacer.
Me da la impresión de que acá hay algo que también trasciende la dinámica política. Fijate que Milei puede ser una figura que no les guste a todos, pero sí a todos les gusta hablar de Milei. Incluso a sus opositores.
La controversia que despierta moviliza discursividades, memes, semotiza, digamos. Tiene a la sociedad revolucionada, porque hay algo que activa, que mueve, y creo que uno de los elementos más importantes a ver es que hablar de Milei no necesariamente es hablar de política, es como “no hablar de política”. Es bordear la celebrity, el freak, lo excéntrico.
Me viene todo el tiempo a la cabeza la politóloga alemana Noel Neumann y su “Espiral de silencio”. Dentro de ese texto canónico de las ciencias políticas encontramos el concepto del famoso “carro del ganador”.
Hablábamos de eso en este mismo programa con Diego Reynoso. Él reflexionaba que, si uno analiza las cuatro últimas PASO, entre las primarias y las generales, quien ganaba votos no era quien había salido primero sino el que había perdido. Como si Argentina tuviera una especie de “carro del perdedor”, en lugar del “carro del ganador”.
Como vos empezaste comentando los hechos policiales que favorecieron a Milei, ¿qué creés que va a pasar en octubre? ¿Será el “carro del ganador” o el “carro del perdedor” el que tire?
Está muy buena la pregunta. Creo que parte de lo que incidió en la elección que hizo Milei también es cómo se vota en las PASO.
La gente sabe que el voto en las Primarias es un voto prácticamente sin consecuencias. Uno podría esperar que el voto en las generales sea más conservador, con un principio de realidad mucho más activo.
Sin embargo, planteo un signo de interrogación. Creo que el resultado de las PASO terminó envalentonando y confirmando el voto a Milei. Que quizás era un voto más expresivo de las Primarias, de castigo, de mostrar una disconformidad.
Pero me da la impresión que, al revés de lo que se podría esperar, este resultado ratificó, y hoy lo que estamos viendo es que ese importante segmento que expresaba bronca, disconformidad y enojo, hoy son los únicos que están, de alguna manera, con algún sentimiento más festivo. Están más esperanzados, más alegres, más felices. Me da la impresión de que son los únicos hoy que pueden, mediante esos sentimientos, atraer.
Creo que eso también hay que mirarlo. Los electores de Milei están como en una especie de carnaval, sumando gente en el camino.
