POLICIA
la encontraron sin vida en berisso

Reabren el caso de una joven hallada muerta en un cañaveral porque creen que fue asesinada

Evelyn Herrera tenía 17 años. Los investigadores creyeron que se había suicidado aunque cuatro años después detectaron serias irregularidades. Sospechan que habría sido ahorcada.

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Tragico final. Evelyn Herrera desapareció mientras se dirigía al colegio. Su cuerpo fue hallado 15 días después, en un sitio que había sido rastrillado cuatro veces. | cedoc

A casi cuatro años de la muerte de Evelyn Antonella Herrera, la adolescente de 17 años que apareció sin vida en un cañaveral de la ciudad de Berisso con el rostro desfigurado, su familia se aferra fuertemente a una nueva esperanza: con la causa reabierta tras una serie de graves irregularidades tanto forenses como investigativas, nuevas pericias llevadas a cabo por fuerzas federales podrían dar un vuelco al expediente. “No tengo dudas de que la mataron”, aseguró su tía, y sus palabras pronto podrían tener certeza científica.

La menor desapareció el 18 de septiembre de 2015, cuando salió de su casa ubicada en  la calle 12 entre 150 y 151 de la ciudad bonaerense para dirigirse junto a su hermano al colegio al que asistía. Pero allí nunca llegó, y al hogar ya nunca volvió. Horas después se inició una búsqueda que incluyó 60 rastrillajes y duró 15 días, hasta que su cuerpo fue hallado por dos jóvenes dentro de un cañaveral en 12 y 170.

Desde el inicio la pesquisa fue llevada erróneamente, con contradicciones y cambios en la mecánica de la muerte. El fiscal inicial del caso, Marcelo Martini, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 3 de La Plata, relató desde la misma escena del crimen, horas después de la aparición del cadáver, que se había tratado de un “suicidio”, basándose en que en primera instancia los restos no presentaban lesiones visibles. Por lo bajo, jefes policiales fueron más allá y afirmaron que la chica había utilizado un veneno para ratas, pese a que no se encontró en el lugar ni en las inmediaciones vestigio alguno del tóxico. “Lo pudo haber ingerido en otro lado y acercarse luego al cañaveral”, explicaron.

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Sin embargo, a la familia nunca le hablaron de esa teoría, pero sostenían que se había tratado de un suicidio. Una carta encontrada en la mochila de Evelyn parecía ser la clave de todo, aunque en el escrito no hacía mención a despedida alguna. Pasaron los meses –en los cuales nunca se presentaron los estudios toxicológicos que deben hacerse durante la autopsia ante cada muerte dudosa– y entonces la mecánica del deceso no fue autoprovocada, informaron los peritos, sino que se trató de una “muerte natural”.

Ante PERFIL, su tía Fanny fue directa: “Nos dijeron que todo se debió a un paro cardiorrespiratorio por un edema pulmonar, pero no cómo se originó”. Esa inconsistencia les hizo ruido, pero no sería la única.

Huellas del asesino. “Fuimos reuniendo irregularidades y pudimos reabrir el caso, que había sido cerrado”, le confió a este medio Luis Basualdo, del Centro de Protección y Asistencia a la Víctima, que representa a la familia Herrera. “Para empezar, estuvo todo tan mal investigado que Martini se excusó y se corrió. Su lugar lo ocupó Ana Medina, de la UFI 1. La causa, a su vez, se recaratuló como ‘averiguación de causales de muerte’. Tenemos evidencias para demostrar que se trató de un femicidio”.

Cuenta con una teoría bien elaborada tras años de investigación que por el momento prefiere resguardar, y en la que están involucrados policías. “Es muy fuerte y va a hacer mucho ruido cuando se sepa”, advirtió, y sí adelantó algo oculto hasta el momento: “Del rostro de Evelyn pudimos obtener lo que serían indicios de huellas digitales. Huellas que dejó el asesino al ahorcarla y que los análisis a realizar por la cúpula federal van a develar”.

Otros estudios claves que van a hacerse –por primera vez, ya que llamativamente no se hicieron durante la autopsia– son los toxicológicos. “Vamos a hacer todos los análisis periciales. Por suerte el pool de vísceras se mantiene en buen estado, bien conservado para hacer pericias”, y dijo que “también se van a analizar los 15 días de rastrillaje, para ver cómo lo hicieron y para ver si fue intencional no encontrar el cuerpo”.

Los restos fueron divisados por dos chicos de manera casual, en el mismo sitio donde decenas de agentes de la Bonaerense pasaron cuatro veces. “Ella estuvo 15 días desaparecida pero la data de muerte indicó que, al momento del hallazgo, llevaba cinco o siete sin vida. ¿Qué pasó en esa semana restante? ¿Cómo no se la vio antes, si la policía pasó por allí?”, se preguntó Basualdo.

Y se mostró sorprendido por la rapidez con la que se hizo la autopsia: “Al cuerpo lo encontraron a las 15 y a las 20 ya estaba hecha la operación. Si llevaba una semana muerta, el cadáver debió ser sometido a un proceso de enfriamiento de 48 ó 72 horas”.

Tanto para Basualdo como para la familia de Evelyn, fue un homicidio y creen poder demostrarlo, aunque para eso deban enfrentarse a verdaderos peligros. El teléfono de la adolescente fue descubierto en la casa de un vecino suyo, un joven que es hijastro del comisario que debía investigar el hecho, aunque el día de la desaparición pidió ser trasladado a una dependencia de La Plata. Y también, el mismo día de la desaparición, el domo de seguridad que había en la entrada al cañaveral fue robado.

 

“Ya desaparecida, atendieron su teléfono y le usaron la SUBE”

María Bernal, madre de Evelyn, le contó a PERFIL que nunca fueron hallados los elementos que su hija llevaba cuando fue vista por última vez, como la tarjeta SUBE, los auriculares y un peine del que jamás se desprendía y que había pertenecido a su padre. Se preguntó a su vez qué hacía ahí una chica de 17 años, sola y que “le tenía miedo a la calle”.

Otros interrogantes tienen que ver con datos concretos ocurridos tras la desaparición. “Su SUBE no se encontró pero fue usada, y su celular se activó un día después de su desaparición. Alguien atendió pero no habló. Después estuvo siempre apagado. Más tarde vimos que se había conectado a Facebook, le preguntamos dónde estaba y respondieron ‘¿quién te conoce?’”.

Fanny aseveró que su sobrina salió “para volver y de hecho había invitado a una amiga a tomar mates. Su amiga vino, ella no”. Otro punto que la extrañó fue la vestimenta que le entregó la policía: “No la reconocimos y estaba seca y limpia cuando el día que la encontraron, y los anteriores, había llovido mucho y era todo barro”.

Sobre el hijastro del comisario –a su vez, hijo de otro comisario– señalaron que “declaró tres veces, siempre cosas diferentes. En una dijo que tenía su celular porque ella, que se iba con otra persona, se lo había regalado. Es mentira, porque no nos los prestaba ni a nosotras. Además, ¿por qué rompió el chip? Cuando hablamos con él estaba nervioso y después supimos que estaba enamorado pero a ella no le interesaba”.