Si bien ya se venía cocinando –quizás a fuego muy lento aún–, el lanzamiento de la candidatura de Alberto Fernández junto a Cristina Kirchner volvió a poner de relieve la postergada decisión del oficialismo de ampliarse: abrir la vicepresidencia a un radical, sumar peronistas e incluso considerar una PASO.
En los últimos días, en la mente del presidente Mauricio Macri tanto el temor a perder como la presión interna tuvieron eco: admitió que estaba dispuesto a compartir la fórmula e incorporar a un futuro gabinete otros partidos. “Puede que lo que hizo Cristina nos implique abrir la fórmula, al menos en términos simbólicos”, confía, por primera vez, uno de los hombres clave que trabaja junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Por ello hoy la vicepresidencia está más abierta que nunca. Incluso, dos nombres aparecen al tope de las preferencias internas: Martín Lousteau (quien prefería una primaria) o Ernesto Sanz.
A pesar del “nopasanadismo” del peñismo ortodoxo, en el oficialismo hay quienes tienen serias dudas. “Esto nos obliga a trabajar en serio una amplitud. La fórmula pura está muerta con esto”, confía a PERFIL una fuente de la Mesa de los 12 del PRO, cuya última reunión terminó antes por falta de interés de todos los actores. ¿Otra mesa que nació y muere por no generar ámbitos de decisión?
En este marco, el miércoles por la tarde en el despacho del jefe de Gabinete los cinco gobernadores de Cambiemos acordaron que la herramienta de la PASO sea “materia de análisis” si potencia la candidatura del jefe de Estado. Peña no quiere saber nada con una primaria y a Frigerio le parece “raro” someterlo a un Presidente a ello. Pero todas las cartas están sobre la mesa hoy en el oficialismo.
Peña no quiere saber nada con una primaria y a Frigerio le parece “raro” someterlo a un Presidente a ello. Pero todas las cartas están sobre la mesa hoy en el oficialismo.
Es más: Peña le respondió a Alfredo Cornejo, el titular de la UCR y gobernador mendocino, cuando planteó sumar a otros peronistas como su amigo el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey: “Ellos no expresaron su deseo de venir, hay que ver si quieren hacerlo”. Cornejo lo tomó como un “puede ser” y a las pocas horas habló con el salteño. El camino no está cerrado, pero en el macrismo ven que Alternativa Federal podría crecer y esperan ver qué hace Juan Schiaretti, el gobernador cordobés, esta semana. ¿Se cruzará con Macri en la fiesta de los cien de la empresa Fiat el martes por la noche?
A su vez, el peor escenario para el oficialismo es que el PJ termine unificado. “Queremos ver cómo se ordenan aún. No está claro. Puede que se abra la tercera vía y crezca”, confía otra fuente.
Tanto Rogelio Frigerio, el ministro del Interior, como María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta siempre fueron proclives a sumar peronistas. De hecho, la gobernadora posee un 40% de ministros de ese origen partidario. La pared con la que siempre se toparon fue la de Peña, quien en los últimos días se vio más receptivo que nunca con la mira puesta en ganar la elección.
Rápidamente empezó a correr la teoría de que, para un hipotético segundo mandato, hombres como el senador Miguel Pichetto y el propio Urtubey podrían ocupar una silla ministerial.
Por su lado, en la provincia de Buenos Aires la noticia cayó como un “oasis en el desierto”. La figura de Alberto F., creen, no tendrá el mismo arrastre que el de CFK encabezando la boleta, punto central para el Conurbano donde Vidal arranca desde abajo.
Uno de los ministros bonaerenses bromeaba con sus pares: afirmaba que volvió a escuchar, después de largo tiempo, a Gustavo Cerati con una banda electrónica que supo tener en los noventa. Se llamaba Plan V.
CP
