La ex embajadora argentina en Venezuela y el Reino Unido, Alicia Castro, hizo publica una carta abierta por los despidos en el sector público durante la gestión del Presidente Mauricio Macri. En la misiva, además, cuestionó la política exterior del actual Gobierno e incentivó a los trabajadores sindicales a que "sepa comprender la gravedad y los peligros del momento actual".
"A comienzos de los 90, Carlos Ménem empezó a aplicar un modelo que llamamos neoliberal, abiertamente contrario a los intereses de los trabajadores, se decidió a desguazar el Estado, privatizar y desnacionalizar las empresas públicas, desregular la economía, a abrir las exportaciones hasta casi liquidar a la industria argentina y a pulverizar cientos de miles de puestos de trabajo", indicó, en el inicio del escrito.
Esta situación, según marcó, fue el puntapié para una "nueva etapa", que calificó como "dolorosa para quienes jamás habíamos visto a nuestros compatriotas durmiendo a la intemperie en las calles y en las plazas, comiendo de los tachos de basura, viendo ante nuestros ojos como todo se desmoronaba".
Así, según explicó, se dio el surgimiento "de otra clase en la Argentina, los 'nuevos pobres'", mientras el país "se endeudaba en el exterior convirtiéndose en la alumna estrella del FMI".
Seguidamente, aseveró que el gobierno de Macri "está reconfigurando al Estado por decreto, sin respetar leyes, poderes ni ciudadanos". "Se hacen “listas negras” como en la dictadura, se persigue a militantes políticos y se criminaliza la protesta social, Se han hecho decenas de miles de despidos y un ajuste salvaje a los trabajadores por vía de la pre anunciada devaluación", agregó.
Además, criticó a la actual administración por elegir "ajustar a los trabajadores para privilegiar el pago a los fondos buitre, un pequeño grupo de usureros que no se avino a la negociación soberana de la deuda pública" y por poner un techo a las paritarias "para negociar salarios a la baja y seguir asegurando la brutal trasferencia directa de ingresos del bolsillo de los trabajadores a los sectores del capital concentrado".
En materia de Relaciones Exteriores, sostuvo que se pretende "desandar el camino de la unión suramericana lograda hábilmente en los últimos doce años, que concretó el sueño independentista de la Patria Grande de San Martín y Bolívar". También lo criticó por su viaje "a reclinarse y endeudarse a Davos" y no asistir "a la Cumbre de países de América Latina y a cimentar la unidad regional que nos haría políticamente libres y económicamente poderosos.
Por último, defendió su propio accionar "porque cuando fui diputada en el Congreso de la Nación voté contra mi partido pero jamás traicioné a los trabajadores" y como Embajadora "llevé en alto los sagrados intereses de los trabajadores y trabajadoras de la Patria emancipada".
Por eso, auguró "que haya una dirigencia sindical que esté a la altura de sus responsabilidades y sepa honrar las mejores tradiciones de lucha y dignidad del movimiento obrero argentino".