Cristina Fernández encabezó un acto que inició a las 14 horas en el Monumento Nacional a la Bandera de Rosario delante de cientos de personas que arribaron al lugar para participar. Primero habló la Intendente de Rosario, Mónica Fein, para luego hacer uso de la palabra el Gobernador santafesino Antonio Bonfatti, ante la silbatina de los militantes kirchneristas.
La Presidenta dio inicio a la Cadena Nacional a tan solo instantes de finalizado el partido entre Italia y Costa Rica. Los participantes del acto acudieron con banderas y gorros argentinos o estandartes de sus agrupaciones políticas. Los rosarinos empezaron a poblar la costa frente al río Paraná desde antes del mediodía y llenaron rápidamente la zona para poder escuchar el discurso.
La Presidenta apeló a la crisis militar de medio oriente para trazar un paralelismo con la situación de la deuda en mano de los Holdouts: "No han pasado todavía un año cuando ahora, quienes el año pasado nos pedían que apoyaramos para intervenir Siria, hoy aparentemente están en conversaciones con Siria e Irán para intervenir Irak. En lo financiero tampoco es diferente", afirmó Cristina, para luego agregar que Europa "está devastada, refinanciando deudas, más ajuste, más desempleo, más miseria y, fijense acá, nosotros, los imprevisibles, los que no cumplíamos, venimos bancando desde hace más de 30 años que Inglaterra ocupe las Malvinas y solo reclamamos política y diplomaticamente porque sé que algún día la vamos a recuperar".
"Finalmente todos los conolianismos caen", sentenció Cristina, y añadió que "nadie nos va a apartar de ese camino porque somos un pueblo pacífico, porque creemos en la paz, en los Derechos Humanos, pero los Derechos Humanos en serio, de todos los países, de todos los pueblos, por eso también en materia de respeto a los Derechos Humanos somos un ejemplo en el mundo".
"Yo recuerdo la historia reciente de este país, nuestro país, tu país, porque es nuestro, lo tenemos que defender entre todos", afirmó la Presidenta para luego recordar que "en el 2001 le soltaron la mano, se declaró el default más importante de la historia, veníamos de décadas de endeudamiento, desde la dictadura, la convertibilidad, luego el Blindaje, el Megacanje, y terminamos con una deuda que implosionó con el país: cinco presidentes en una semana llegó a tener la Argentina".
"Creo en los hombres y mujeres con historia con lo que pensábamos, con honestidad y profundo patriotismo", afirmó la Presidenta en referencia a Néstor Kirchner, y continuó su oratoria en homenaje a Manuel Belgrano, refiriendo que Kirchner: "Vino él a hacerse cargo como presidente de todos los Argentinos de una deuda que no había realizado, que Argentina iba a pagar su deuda, pero que la dejaran crecer porque los muertos no pagan sus deudas. Todavía lo recuerdo, crédulo en su primer discurso en las Naciones Unidas diciendo 'déjennos crecer a los argentinos para poder honrar nuestras deudas' y así vinieron las reestructuraciones de 2005, canceló la deuda del FMI para que Argentina pudiera volver a autoggobernarse en materia política económica y social".
Cristina continuó su discurso al señalar que "en el 2010 me tocó a mí iniciar la segunda reestructuración para poder seguir incorporando y pagándole a los que habían quedado afuera. Llegamos a que el 92,4% de los acreedores de la Argentina tuvieran reestructurada su deuda".
La exposición tomó un camino de mensaje combativo sobre el conflicto de los Holdouts: "Desde el 2005 hemos venido pagando religiosamente sin acceso a mercado de capitales, paralelamente pagábamos también a todos los organismos multilaterales de crédito: BID, Banco Mundial".
"Hace pocos días, una deuda que comenzó a originarse en 1956 y que dio origen al Club de París, luego de que ocho gobiernos anteriores intentaran llegar a una solución, nosotros en París llegamos a la solución", continuó y añadió que "también llegamos a lo que nadie pensaba que acordaríamos, y también ahí estuvo él junto a otro compañero para terminar la negociación con Repsol por la expropiación de YPF".
Cristina reafirmó la posición adoptada por su gobierno al quejarse: "¿Tan injusto e impredecible es que alguien pretenda que se cuide al 92,4% de la misma manera que se cuida al 1%? Queremos que se cuide al 100% y que se generen esas condiciones, porque Argentina estará dispuesta a dialogar, pero también tenemos que hacerlo en el marco, he jurado por la Constitución Nacional, es lo que me obliga".
"No puedo creer que una legislación diga que hay que reventar al 92% contra el 1%", se quejó Cristina, "porque hemos dado muestra de que somos personas capaces de negociar y acordar, porque durante mucho tiempo nos corrieron con que no cumplíamos nada", agregó.
La Presidente continuó con su discurso del día de la Bandera con un cuestionamiento: "¿Quienes son los que no quieren negociar? Los argentinos queremos, ¿Y saben porque? Porque soy una presidenta responsable. Para mi sería fácil hacer lo que hicieron los que nos precedieron, prometer la luna, firmar cualquier cosa, total el que viene que se haga cargo. No cuenten conmigo, sí para hacer lo que debo, sí para cumplir con mi deber, pero nunca para rifar la patria".
Temor hidrocarburífero. La Presidenta hizo referencia a una "nueva amenaza", aparentemente escondida tras el reclamo de los tenedores del 1% de los bonos de deuda soberana: "En nuestro país se encontró la segunda reserva de gas y la cuarta de petróleo. Los que revolotean no lo hacen sólo por las finanzas, también por los recursos naturales. No haremos lo que hicieron con nosotros que nos tiraron el país como papa caliente y que hagan lo que puedan". "Acá sobra buena fe", indicó Cristina y señaló que fue demostrada "haciendonos cargo de nuestras deudas", tras lo cual afirmó que instó a los representantes argentinos ante los tribunales norteamericanos para que inicien una negociación con los holdouts, contradiciendo a Jorge Capitanich, quien ayer había desmentido lo dicho por los abogados argentinos el miércoles.
Por los meses que quedan. Cristina Kirchner se refirió al tramo final de su mandato y, ante el griterío militante -un coro de "¡No!"- pidió que "nadie los asuste", para luego sumarse dos meses de gestión. "Sepan que esta Presidenta tiene un compromiso, no con su gobierno, a mi me quedan 1 año y 8 meses de gobierno, sería fácil acordar cualquier cosa, pero antes que mi gobierno, está mi país, mi Nación y mi Patria".
Para finalizar, la Presidenta sostuvo que los "hijos no dependen de mi gobierno, sino de que haya Patria, Nación, por eso seguiremos trabajando y por eso pedimos la unidad nacional a todos los argentinos: tenemos que estar hoy más unidos que nunca, la unión hace la fuerza".