POLITICA
Recalculando de cara al 2017

Cruje la alianza que gobierna Santa Fe por acercamiento radical al PRO

Los socialistas saben que el centenario partido busca ir junto al gobierno nacional en las legislativas de próximo año. Las internas.

El exgobernador Antonio Bonfatti, en medio de la polémica.
| Dyn

La alianza entre socialistas y radicales santafesinos, que gobierna en esta provincia desde 2007, quedó bajo riesgo de una fractura después del anuncio de la Unión Cívica Radical de competir en las legislativas de 2017 dentro del frente Cambiemos.

El acuerdo nacional que alcanzaron la UCR y el PRO en 2015 generó meses después las primeras disidencias al interior del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) santafesino. Esas diferencias se profundizaron con el triunfo en las presidenciales de Mauricio Macri: los radicales acompañan su gestión, mientras que en el socialismo se muestran críticos con un gobierno al que definen como "neoliberal". 

El presidente del Comité nacional de la UCR e intendente de Santa Fe, José Corral, terminó hoy de cerrar el círculo de apoyos oficiales que necesitaba el PRO para asegurarse el acompañamiento del centenario partido en la provincia, una de las de mayor caudal electoral en el país. "En 2017 vamos a estar trabajando para acompañar al presidente y su proyecto porque estamos convencidos", planteó Corral, que se sumó de esta manera a la posición expresada públicamente por el diputado Mario Barletta y por el presidente de la UCR santafesina, Julián Galdeano.

"Flaco favor le haríamos al Gobierno si no podemos mostrar al radicalismo santafesino acompañando al Gobierno nacional. Vamos a estar en sintonía con el radicalismo nacional", planteó Galdeano el domingo en una entrevista con el diario La Capital. Aunque dijo que la intención es que eso no quiebre la relación con el socialismo para lograr preservar el FPCyS, Galdeano reconoció que "habrá dificultades en el camino" para conservar la alianza provincial que logro destronar del poder al peronismo después de 24 ininterrumpidos de Gobierno.

El radicalismo pretende que el socialismo se integre a Cambiemos, una propuesta que el partido que preside el ex gobernador Antonio Bonfatti rechaza de plano, porque afirman estar en las antípodas del PRO. Dentro de la UCR santafesina, divida en tres sectores, existe también algunas resistencias a acercarse al macrismo: el vicegobernador Carlos Fascendini y el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, las dos figuras radicales con más peso dentro del gobierno que encabeza el socialista Miguel Lifschitz e integrantes de una de las líneas internas (Nuevo Espacio Organizado), ya expresaron su rechazo a cualquier acuerdo con el PRO.

El radicalismo intenta hacer equilibrio en medio de un territorio inestable, ya que parece imposible compatibilizar las diferentes posiciones cuando el PRO se ha convertido, tanto en la provincia como en Rosario, en la principal oposición del socialismo. Sus dirigentes lanzan duras críticas a las gestiones de la intendenta Mónica Fein y de Lifschitz, e incluso el año pasado estuvieron a un puñado de votos de arrebatarle al socialismo sus dos bastiones: la ciudad más poblada del territorio y la gobernación.

Ya en ese momento, después de unas primarias reñidas donde Miguel Del Sel se impuso a Lifschitz, el PRO intentó hacer pesar el acuerdo logrado a nivel nacional con el radicalismo y tentó a sus referentes para que abandonaran el Frente Progresista y votaran al ex Midachi, hecho que impidió una paciente estrategia interna. Las principales espadas del socialismo, con su presidente Bonfatti a la cabeza, se han mostrado críticos con las políticas del Gobierno nacional. Lifschitz, por la necesidad de conservar una buena relación con la Nación, es más moderado, pero no se ha guardado algunos cuestionamientos. Eduardo Di Pollina, el influyente integrante de la mesa de conducción del socialismo, dijo al diario La Capital que Cambiemos "gestiona para una minoría concentrada".

La postura de Corral es clave en el armado que piensa el radicalismo: principal figura del partido para luchar por la gobernación en 2019, descartó hoy que vaya a encabezar la lista de diputados el año próximo, y todo parece indicar que está reservándose para la pelea por llegar a la Casa Gris. Su cercanía con el macrismo es clave para alentar el acercamiento definitivo con el PRO, y Corral cree que podrá ser altamente beneficiosa para conseguir su objetivo de comandar la provincia.