Aún cuando Néstor Kirchner no había reconocido la derrota y las lágrimas de los militantes k seguían frescas en sus rostros, en las calles de la ciudad de Buenos Aires, ya se desataba la nueva madre de todas las batallas: la interna por el liderazgo del PJ en la era poskirchnerista.
Quien picó en punta en el grupo de los presidenciables fue el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, quien tras obtener una clara victoria en su provincia con el 55% de los votos, empapeló con su rostro la Capital bajo el lema "Das Neves 2011. En Chubut nació una nueva Argentina", que está acompañado de un sitio web sobre la gestión dasnevista.
El gobernador, que siempre que puede recalca que él fue el primero en hablar del poskirchnerismo, había asegurado a Perfil.com en mayo que De Narváez debía volver al peronismo y que tras las elecciones se debía conformar una nueva mesa de conducción. Con esta pegatina ratifica sus intenciones de ser el sucesor de Kirchner y competir por la presidencia.