El trabajo de la Procuración General en torno a las escuchas de inteligencia quedará bajo sospecha mañana, cuando el diputado porteño Gustavo Vera presente una denuncia en la Justicia en la que sostiene que él y otros miembros de su organización de lucha antimafias, La Alameda, están siendo espiados. Sin embargo, la trama encubre una interna entre las diferentes estructuras en las que se está rearmando el sistema de espionaje.
“Que La Alameda le pregunte a Parrilli”. Así respondieron, por lo bajo, en el entorno de la procuradora Alejandra Gils Carbó al ser consultados por la denuncia de Vera, en la que sostiene que desde el nuevo Dicom (reemplazó a la ex Ojota, que se encargaba de realizar las escuchas) los están espiando “de forma ilegal”.
Oscar Parrilli, junto a Juan Martín Mena, son los jefes de la AFI (ex SIDE), reformada luego de las disputas del Gobierno con Jaime Stiuso. El tercero en ese armado es Marcelo Sain, titular de la Escuela Nacional de Inteligencia, que dota de nuevos agentes a los equipos de inteligencia.
Pero el sector de escuchas, Dicom, quedó bajó la órbita de Gils Carbó, a cargo de la fiscal Cristina Caamaño. Para sustentar la presentación, Vera pide que se cite como testigo a Jorge Rodríguez, quien recientemente publicó un libro sobre el narcotráfico y que durante dos años y medio trabajó bajo las órdenes de Caamaño en el Ministerio de Seguridad (cuando lo comandaba Nilda Garré).
Según la información a la que tuvo acceso el titular de La Alameda, en los pasillos del Dicom habría circulado “un memo interno sin firma pero con membrete oficial de la Procuraduría, donde se hacía especial hincapié en el espionaje de celulares, mails, mensajes y WhatsApp de ‘los alamedenses’”.
Desde La Alameda pidieron hábeas data por cada uno de los supuestamente espiados, para saber si estaban implicados en alguna denuncia penal que justificará el seguimiento, pero recibieron respuestas negativas. Desde la Procuración aclararon que “si un juez ordenó una escucha tampoco quiere decir que los involucrados estén imputados o acusados”. Anoche emitieron un descargo en el que aseguran que las escuchas se hacen sólo por decisión judicial y señalan que la única sede utilizada por la Dicom es la de avenida de Los Incas. Vera, en cambio, dice que en la sede de Avenida de Mayo al 760 hay varias oficinas “absolutamente restringidas”.