El papa Francisco sigue recibiendo a argentinos que acuden al Vaticano para saludarlo o bien para realizar alguna denuncia. Ya lo hizo con políticos, candidatos y empresarios, y algunos lograron la tan ansiada foto.
Esta vez, los viajeros, que mañana serán recibidos en una audiencia privada en Roma, serán el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y el líder indígena Félix Díaz, junto a su compañera, Amanda Asijak. En la audiencia le transmitirán las graves violaciones a los derechos humanos que sufren los pueblos originarios en el continente latinoamericano. De hecho, en los últimos días, el pueblo qom, que lidera Díaz en Formosa, ha sufrido persecuciones, hostigamiento de la policía provincial y hasta la muerte de uno de sus miembros. Y Díaz se ha cansando de denunciar por graves violaciones a los derechos humanos al gobernador K Gildo Insfrán. Para eso marcharon a la Plaza de Mayo y acamparon allí a la espera de que la Presidenta los recibiera, cosa que jamás ocurrió.
Ahora, el Papa los escuchará.
“No es casualidad que un jesuita latinoamericano quiera recibir y escuchar a los pueblos originarios”, expresó Pérez Esquivel y agregó: “La Iglesia Católica ha tenido un rol activo en la conquista de América y la complicidad de gran parte del genocidio de los pueblos originarios, es parte de la memoria histórica que no olvidaremos. Pero también hubo sacerdotes y órdenes religiosas que se pusieron del lado de indígenas frente a la opresión”, finalizó.
Ayer, en una misa celebrada en Santa Marta, a la que asistieron empleados de los museos del Vaticano, el papa Francisco aseguró que las riquezas y las preocupaciones del mundo “ahogan” la vida de las personas y la “palabra de Dios”.
“Se olvida el pasado, no se acepta el presente y se distorsiona el futuro”, agregó Francisco.