A la espera de que la Justicia finalmente emita un fallo favorable, la conducción del Partido Justicialista que fue desplazada comenzó a reconocer la necesidad de avanzar hacia una apertura partidaria que convoque a los diferentes sectores que durante años estuvieron fuera de la conducción.
La intervención que dictaminó la jueza María Servini exhibió a un PJ cerrado. Fue el interventor, Luis Barrionuevo, quien anunció que reabriría la sede de la calle Matheu a dirigentes que se fueron y no volvieron a ser llamados. Ahora, son los propios desplazados los que esperan que la Justicia los ratifique, para hacer una amplia convocatoria.
De esta manera, desde el peronismo reconocen que dejaron afuera a dirigentes como Sergio Massa y Florencio Randazzo pero descartan que el partido se haya convertido en una sucursal de La Cámpora, agrupación liderada por Máximo Kirchner. Este vínculo con el kirchnerismo es uno de los argumentos de la Justicia por los que intervino el partido. Sin embargo, los dirigentes ya les adelantaron a los magistrados de la Cámara Nacional Electoral (es donde ahora deberá resolverse la apelación) que miren la composición del Consejo, principal estructura. De los 75 consejeros nacionales, no hay ningún dirigente que pertenezca a La Cámpora.
El 18 de mayo, los desplazados se reunirán en un congreso partidario. La convocatoria a esta reunión tendrá que ser presentada ante Servini, a quien acusan de convertirse en “la contraparte”. “Acá tenemos dos contrapartes, quienes solicitaron la intervención y la jueza que la otorgó sin ningún fundamento judicial y que está dilatando la situación”, se quejan.
En este congreso, se espera que ratifiquen las autoridades elegidas en 2016 y con mandato hasta 2020, liderada por el ex gobernador de San Juan y actual diputado, José Luis Gioja. Su ratificación en el cargo servirá para retomar la conducción en caso de que la Justicia falle a favor.
A pesar de la intervención, el congreso (que responde a las 24 jurisdicciones) también podría desconocer esta “intromisión judicial” o nombrar nuevas autoridades. Sin embargo, insistirán con Gioja para luego sí ampliar la convocatoria y generar una comisión asesora en la que todo el peronismo esté representado.
Se espera que, para esta fecha, los gobernadores peronistas no falten. No bien se conoció la intervención, la mayoría de los mandatarios se comunicaron con Gioja y prometieron asistencia perfecta a la reunión del consejo convocado para el día posterior. Sin embargo, solo asistió Alberto Rodríguez Saá. Una vez más, los gobernadores se excusaron por presiones de la Casa Rosada.
En el peronismo insisten con que Cambiemos tuvo que ver con la intervención. El jefe de asesores de Mauricio Macri, José Torello, aprovechó la cena anual de Cippec para asegurarles a los peronistas presentes que él no tuvo nada que ver.