En las Fuerzas Armadas ya se preparan para los cambios
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Sorpresa e incertidumbre son las dos palabras que mejor podrían sintetizar, por estas horas, el pensamiento de los principales jefes de las Fuerzas Armadas. Una sensación diferente se refleja en las segundas y terceras líneas de mando, que creen que el desembarco del diputado del Frente para la Victoria Agustín Rossi como nuevo ministro de Defensa, en reemplazo de Arturo Puricelli, podría significar una limpieza de las cúpulas y el fin de desgastantes internas.
Nadie espera un reemplazo de las cúpulas hasta fin de año. “Suponemos que primero habrá cambios en lo ministerial. Creemos que con esto se terminan las internas entre Nilda Garré (ex ministra de Defensa) y Puricelli, muchos proyectos se frenaron por esa cuestión. Incluso los pases y hasta algunos ascensos”, explicó a PERFIL un oficial del Ejército que figura entre los más modernos de la cúpula.
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“Para que esto camine hay que cambiar las cúpulas que están enquistadas”, se quejó un oficial de la Fuerza Aérea. Los más negativos creen que Rossi “es un fusible para bajar el presupuesto”.
El brigadier Jorge Chevalier es el oficial más antiguo de las tres fuerzas, está al frente del Estado Mayor Conjunto desde 2003. En la Fuerza Aérea lo señalan como el verdadero jefe de esa fuerza.
El brigadier general Normando Constantino comanda la Fuerza Aérea desde noviembre de 2006. Enfrentó más de un escándalo, como el de la tonelada de cocaína que se cargó en un avión civil en la Base Aérea de Morón y que fue detenido en Barcelona en enero de 2010, el caso del robo de armas o la falta de entrenamiento de sus pilotos.
Luis Pozzi es el teniente general que maneja el Ejército desde septiembre de 2008. El ex presidente Kirchner lo había nombrado subjefe de esa fuerza en diciembre de 2006. Llegó al máximo cargo cuando el general Roberto Bendini se vio obligado a renunciar por una denuncia por malversación de fondos.
La gestión de Pozzi está marcada por la falta de autoridad. En el ámbito castrense todos señalan al general César Milani como el verdadero jefe de la fuerza y como creador de una suerte de guardia pretoriana. Además de ser el segundo jefe, es el director de Inteligencia del Ejército. El almirante Daniel Martín es el más moderno. Asumió como jefe de la Armada en medio de un escándalo por la retención en Ghana de la fragata Libertad, varada en la ciudad de Tema a raíz del embargo de un fondo buitre.
