Esteban Bullrich es un dirigente histórico del macrismo: fue diputado nacional (cuando denunció el caso Skanska), ministro de Desarrollo Social porteño (reemplazó durante seis meses a María Eugenia Vidal cuando estaba cuidando a Pedro, su hijo más pequeño), ministro de Educación de la Ciudad y luego nacional. Hoy es la carta de Cambiemos en territorio bonaerense como candidato a senador y habla con PERFIL por primera vez en su nuevo rol evitando confrontar con la oposición.
—¿Cuál es su primera visión del arranque de la campaña?
Se ve una Provincia que se puso de pie, que levantó, que empezó a mirar con esperanza el futuro pero tiene que caminar. Y que, en esto, tenemos que agrandar este equipo que lidera María Eugenia con el apoyo de Mauricio y que trata de que lo antes posible se ponga en movimiento. La sensación es que a mucha gente le llegaron las obras.
—¿Ve un clima de violencia en el conurbano?
—Estamos focalizados en hablarle a los bonaerenses, y de esto se trata la campaña. Y saber que este camino de seguir construyendo esperanza va a tener a los costados de la ruta gente que nos quiere distraer permanentemente. Tenemos que seguir conversando y escuchando a la gente.
—¿Es una elección clave para la gobernabilidad?
—Es una elección que marca cuánto creció la esperanza de una Provincia mejor, con escuelas que funcionan, que lucha contra el narcotráfico. La gobernabilidad la dio la elección de 2015. Ahora es seguir construyendo una esperanza. No está en juego la gobernabilidad, la Argentina de los vaivenes no es esta Argentina. Hoy se emprendió un camino que se está consolidando con bases más sólidas. No estamos haciendo asfalto de dos centímetros, sino hormigón de 42 centímetros. Esa diferencia es todo: estamos construyendo un país para los próximos 20 años.
—¿Se imagina un escenario de tercios o de polarización con Cristina?
—La elección es entre el país de la esperanza y del miedo y la resignación. Dos mitades, o dos tercios que son muy parecidos, porque el miedo y la resignación se asocian. La división es: aquellos que creen que podemos estar cada vez mejor, donde la cloaca no sea un lujo, y un país que cree que no podemos crecer más y tiene temor.
—¿A qué se debe el voto duro del kirchnerismo?
—El kirchnerismo logró que mucha gente mejorara pero hasta cierto nivel. Pero también que tenga la resignación de no poder estar mejor, ni ellos ni sus hijos. Tenemos que construir un país en el que todos estén incluidos. Eventualmente ellos mismos se van a dar cuenta que era una etapa y que ese techo que tenían no era lo máximo que pueden aspirar. Queremos un país para todos, incluso los que hoy no creen, se van a convencer o lo van a ver.
—¿Qué expresa Cristina Kirchner hoy?
—Sinceramente no estoy mirando a los costados. No es una elección que se trate de los candidatos, se trata de los bonaerenses. Lo que me importa es el bonaerense que crea que no podemos estar mejor. Pasó un año y medio, hemos hecho mucho, también falta, pero vamos caminando a esa Provincia que queremos.
—¿Se escondió Scioli en esta campaña?
—No importa quién está, quién se esconde. Vamos a hablar con los bonaerenses, no le vamos a hablar a los otros candidatos. Nuestro candidato opositor es el miedo.
—¿Sus encuestas muestran una paridad entre Cambiemos y el kirchnerismo?
—No veo encuestas. Tengo lo mismo: que hoy estamos parejos, pero recién empieza la campaña. Lo que me importa al final del día es poder llegarle a una persona que no está convencida.
—¿Vidal será la gran electora?
—En la Provincia es claramente el referente más claro de que lo que era imposible hoy es posible. El 25 de octubre de 2015 se marcó claramente lo que parecía imposible: que una mujer sola le ganara a todo el PJ bonaerense. A partir de eso muchos se convencieron. Y con el acompañamiento de Mauricio se consolida la idea de tener una Provincia mejor. Con los dos caminando esta elección se hace más fácil.
—¿Qué le aconsejó Vidal?
—María Eugenia me planteó que abriera mi corazón y dejara que cada uno de los bonaerenses con los que me encuentre me pueda comunicar y me deje invadir por los sentimientos que me van a volcar. Me dijo que todo su trayecto en 2015 fue una catarata de sentimientos increíble que la hizo la gobernadora que es hoy. Poder sentir lo que están sintiendo. La esperanza pero también la frustración de alguien que no le llegó la obra. Todo eso va a ser lo más importante. Es el consejo más lindo que me dio.
—La oposición plantea que la economía no sea recupera.
—El camino que emprendimos es de un país distinto. Y no para esta elección sino para las próximas generaciones. Eso se está viendo en muchos casos. Pero lo más importante: es el camino que nos va a llevar a estar mejor. Más allá de circunstancias puntuales, que por lo desparejo y por salir de donde salimos, con problemas de origen, el cambio demanda tiempo. Y más si es para un país para los próximos 20 años.
—¿Qué dialogó con Durán Barba?
—Jaime es un asesor que todos respetamos. Lo que nos viene diciendo es que estemos cerca de la gente, que nos conectemos con el sentimiento de lo que está pasando. Y es la única manera de no ser un político aislado.
—¿La educación se instalará como tema de campaña?
—En esta lucha contra la pobreza la educación es muy importante. Sobre todo con la capacidad que tiene la educación de generar trabajo, en términos de darles competencias y habilidades a los jóvenes para que puedan emprender un proyecto.
—¿Ya extraña el Ministerio de Educación?
—No, me toca un rol distinto en el equipo. Más allá de que uno tiene una ligazón emocional. Siento mucho amor por lo que he hecho estos años. Y uno sabe que se está terminando una etapa, es una coma, pero al final del día todos somos parte de un gran equipo. Y acompañar la revolución educativa que estamos llevando adelante.