Las críticas también llegaron desde adentro. El proyecto para regular los piquetes, que presentaron diputados del kirchnerismo más duro, no sólo recibió los cuestionamientos de la oposición, sino dentro del mismo oficialismo. Si bien la idea había sido anticipada por Cristina Kirchner en la apertura de la asamblea legislativa el 1° de marzo, la propuesta corrió por cuenta de diputados K.
“Nosotros pensamos que está mal encarado, porque está planteado como si el problema fuera la protesta. Se puede reglamentar dejar un carril para mejorar la circulación, pero bajo ningún punto de vista que hay protestas legítimas e ilegítimas”, dice a PERFIL el representante del Movimiento Evita y diputado nacional, Leonardo Grosso. Otras fuentes del peronismo afirman que hay malestar por la propuesta y por la falta de timing para presentarlo, menos de una semana después del paro del sindicalismo opositor.
El texto fue redactado por Juan Manuel Pedrini, ex ministro de Jorge Capitanich en el Chaco. Pese a afirmar que se basó en el discurso de la Presidenta, buscó despegar al Gobierno de la iniciativa. “El jefe de Gabinete sabía que yo iba a presentar algo así, pero desconocía el contenido de la iniciativa legislativa. No hablé con nadie del Ejecutivo ni recibí señales de acuerdo o desacuerdo. Se enteraron por los medios”, confió a PERFIL Pedrini. Su firma fue acompañada por la de Carlos Kunkel, Diana Conti, y otros legisladores ultraK.
Más duras que las críticas del diputado Grosso fueron las del CELS, organismo de derechos humanos muy cercano al oficialismo. En un comunicado, afirmó que su sanción supondría un retroceso político: “La participación en manifestaciones y protestas no es un mal necesario sino un componente esencial de la democracia”.
Los bloques de los partidos opositores aún no se reunieron para analizar el tema, pero sus referentes adelantaron su posición a PERFIL. El jefe del bloque radical en diputados, Mario Negri, cuestiona que se distinga la protesta entre legítima e ilegítima y analiza: “el Gobierno ha acudido a una ley pensando en cómo va a afrontar la crisis frente al combo del ajuste”.
Desde el PRO, que ha presentado proyectos para regular los cortes, la crítica es más medida. “Es un proyecto muy tosco. Esto de que hay que avisar con 48 horas de anticipación es inaplicable, por ejemplo, ante las protestas por cortes de luz”, criticó Federico Pinedo.
Una posición similar mantienen desde el massismo, que cuestionó el oportunismo del proyecto. Aunque el jefe de su bloque, Darío Giustozzi, presentó también un proyecto para regular los piquetes hace pocas semanas que fue criticado con dureza por el oficialismo. No adelantaron aún qué actitud tomarían en el recinto.
En este caso quien fijó un rechazo total fue la izquierda. “El Gobierno, destinatario de la protesta, va a ser el encargado de declarar la legitimidad o ilegitimidad de una manifestación en su contra. Va contra toda manifestación popular”, sentencia el dirigente del FIT, Néstor Pitrola.