El destituido juez Juan José Galeano apeló hoy su procesamiento por presunto "peculado y privación ilegal de la libertad" en la causa en la cual se investiga el ataque a la AMIA, mientras que el ex comisario bonaerense Juan José Ribelli pidió a la Cámara Federal porteña que imponga prisión preventiva al ex magistrado.
Ribelli recurrió a la Cámara Federal en su rol de querellante, pero debido a que todos los integrantes de ese tribunal están inhibidos de actuar en causas atinentes el caso AMIA, serán los jueces Carlos González, Gustavo Bruzzone y Jorge Rimondi quienes resolverán las apelaciones.
Según informaron fuentes judiciales a la agencia de noticias DyN, se trata de tres camaristas del fuero ordinario que actualmente definen todas las incidencias enmarcadas en el proceso por la presunta fabricación de pruebas en la investigación de los 85 homicidios cometidos el 18 de julio de 1994 mediante el atentado a la AMIA con 300 kilogramos de explosivos.
El ex comisarioi, que por orden de Galeano pasó ocho años preso como presunto cómplice del ataque, reclamó cargos más graves para el ex juez, para el ex jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy y para los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, que fueron procesados por haber intervenido, en 1996, en el pago de 400 mil dólares a Carlos Telleldín, un doblador de autos que cobró el dinero tras incriminar en el atentado a policías bonaerenses.
La semana pasada el juez federal Ariel Lijo dictó el procesamiento de Galeano y de los ex fiscales, de Anzorreguy, de Telleldín y su pareja, Ana Borgani, y del ex titular de la DAIA Rubén Beraja, entre otros, a raíz de la maniobra que determinó que 400 mil dólares asignados a la SIDE fueran entregados como gratificación al reducidor de autos robados, que en el 1996 estaba preso por su posible vinculación con la masacre.
Galeano ya apeló su procesamiento mientras que Anzorreguy, Beraja y los fiscales aún no han recurrido el fallo del juez Lijo, pero se descuenta que lo harán en los próximos días.
Por su parte, Telleldín pidió a la Cámara que revoque su procesamiento y se quejó porque, según dijo, Lijo no atendió las explicaciones que brindó cuando fue indagado por el cobro de los 400 mil dólares. La defensa del hombre aseguró que el reducidor fue "coaccionado" por los entonces investigadores del atentado y sentenció: "No tenía más opciones para actuar tal como lo hizo, con lo que queda dicho que obró sin culpa".
Telleldín, Ribelli y otros tres policías fueron detenidos y procesados por Galeano como cómplices de los 85 asesinatos en la AMIA, y durante casi tres años afrontaron un juicio público sustanciado por el Tribunal Oral Federal 3, que en 2004 los absolvió de culpa y cargo por entender que toda la prueba del caso había sido reunida de modo ilegal.
El Tribunal Oral acusó por delitos graves a los investigadores del atentado y Galeano fue removido del cargo en 2005, mientras que los fiscales renunciaron.
Finalmente Lijo consideró probado que Anzorreguy "sustrajo" 400 mil dólares de la SIDE para lograr que Galeano arribara a un acuerdo con Telleldín que, a cambio del dinero, brindó "una nueva declaración" en la que incriminó a los policías como partícipes del atentado.