POLITICA
Cmo hacer magia con las cuentas

La investigación de Noticias que provocó la denuncia contra Núñez

El 15 de enero de 2006, la Revista Noticias publicó un artículo titulado “ El sueño del techo propio”. En esta investigación se demostraba cómo el vocero presidencial incrementó su patrimonio notablemente desde que asumió su cargo.

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"No hay nada más fácil que gastar una fortuna. Lo difícil, realmente, es hacerla."
Escrito por Miguel Núñez, en la revista Libre del 20 de marzo de 1984.

Hay algo que Roberto Lavagna no sabe. El ministro de Economía, que cruza Hipólito Yrigoyen dos o tres veces por semana para ir al despacho de Néstor Kirchner, debería enterarse que en la planta baja de Balcarce 50, presta sus servicios un funcionario que puede enseñarle una fórmula para hacer magia con las cuentas. Se trata de Miguel Núñez, el vocero presidencial que asumió su cargo en mayo del 2003 y consiguió desarrollar en apenas seis meses una capacidad de ahorro que envidiaría más de un argentino común. Pasar -en tan poco tiempo y con un sueldo de tres mil pesos- de ser un moroso "irrecuperable" en los registros del Banco Central de la República Argentina (BCRA) a convertirse en el flamante propietario de un penthouse, valuado en más de medio millón de pesos.

EL DESPEGUE. Desde la asunción de Kirchner, su vida no para de mejorar. Si todo sigue así, Núñez va a pelear como nadie por la reelección del patagónico. Cinco meses después de llegar a la Rosada junto al Presidente, el vocero canceló de contado una deuda que mantenía con el Banco Río por su tarjeta de crédito. Ese conflicto lo había llevado a aparecer en el sistema de deudores del BCRA con la categoría 5. Esto es, la deuda estaba clasificada como "irrecuperable". El Banco Río ya había pasado el caso al estudio jurídico Mineuitz, encargado de hacer entrar en razones a los morosos.

En octubre del 2003, el vocero abonó los 15.800 pesos que adeudaba. Dos meses después se convirtió en el dueño de un piso entero –estrenado en 2004- de 184m2 en la zona más cara de Caballito, aquella en la que las inmobiliarias no venden un metro cuadrado por menos de mil dólares. En ese edificio de la calle Del Barco Centenera al 500, tiene todo para pasarla bien. Su piso 12 con aire acondicionado central y suite con hidromasaje, está a un paso de la piscina y el solarium.

EL DESCANSO. Aunque la constructora Glass pensó en el ocio de sus clientes, el vocero pasó las últimas semanas en Cariló. El 23 de diciembre subió a su mujer y a sus hijos a un Peugeot 406 recién estrenado y eligió ese destino para huir de los calores porteños. Núñez y su familia durmieron dieciocho noches en La Posta de Cariló, un complejo de bungalows ubicado a una cuadra del mar, donde la quincena cotiza a cinco mil pesos. El último fin de semana mudaron sus bolsos a una cabaña de Puerto Hamlet, un complejo que cobra 570 pesos por noche, pero el lunes 10 se le dio vuelta el viento. El Presidente -que estaba en El Calafate-, voló a la Capital, Núñez cambió los pantalones cortos por los largos y volvió a Balcarce 50.

BONANZA. Mirando el progreso de sus finanzas, habrá que decir que el vocero presidencial no se equivocó cuando abandonó el periodismo, profesión que ejerció en el diario La Razón y en la revista Libre, entre otros medios.

Pero gracias a la función pública está alcanzando los sueños de la maltratada clase media argentina, de la que él es un ejemplar clásico. Hombre de barrio, fanático de Racing y de Caballito, el lugar que elige y reelige para vivir. Padre de dos hijos, de novio con María Graciela Otegui, 28 años, nacida en Comodoro Rivadavia, y contratada como asesora por la jefatura de Gabinete con un sueldo de 2.400 pesos por mes. En la práctica, ella hace su trabajo en el área de prensa de Presidencia junto a Núñez. Cuando el último día de diciembre levantaron juntos sus copas en Cariló, no sólo estaban recibiendo el 2005, también estaban despidiendo un año inmejorable. El viaje en familia a la Costa lo hizo manejando el Peugeot 406 modelo 2004, cuyo costo de mercado es 85 mil pesos. Pero en el registro automotor, la patente EKF683, no está a nombre del vocero, sino de su propietario original: Peugeot Citroen Argentina. ¿Cuál es la explicación? El funcionario habría accedido al discutible beneficio –otorgado por esa empresa a ministros o presidentes- de utilizar a préstamo los autos de esa marca.

LOS NÚMEROS. Lo de él fue un crecimiento al cuadrado. Porque el que se acaba de comprar es un departamento que mide el doble de la única casa que tenía a su nombre.

El vocero del Presidente nunca tuvo fondos para el derroche. Todo lo contrario. "Miguel vendió su auto, un Renault 19, para tener más cash para la compra de su primer departamento", cuenta un funcionario del Gobierno que lo conoce desde joven. A ese primer hogar, de 93 metros, también en un piso 12, pero de Pedro Goyena al 800 (a la vuelta de la esquina de su nueva propiedad), lo habría adquirido gracias a un crédito de 88.800 pesos/dólares otorgado por el Banco de la Provincia de Buenos Aires a mediados del 2000, que lo obligaba a pagar una cuota de novecientos pesos por mes durante los próximos seis años. Ese era el único crédito que constaba hasta agosto del 2004 en los registros del BCRA y eso aseguró él mismo ante la Oficina Anticorrupción el 31 de mayo pasado cuando entregó la declaración jurada del 2003. Pero desde agosto hasta ahora demostró que el Banco Provincia lo considera un buen cliente: le amplió el crédito a ciento sesenta mil pesos, un valor que de igual modo, es muy inferior a los quinientos treinta mil de su nueva casa.

En el documento que presentó ante la Oficina Anticorrupción jura además que tiene 14 mil dólares en dinero en efectivo,100 pesos en una caja de ahorros, un Renault 21 modelo 94, y nada más. Con este patrimonio, y un sueldo de tres mil pesos al momento de la compra (a partir del decreto 685/4 publicado el 4 de junio de 2004 en el Boletín Oficial, su salario ascendió a 6 mil pesos por mes), Miguel Núñez se convirtió en el dueño de un piso entero por el que la Constructora Glass pedía 184 mil dólares. La cifra no surge de una estimación sobre el mercado inmobiliario, sino de la cotización dada por los vendedores de la empresa a cualquier interesado.

¿Cómo hizo el vocero para comprarse un departamento de medio millón con el patrimonio declarado? Núñez no respondió los insistentes llamados de NOTICIAS. Tal vez, el funcionario haya tenido otros ingresos que no quiso revelar con los cuales pudo hacer la inversión de la calle Centenera.

BUENA SUERTE. Su gran apuesta fue el kirchnerismo. Y ganó. Cuando Eduardo Duhalde sacó de la manga a ese candidato patagónico que se parecía más a un ancho falso que al as de espadas, Núñez prestó su voz y sus contactos con la prensa para ayudar al sureño.

Así se aseguró una oficina a la hora del triunfo. Pero desde que entró a la Casa de Gobierno, se le olvidó qué parte de su oficio implica el uso de la voz. Núñez es un vocero mudo. Y por estos días, casi invisible. En los comienzos de la gestión de Kirchner, ese hombre flaco, alto, de barba candado, con el pelo esquivo, siempre aparecía al lado del Presidente.

Presidente. No. No era un guardaespaldas. Era el vocero que nunca pudo desarrollar sus destrezas porque el terreno mediático fue invadido por los Fernández - Aníbal, el ministro del Interior y Alberto, el jefe de Gabinete-. "Miguel no maneja información de gestión, se limita sólo a la que se le permite distribuir entre los periodistas acreditados en Gobierno", minimiza un funcionario que supera en jerarquía al vocero. Hasta ahora, su mayor logro es musical. Núñez está a cargo del ciclo de recitales que se realiza todos los meses en el salón Blanco de la Casa Rosada y que ya convocó a artistas famosos como Alejandro Lerner, Diego Torres y León Gieco, todos ellos bien acomodados en el gusto de los Kirchner.

El decreto que lo puso donde está dice que su trabajo es informar todo "lo referido a las diversas actividades de gestión de Gobierno". Pero Núñez no habla. Y ahora tampoco se lo ve. Sus virtudes las conocen muy bien los Kirchner, porque de ellos dependió su suerte en los últimos años.

BUENA VIDA. Para Núñez, el Estado Benefactor todavía existe. Por lo menos en su caso, el Estado sigue siendo muy caritativo. Hace uso de los curiosos beneficios que le otorga la empresa Peugeot a unos pocos funcionarios. Gracias a eso, se pasea en un auto último modelo que tendría completos todos los items en la lista de confort y calidad de los consumidores exigentes. Por su función, no le corresponden autos oficiales. Pero -esto es común en todas las administraciones-, se le permite tener a su disposición uno de los autos de la custodia presidencial. A falta de uno, él dispone de dos. Y por el uso que les da, quedan dos opciones: o el Renault 21 modelo 94 que tiene declarado no funciona como en los viejos tiempos, o el andar del coche oficial le sienta mejor al vocero. Porque lo usa a destajo. Su chofer tiene funciones de cadete: entre otras actividades insólitas, lo mandarían a comprar revistas y a devolver las películas que Núñez y su mujer alquilan los fines de semana. En la planta baja de la Rosada, hay quienes se atreven a confesar por lo bajo que más de una vez, Graciela Otegui lleva desde Caballito hasta Balcarce 50 las películas que habían alquilado el fin de semana en el Blockbuster de su barrio, y que fue el conductor del auto oficial el que tuvo que llegar a devolverlas antes de que les corriera el recargo.

COMODIDAD. La oficina de la Casa de Gobierno es como su casa. Y son tantas las horas que pasa allí, que el peluquero de Núñez de toda la vida va a emparejarle la cabellera a la Rosada. También su médico personal se acerca a la Plaza de Mayo a controlar su salud y el sastre a tomarle medidas. Núñez no tendría por qué estar estresado.

Su trabajo, como reconoce un funcionario, quedó reducido a darle "alguna información a los periodistas acreditados". Pero ellos también se quejan. Cuando en diciembre les tocó votar por el premio Limón (un galardón que destaca la mala predisposición de los funcionarios con la prensa), el ganador por goleada en la categoría "voceros" fue Núñez. Algo extraño en un portavoz de un Presidente, cuya función principal consiste en oficiar de nexo entre los periodistas y el pensamiento presidencial.

Núñez digirió el mal trago gracias a los aires marítimos. El lunes 27 de diciembre, cuando se realizó en Gobierno el brindis de fin de año, él no asistió porque ya estaba chapotendo en las aguas de Cariló. A Miguel Núñez no se le puede negar que es un hombre distinto. Logró duplicar el tamaño de su casa, gozar de beneficios exclusivos como recibir de prestado autos último modelo, y hasta pudo convertirse en un vocero que no usa la voz. Aunque es posible que el funcionario sea coherente con su ideología. Tuvo el privilegio de poder cumplir en menos de seis meses, el histórico sueño peronista de la movilidad social ascendente.

Luciana Geuna