El Gobierno intervino en el conflicto de la Línea 60 dictando la conciliación obligatoria por 15 días, a partir de las 0 de mañana, tras un día y medio de medidas de fuerza llevadas a cabo por los trabajadores, quienes durante la jornada protagonizaron protestas y ratificaron un paro por tiempo indeterminado.
Durante la madrugada, los delegados sindicales analizaron en asambleas si aceptaban la decisión tomada por la cartera laboral, tras fracasar durante la tarde una negociación en la sede de Relaciones Laborales del Ministerio, y optaron por el no. “Nosotros ya acatamos una conciliación por este tema, por lo cual no puede existir otra conciliación cuando ya se respetó, por nuestra parte, y la empresa no dio respuesta”, advirtió esta madrugada Javier Esponda, uno de los delegados.
Las secretarías de Trabajo y de Transporte anunciaron que realizarán una "auditoría administrativa, por el plazo de 60 días prorrogables por igual término, en el área de recursos humanos y/o personal" de Microomnibus Norte S.A.
Además de la conciliación obligatoria, la cartera que conduce Carlos Tomada, en conjunto con Secretaría de Transporte, dispusieron una auditoría a la empresa de colectivos durante 60 días y establecer el pago de una suma de 600 pesos en forma provisoria hasta determinar el monto de la deuda salarial con los trabajadores.
Por su parte, Marcelo Pasciuto, presidente del directorio de la empresa MONSA, aseveró en una conferencia de prensa que la compañía no mantiene deudas con los trabajadores, que la medida de fuerza es "un capricho y una extorsión" y que un grupo de gremialistas, según señaló, provocó roturas en una de las cabeceras de la línea de colectivos.